Tim K. Mackey, autor del estudio, afirmó en un comunicado que la investigación ayudará a mejorar los esfuerzos contra la venta ilegal de opiáceos y destacó que «nuestros resultados indican que las sustancias controladas se trafican en línea a través de diferentes estrategias y vendedores».Los datos obtenidos por el equipo investigador pueden no resultar muy útiles para las autoridades, ya que la mayoría de los delincuentes no se identifican en Twitter para realizar actividades como la venta de drogas ilegales. Sin embargo, la información obtenida podría ser de gran ayuda para encontrar enlaces que lleven a páginas de venta de opiáceos o para la detección de otras actividad ilícitas relacionadas con la salud y difundidas a través de redes sociales como Twitter.
Asimismo, los datos podrán utilizarse como una herramienta para determinar las tendencias en la venta de opiáceos en línea de una manera más eficiente que los métodos actuales.En Estados Unidos, la comercialización de sustancias en línea es ilegal desde 2008, cuando se aprobó una ley en honor a Ryan Haight, un joven que falleció después de consumir Vicodin, un medicamento que contiene hidrocodona y que compró por internet. Según Mackey, la tecnología desarrollada por su equipo podría mejorar esta ley y ayudar a que otras plataformas utilicen la herramienta para identificar contenido ilegal.
La inteligencia artificial está siendo utilizada por compañías tecnológicas para mejorar los filtros de contenido, como la identificación de noticias falsas o mensajes de odio en redes sociales.Fuente: https://hipertextual.com