Por deudas, la gigante Isolux Corsán, cuya filial abandonó Bolivia, se declara en quiebra

Según informes la situación del grupo español Isolux Corsán es insostenible por una deuda de 1.675 millones de euros ($us 1.903 millones).

La gigante Isolux, cuya filial abandonó Bolivia, se declara en quiebra

Isolux estaba presente en Bolivia a través de su filial Corsán Corviam, que abandonó las obras de la carretera Ixiamas-San Buenaventura y el proyecto hidroeléctrico Miguillas.Página Siete Digital / La PazLa gigante empresa española Isolux Corsan se declaró en quiebra y entrará hoy a la lista negra de gigantes industriales que acaban en concurso de acreedores, reportó el periódico El Mundo de España, que detalla que la quiebra será ordenada ante la imposibilidad de seguir funcionando con normalidad y pagando a proveedores, entidades financieras y empleados.Ixolux estaba presente en Bolivia a través de su filial Corsán Corviam, que el pasado 31 de marzo abandonó las obras de la carretera Ixiamas-San Buenaventura con un 25% de avance y habiendo cobrado por ello 49 millones de dólares de un contrato por 137 millones de dólares.Al marcharse, la empresa dejó una deuda de 80 millones de bolivianos con cerca de un centenar de subcontratistas a los cuales empleó para la construcción de la carretera.Paralelamente, la empresa también abandonó las obras del Proyecto Hidroeléctrico Miguillas, con un avance del 7%, según fuentes oficiales. Así como también las obras de mantenimiento de la carretera Yucumo- Quiquibey y del tramo dos de la doble vía La Paz-Oruro.Según el Mundo, el destino de Isolux sólo tiene dos caminos: un acuerdo con sus acreedores para poner en marcha un plan de salvamento que haga viable la compañía y sanee su balance -con el consiguiente ajuste de tamaño-, o su liquidación. A este último final han llegado Martinsa Fadesa y, recientemente, Reyal Urbis, dos de las pocas empresas que en volumen superan el tamaño del concurso de acreedores de Isolux.El consejo de administración presentará hoy su dimisión y la constructora pasará a ser controlada por un administrador concursal impuesto por el juez y otros gestores nombrados por los principales bancos acreedores: Caixabank y Bankia.El hundimiento del grupo está ligado a una asfixiante falta de liquidez y a la pérdida de cifra de negocio, que sólo en el último año se ha hundido un 65% hasta los 758 millones de euros.Los bancos que ahora dejan caer al grupo ya realizaron un primer intento de rescate hace un año a través del cual entraron a controlar su capital.Isolux se va a concurso con una plantilla de 3.884 trabajadores tras el último ERE ejecutado por la sociedad, según los sindicatos. De ellos, los empleados de las firmas que solicitarán el concurso son 1.992 empleados, 1.104 de ellos, en España. A cierre de 2016, el número de empleados ascendía a 5.571, según su última memoria financiera.El plan concursal incluirá previsiblemente nuevos ajustes en las sociedades concursadas por la desinversión de activos que el grupo tendrá que realizar para reducir deuda y ganar liquidez.El grupo se declarará en quiebra con un agujero (un patrimonio negativo) de unos 801,9 millones de euros. En el capítulo financiero, y a pesar de la capitalización de deuda del pasado año, Isolux aún soporta un pasivo de 511 millones de euros. Para lograr un socio que rescatara la empresa, el consejo aprobó el pasado mes de mayo un plan de viabilidad que pasaba por dividir el grupo en tres sociedades. Una de ellas agruparía los proyectos solventes y con financiación del total de la cartera de obras de 2.057 millones con que cuenta al grupo. Esta nueva Isolux era la firma donde iba a entrar el nuevo socio y sería un 60% inferior a la actual.El resto de los negocios se segrerarían en otras dos sociedades, en función de sus distintas necesidades de financiación, para ser liquidadas, informa Europa Press. No obstante, este plan, aprobado por el consejo de Isolux de pasado mes de mayo, no ha contado con tiempo suficiente para ser implementado.

