La conexión a la Hidrovía Paraguay- Paraná es una necesidad, tanto como a los puertos del Pacífico

Frente al solipsismo regional de algunos intelectuales cruceños y la disputa entre Oruro y La Paz: Jorge Trujillo PintoCuando Don Juan Díaz de Solís en 1516, partió de un Puerto de Cádiz hacia América, tenía el propósito de llegar a las islas Molucas (Indonesia) a través del Río de La Plata, conectando el Océano Atlántico con el Océano Pacífico. Era, sin duda, el primer proyecto interoceánico en la zona. Pero el río de La Plata no cruza Sud América de este a oeste, aunque uno de sus afluentes, por el lado del Paraná, el río Pilcomayo, nace en los andes bolivianos.La unión de ambos océanos, en la actualidad, ha cedido en importancia a la conexión de nuestro continente con Asia, China e India particularmente, aunque debemos ser cuidadosos con la generalización.Brasil, el granero del mundo, requiere trasladar millones de toneladas de productos lo más rápido y expeditamente posible al Asia. Ahí, China e India principalmente, esperan la soya y otros granos.Santa Cruz, el motor económico de Bolivia, la Ciudad con uno de los mayores índices de desarrollo económico del continente, necesita salir al Atlántico, por lo menos hasta que la Comunidad Andina funcione. Cuando Santa Cruz resuelva la producción transgénica, que lo hará, tal vez, también, volcará su mirada al Asia.Por lo señalado, para Santa Cruz es determinante habilitar la conexión, a partir de Puerto Bush, a la Hidrovía Paraguay Paraná y llegar, finalmente, a algún Puerto sobre el Océano Atlántico. Esto es vital para Santa Cruz y Bolivia desde una estrategia productiva, agroindustrial específicamente.Desde una estrategia comercial, de transporte específicamente, el corredor interoceánico Santos – Arica, puede constituirse, tal como han establecido acuerdos intergubernamentales como IIRSA y ZICOSUR, en una poderosa actividad económica.Sin embargo, lo realmente importante para Brasil, por razones de política económica y de política industrial del mismo, es trasladar la inmensa producción agrícola del Mato groso, al enorme mercado del Asia, cruzando territorio boliviano hasta puertos del Pacífico. Esta ruta es una alternativa, tal como Perú ha demostrado.En consecuencia, Bolivia debe promover, con carácter de urgencia, la conexión a la Hidrovía Paraguay Paraná y del mismo modo, y con la misma intensidad, la ferrovía y carretera interoceánica. El primero para salir al Atlántico, en el marco de una estrategia agroindustrial y, el segundo, para salir al Pacífico, en el marco de una estrategia comercial.El desarrollo de ambas estrategias es urgente y necesario para Bolivia, ambas no son excluyentes y deben ser desarrollados procurando su convergencia. Sin descuidar, por supuesto, otras salidas, como la hidrovía del río Madera para el desarrollo del norte boliviano.En el marco de la estrategia comercial y salida al Pacífico, Bolivia, particularmente el Gobierno, debe asumir que después del fallo de la Haya, en la demanda marítima, no habrá otra cosa que la aplicación rigurosa de cada una de las cláusulas del Tratado de Paz y Amistad de 1904 y posteriores acuerdos, puesto que la recuperación física de la cualidad marítima está cerrada, por efecto de nuestra propia demanda en la Haya.Ello supone allanar todos los obstáculos de libre tránsito en los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta principalmente, dejando a Illo con mas debilidades que fortalezas en la intención de constituir al mismo en el gran puerto del pacifico.La clave para el propósito señalado, y para el desarrollo económico de Bolivia en general, es comprender que el eje económico cruceño, de fuerte carácter agroindustrial y liberal, no está conectado y es diferente a la actividad productiva del occidente del país, cuyo carácter es comunitario y precario en el ámbito agropecuario y fuertemente estatista en el ámbito minero. Bolivia, entonces, necesita de estrategias de desarrollo económico diferentes y acordes para cada uno de estos escenarios, gestionando su complementariedad.Por lo señalado, es extraño, por lo menos, que algunos destacados tecnócratas cruceños señalan que la hidrovía es alternativa a los puertos del Pacífico. Es extraño, sabiendo de su capacidad intelectual. Una no es alternativa de la otra, Bolivia necesita ambas.Comprender el carácter de la economía del País como señalamos, en el tema particular, generara sinergias nacionales para conectarnos al Atlántico por la la Hidrovía Paraguay Paraná y convertir a Bolivia en el nudo de conexión de los grandes océanos y nexo al Asia por los puertos del pacífico; entonces, el Propósito de Don Juan Díaz de Solís se cumpliría, aunque con fines distintos.En ese marco, el Gobierno debe cumplir el rol de articulador de las demandas departamentales y no como actor unilateralmente interesado. En el caso de la salida a los puertos del pacífico, el Gobierno ha actuado, deliberadamente, en contra de las aspiraciones orureñas, pese a la vigencia de la Ley 3316 (creación Puerto Seco Oruro).Es obligación del Gobierno transparentar la información respecto al PROLEG y a la estrategia Boliviana de comercio internacional, y concertar con Oruro y La Paz una agenda de desarrollo en lo que compete a ambos departamentos. El Gobierno puede complementar las demandas de ambos departamentos, solo si actúa con criterio técnico, antes que electoral. De ello depende que el factor socio-regional, tan determinante en este tipo de casos, funcione como facilitador de la estrategia.Jorge Trujillo Pinto