Primum non nocere: Sistema de Salud y Código Penal

*Norma Yalila Casanova 

Un Sistema de Salud, es una estructura  social en la que están involucrados diferentes actores que cumplen acciones destinadas a mantener y mejorar la salud de la población (OMS). Son las acciones planificadas y organizadas entre instituciones y organizaciones que ponen a disposición servicios para, proteger y mejorar la salud, como también promocionar, prevenir y rehabilitar.

 En el marco previo a la anunciada Cumbre departamental y Nacional de Salud el año 2013, el diagnóstico realizado nos llevó a identificar desde la percepción de los usuarios a dos elementos claves como dadores de salud: el médico y la enfermera, dejando de lado (desde esa percepción), al portero, recepcionista, camillero, radiólogo, anestesista, laboratorista, farmacéutico/a, etc., que forman parte del equipo médico y paramédico en la atención de salud. Una percepción sesgada por la información amarillista de los casos de “negligencia”, atribuidos a sólo estos dos actores: el médico y la enfermera. La responsabilidad de las batas blancas, no es de resultados, es de medios. Los profesionales en salud, ofrecen los conocimientos científicos que aprendieron en la universidad  y  la pericia que adquieren con la práctica. Sin embargo, la prudencia de tomar decisiones de comisión o de omisión y la diligencia al proporcionar los cuidados necesarios con prontitud y dedicación, es importante y algunas veces define los resultados. El desenlace de la enfermedad que tiene un paciente, depende también del estado en el que llega a la atención médica y de las reacciones que su organismo tiene con respecto al tratamiento y a la intervención quirúrgica. Por tal motivo, la documentación escrita del histórico del paciente es significativa para establecer la responsabilidad del profesional y deben investigarse acciones de impericia, negligencia y dolo; la sanción, debe ser relativa al peso de la culpa o  imprudencia. En Bolivia, la pobreza acarrea enfermedades prevenibles, desnutrición, abandono e indolencia por uno y por los más cercanos. Vivimos en una sociedad presa de la vanidad y el culto al cuerpo, arriesgando la vida por tener una nariz respingada, más busto, más nalgas y más cintura. En Santa Cruz de la Sierra, tenemos un sistema de salud colapsado e insuficiente, donde las bacterias hospitalarias se multiplican al calor abierto de ventanas de instalaciones saturadas con pacientes de todo tipo. Ser médico y enfermera, se ha vuelto una profesión riesgosa y ahora punible, castigable y censurable por un Código Penal que pretende darle al Estado su expiación en la parte débil de la cadena del sistema de salud. ¡Primun non nocere!, que traducido es “primero no hacer daño”, una máxima que debe llegar a la conciencia de los tomadores de decisión, para que suscriban con responsabilidad lo que puede llevar a la cárcel a un familiar cercano, sin el debido proceso de investigación. Mi homenaje a los médicos y enfermeras que día a día trabajan en condiciones indeseables, poniendo en riesgo su vida.Investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales – JOM, U.A.G.R.M*Socióloga. [email protected]