Por deudas, Isolux Corsán está en riesgo de declararse en quiebra

La filial Corsán-Corviam Construcción abandonó en marzo de este año y sin dar explicaciones la obra de la carretera entre Ixiamas y San Buenaventura y la planta hidroeléctrica de Miguillas, en el departamento de La Paz.La sede de la empresa Isolux en Madrid. Foto: Jaime Villanueva / El País de EspañaLa sede de la empresa Isolux en Madrid. Foto: Jaime Villanueva / El País de EspañaLa Razón Digital / Ángel Guarachi / La PazLa situación insostenible por una deuda de 1.675 millones de euros ($us 1.903 millones) hizo que el grupo español Isolux Corsán convoque a un concurso voluntario de acreedores con el fin tratar de levantar a la empresa que puede declararse en quiebra. En Bolivia, la filial Corsán-Corviam Construcción abandonó dos obras en abril de este año.Mediante un comunicado, el Consejo de Administración del grupo español informó que en una reunión se acordó solicitar el concurso voluntario de acreedores para las siete sociedades que conforman el grupo: Grupo Isolux Corsán, Corsán-Corviam Construcción, Isolux Ingeniería, GIC Concesiones, Isolux Corsán Servicios, Isolux Corsán Inmobiliaria e Isolux Energy Investments.Esta nueva etapa podría afectar a las filiales del grupo español que suman a 1.992 trabajadores, de los que 1.108 corresponden a las entidades con sede en España, incluidos 160 expatriados, y 888 a otros países.“La dirección de la compañía, los principales accionistas y los asesores han abordado el proceso de reestructuración con el objetivo de mantener el mayor número posible de puestos de trabajo, limitar los riesgos asociados a las garantías en vigor y facilitar la continuidad de la empresa a través de los proyectos que tienen viabilidad operativa y financiera”, se lee en parte del comunicado.La filial Corsán-Corviam Construcción abandonó en marzo de este año y sin dar explicaciones la obra de la carretera entre Ixiamas y San Buenaventura, y la construcción de la planta hidroeléctrica de Miguillas en del departamento de La Paz. Este hecho generó que el Gobierno ejecute-cobre las respectivas boletas de garantía por valor de $us 151 millones.A fines de marzo de este año, Isolux Corsán decidió acogerse a un preconcurso de acreedores para contar con cuatro meses más para negociar con los bancos Santander, Bankia y Caixa Bank una inyección de capital de unos 400 millones de euros que ayuden a garantizar el funcionamiento de la compañía para evitar el concurso de acreedores, sin embargo, no fue posible.Durante ese tiempo, no se logró conseguir ningún inversor que pueda ayudar a reflotar al grupo con la deuda de más de 1.675 millones de euros ($us 1.903 millones), de los cuales 1.270 millones de euros son de la deuda financiera y 400 millones de euros a los proveedores.Esta nueva etapa de Ixolux Corsán causó la renuncia del presidente y los seis miembros que integraban el órgano de gobierno del grupo de ingeniería y construcción. Una junta de accionistas aprobó el nombramiento de los nuevos ejecutivos.“La dirección de la compañía, los principales accionistas y los asesores han abordado el proceso de reestructuración con el objetivo de mantener el mayor número posible de puestos de trabajo, limitar los riesgos asociados a las garantías en vigor y facilitar la continuidad de la empresa a través de los proyectos que tienen viabilidad operativa y financiera”, señala el grupo español.El grupo informó que en los últimos días se recibió seis ofertas de adquisición de diversas unidades productivas. “En varias de ellas se propone la absorción no sólo del personal directo de las obras, sino también de un número importante de trabajadores de las áreas corporativas”, comunicó Isolux Corsán.Agregó que corresponde a los nuevos administradores del grupo aprobar las propuestas recibidas para que den continuidad a la labor empresarial y a los trabajos del Consejo de Administración que concluyó su tarea. (4/07/2017)