5 señales para reconocer que tus besos ya no son especiales para tu pareja

¿Alguna vez has pensado que tu pareja ya no tiene interés en besarte?

Besarlo era como sentir en tus labios el cielo descrito en los cuentos de hadas que leías cuando eras pequeña, cuando aún no entendías lo que verdaderamente era el amor.



Tocarlo con la humedad de tu boca era el ritual que esperabas constantemente; la danza eterna de sus lenguas mientras intercambiaban la información que, según la ciencia, se traslada en cada uno de los sutiles toques de los bordes de ese órgano que antes parecía insignificante y que después deseaste usar en cada momento para demostrarle que lo amabas, que lo amabas, que lo amabas y que lo querías con vehemencia, mientras te apretabas hacia su rostro hasta que temblaran tus extremidades.

Creíste que así sería para siempre.

Pero un sentimiento extraño súbitamente se apoderó de ti. Ahora algo te dice que ya no es igual, que no estás frente a ese mismo individuo en el que marcaste tantas veces tu nombre con la suavidad de tus labios.

Algo dentro de ti te dice que algo está diferente. Dudas crecen en tu mente sobre si aún te quiere y tienes la seguridad de que sus labios convertidos en roca tienen la respuesta.

Si crees que hay algo mal y ves alguna de las siguientes señales, lo más probable es que todo esté a punto de llegar a su fin. La magia terminará.

Los besos ya no son tan largos

Lo que antes era una eternidad ahora es menos de un segundo. Es muy fácil darse cuenta de ese cambio, pero pocos logran identificarlo. Mientras que en el pasado podían pasar horas enteras besándose o incluso se detenían para hacer un contacto más largo en un momento súbito, en el presente eso se ha olvidado y ya no existe una conexión especial. Si ya no quiere pasar demasiado tiempo besándote, significa que está harto, cansado o que simplemente ya no le da tanta importancia a ese factor que, aunque parezca irrelevante, es una de las cosas más importantes que nos ayuda a saber cómo funciona la química en la relación.

Ya no lo hace tan seguido

Besar es una de las expresiones más simples y sencillas del amor. Si ya no lo hace seguido, a pesar de que pasen tiempo juntos, es otra prueba de que ya no le gusta hacerlo o no tiene interés en dedicarte unos cuantos segundos. Algunos podrían justificarlo con el pretexto de que, cuando una relación ya ha durado mucho, los besos pasan a segundo plano, sin embargo, si en verdad esa persona no parece querer hacerlo nunca, definitivamente hay algo mal.

La química ha desaparecido

Sientes raro al besarlo. Mientras que antes no podías dejar inhalar su aroma y de disfrutar la suavidad de sus labios cuando su saliva chocaba con la tuya, ahora nada de eso parece provocarte un efecto; la química ha desaparecido. Aunque parezca imposible, existe la probabilidad de que todos esos factores físicos que los atraían simplemente se desvanezcan, disminuyendo el profundo efecto que provocaban en un inicio. Simplemente ya no se siente bien y es tangible.

Sus labios se sienten duros y secos

Nada más obvio que la tensión en su boca para saber que ya no te quiere besar. No. No trates de convencerte de que está cansado, de que hace mucho frío; cuando besas nada de esos factores importan, y la única razón por la que alguien tendría la boca tensa es por falta de ganas o una fuerte reticencia a crear un contacto. Este factor es bastante claro y junto con los otros puntos es otra muestra de un amor que está desapareciendo.

Ya no toma la iniciativa

¿Alguna vez has pensado que solo tú eres quien comienza a besar a tu pareja? Si crees que es así y que de todas las veces que unen sus labios eres tú el que toma la iniciativa, quizá sería un factor a considerar para saber si esa persona ya no está interesada en ti. Si antes era tu pareja quien lo hacía constantemente, se hace aun más claro y obvio. A menos que ambos se encuentren cansados de tanta demostración física de afecto, esto podría ser un fuerte indicador de que ya no le atraes de esa forma.

Darse cuenta de esto podría entristecernos, pero en realidad es algo bueno. En cierta forma aceptamos que ya no existe un futuro claro para la relación, especialmente por la química, y podemos buscar a alguien con quien seamos más compatibles. Claro que si no queremos que acabe la relación, podemos hablar con nuestra pareja e intentar recuperar esa magia, para dejar de preocuparnos y seguir viviendo aquel amor de cuento de hadas con el que siempre soñamos.

Fuente: Cultura Colectiva