Cómo el aspecto humorístico de lo burdo puede ayudar a los niños a entender sus cuerpos

Por Howard J. Bennett (Especial para The Washington Post)

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A los niños les encanta el humor. Aunque nadie quiere que sus hijos griten «pis» o caca» en medio de un restaurante, si tu hijo está obsesionado con los mocos, los eructos y el mal aliento, puedes usar esto como una oportunidad para analizar cómo funciona el cuerpo.



Lo sé porque soy pediatra y padre. A menudo, utilizo el humor innato para explicar las cosas a mis pacientes más jóvenes, a veces cuando sus padres observan eso en estado de shock. ¿Pero adivinas qué? Los niños recuerdan cuando les cuento acerca de por qué tienen algo llamado flatulencia. Espero dar a sus padres, que a menudo están tan sintonizados con decirles que sean correctos y se comporten, una excusa para divertirse un poco también.

Siempre para ayudar, aquí hay algunos hechos y formas de explicar el funcionamiento interno del cuerpo y lo puedes encontrar en mi nuevo libro El cuerpo fantástico.

Recordad, padres, en realidad no es asqueroso. El cuerpo es increíble. A continuación, te doy algunos consejos sobre cómo explicar algunas cosas a los hijos.

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El súper estornudo

El estornudo es un reflejo que impulsa el moco y los objetos extraños hacia fuera de la nariz. Cuando estornudas, el aire y miles de pequeñas gotas de moco salen disparadas de tus fosas nasales de forma muy rápida y pueden viajar de 91 a 762 centímetros por el aire. Cualquier germen procedente del estornudo podría caer sobre otras personas y enfermarlas. Es por eso que debes taparte cuando estornudas o toses.

Saliva resbaladiza

El cuerpo humano está cargado de glándulas. Algunas producen lágrimas, otras sudor o aceite. Tu boca tiene seis grandes glándulas y cientos de pequeñas glándulas que producen saliva. Aunque los niños pueden pensar que el propósito de la saliva es participar en concursos de escupir, en realidad tienen cosas más importantes que hacer. La saliva mantiene los tejidos orales húmedos, se mezcla con los alimentos para que tengan un mejor sabor, sea más fácil de tragar y contiene químicos que combaten los gérmenes (anticuerpos) para ayudar a prevenir la caries dental y otras infecciones en la boca.

Aliento de dragón

Tu boca es el hogar el de miles de millones de bacterias «buenas». Estos organismos microscópicos no te enferman, pero viven en tus dientes, mejillas, lengua y en cualquier otra estructura de tu boca. Como no comes ni bebes cuando duermes, un gran número de bacterias que normalmente serían lavadas por la garganta tienen la oportunidad de «festejar hasta el amanecer». A medida que estas bacterias se reproducen, ensucian el aire que las rodea y también en tu interior. Los productos de desecho que producen son los que causan esa mala respiración de buena mañana.

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Eructar o no eructar

Cuando tragas, pequeñas cantidades de aire entran a tu estómago junto con lo que has estado comiendo o bebiendo. El aire es más liviano que el agua, por lo que se eleva a medida que tu estómago se agita. Cuando la presión aumenta en el estómago, el extremo inferior del esófago se abre brevemente dejando escapar el aire. Cuando esto ocurre, un «burrrrrrp» hará eco. El eructar es una parte importante de la digestión. Si no has podido eructar, tu estómago podría hincharse, lo que puede causar dolores de gases. Es por eso que los bebés se vuelven quisquillosos y dejan de beber a menos que eructen durante la alimentación.

¿Quién cortó el queso?

No todo el aire que tragas sale de tu cuerpo como un eructo. Parte de esto continúa hasta la última parte de tu intestino. Hay billones de bacterias en tu intestino grueso. Estas criaturas microscópicas son parte del microbioma humano que se discute mucho estos días. Además de ayudar a digerir los alimentos, estas bacterias producen gases que se suman al aire ingerido que ya está en los intestinos. Los pedos se componen de oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono, metano y sulfuro de hidrógeno. La mayoría son inodoros, pero contienen sulfuro de hidrógeno. Este es el químico que le da a los pedos el olor a huevo podrido. La persona, de media, se tira unos 15 pedos al día. La mayoría de las personas se guardan los pedos, pero a los niños (de todas las edades) les encanta compartirlos con amigos y familiares.

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Aquí hay olor

¿Alguna vez has notado que un niño de 16 años sin lavar huele mucho peor que un niño de 6 que tampoco se ha duchado? Hay una justificación. Las personas tienen dos tipos de glándulas sudoríparas. Las glándulas ecrinas funcionan en todas las edades. Las glándulas apocrinas no comienzan a funcionar hasta que un niño llega a la pubertad. Los tipos de bacterias que producen un olor corporal apestoso adoran darse un festín con el sudor producido por las glándulas apocrinas. Es por eso que un apestoso niño de cuarto grado huele a suciedad y otro de décimo grado huele a vestuario.

Fuente: infobae.com