Médicos ganaron la pulseta al Gobierno en 2012 y en 2017 van por el mismo camino

Médicos ganaron la pulseta al Gobierno en 2012 y en 2017 van por el mismo camino medi

Una marcha de estudiantes de medicina de la UMSA. Foto ANF



La Paz, 28 de diciembre (ANF).- Bolivia vivió en la última década dos conflictos médicos que pese a tener diferentes demandas, compartieron las mismas medidas de presión: fueron objeto de estrategias de agotamiento y en ambas oportunidades se propusieron “cumbres de salud” con la intención de resolver los problemas generados en este ámbito.  

Otra muestra de estas semejanzas es que el paro indefinido que actualmente mantienen los galenos en el país cumplió esta jornada 36 días y poco a poco se acerca a los 53 días de suspensión indefinida de actividades que alcanzó el paro de 2012.

Pese a las semejanzas o diferencias, el gobierno de Evo Morales no pudo salir victorioso en 2012 y se proyecta a obtener el mismo resultado esta gestión que está a pocos días de acabarse.  

La primera vez que los médicos “le ganaron” al Presidente

En enero de 2012, el presidente Evo Morales emitió el Decreto Supremo 2611, cuya reglamentación entró en vigencia a partir del 27 de marzo, con el que se ordena restablecer la jornada laboral completa de 8 horas y la media jornada de 4 horas para “el Sistema Nacional de Salud del Estado Plurinacional de Bolivia: Público y la Seguridad Social de Corto Plazo”.

Esto generó malestar en el sector médico y un día después de que el decreto tomó vigencia iniciaron un paro general indefinido en rechazo al mismo, pese a las advertencias de las autoridades del Ministerio de Salud, quienes denunciaron que los médicos no asistieron a las convocatorias que se hicieron para elaborar la reglamentación.

Así comenzó uno de los conflictos más representativos del 2012 porque los galenos mantuvieron sus medidas de protesta, marchas, piquetes de huelga y el paro indefinido.

Dichas movilizaciones fueron protagonizadas por los trabajadores en salud, el Colegio Médico de Bolivia, el colegio de enfermeras y colegios médicos departamentales, estudiantes de medicina de las universidades, catedráticos y la Central Obrera Boliviana (COB).

Los trabajadores expresaron estar de acuerdo con las ocho horas laborales, pero a cambio pidieron ser incorporados en la Ley General del Trabajo y sus haberes homologados a lo que perciben sus similares en las cajas de salud.

Contrariamente, los médicos rechazaron contundentemente el Decreto argumentando que las horas de trabajo no eran un factor que generaba la crisis en la salud, sino otros temas como la falta de infraestructura y equipamiento.
 
Luego de días de protesta, el 16 de mayo el Gobierno promulgó el Decreto Supremo 1232 con el que se suspendió la aplicación del Decreto 2611 y se convocó a la Cumbre Nacional de la Salud. Además se ratifica la vigencia de las normas previas a la aprobación del decreto cuestionado, por lo tanto, restablece las seis horas de trabajo para médicos y trabajadores en salud.  

Finalmente, el 19 de mayo Gobierno y médicos arribaron a un acuerdo con la firma de un documento de 11 puntos, que señala que el sector médico retoma sus seis horas laborales hasta la realización de la cumbre de salud, evento que fue postergado por varios años y que no se concretó.

Solo se supo de cumbres departamentales que contaron con la presencia de movimientos sociales y la escasa participación de los médicos, algo que quedó en nada.  

Conflicto médico 2017: ¿La segunda derrota de Evo?

El conflicto médico de este año se agudiza con el paso de los días pese a que el Gobierno, así como en otros conflictos, utiliza la estrategia de dilatar y debilitar el movimiento, que por el contrario, con el tiempo ha obtenido el apoyo de varios sectores sociales.

El 23 de noviembre y luego de promover reiteradas movilizaciones, el Colegio Médico de Bolivia, ente que aglutina a todo el sector médico, inició el paro indefinido rechazando el artículo 205, referente a la mala práctica profesional, del anteproyecto de Ley del Código del Sistema Penal, el Decreto Supremo 3385, con el que se crea la Autoridad de Control de Fiscalización para todos los sistemas de seguridad social, además de los subsectores públicos y privados del país.

Pasados algunos días, más médicos se sumaron a la protesta y el Gobierno convocó a distintas reuniones para dar fin al paro indefinido ante la gran cantidad de pacientes que se vieron afectados por la suspensión de los servicios. Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo y el conflicto se agravó con la unión de los médicos de las cajas privadas, sociedad civil y estudiantes universitarios, en especial los de medicina.

El 15 de diciembre y en medio de las protestas médicas, el presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, promulgó la cuestionada Ley del Código del Sistema Penal y emitió otra advertencia al sector médico: volver a sus fuentes laborales o sufrir el descuento en sus haberes.

Esta situación generó indignación en el gremio movilizado que incrementó los piquetes de huelga de hambre en el país y rechazó cualquier tipo de diálogo con la ministra de Salud, Ariana Campero, a quien desconocieron como autoridad y pidieron su renuncia.

Asimismo, solicitaron un encuentro con el presidente Morales para expresarle sus demandas, sin embargo, se negaron a levantar sus medidas de presión, algo que rechazó el Gobierno y descartó cualquier tipo de diálogo si el sector movilizado mantenía sus protestas y el paro.  

Los siguientes días las protestas se tornaron más violentas con la participación de los estudiantes de medicina de la UMSA, quienes enfrentaron a la Policía que resguardaba los predios del Ministerio de Salud en La Paz.

A días de las fiestas de fin de año, el movimiento no cesó en sus protestas e incrementó el apoyo de la población que recriminó la actitud de las autoridades del Estado que extendía el conflicto hasta finales del año.

Durante la Nochebuena y Navidad, los médicos mantuvieron sus huelgas de hambre y protagonizaron marchas de protesta. Familiares y la ciudadanía nutrieron las movilizaciones de los médicos que ya no solo exigían la abrogación del artículo 205 y del Decreto Supremo 3385, sino que apuntan a una ley macro de salud.

Ante ello, el Gobierno nuevamente convocó a las negociaciones, pero a la par de descartar la anulación del artículo 205 propuso la realización de un “gran encuentro del pueblo por la salud”.

Si bien los médicos aceptaron la propuesta del Gobierno, se negaron a suspender sus movilizaciones, por lo que el diálogo nuevamente quedó en vilo.

En los últimos días, los médicos cruceños decidieron bloquear la carretera Santa Cruz – Beni, sector Puerto Paila, y fueron violentamente reprimidos y algunos aprehendidos por la Policía que despejó la vía. Pobladores de esa localidad también fueron víctimas de los gases lacrimógenos tras expresar su apoyo a los movilizados.  

Otros sectores como la COB y el transporte pesado ya anunciaron su apoyo a los galenos y tienen previsto desarrollar marchas de protesta en los próximos días y en las primeras semanas de 2018, con lo que se evidencia que las movilizaciones no cesarán durante el fin de semana y el feriado de Año Nuevo.

/ANF/

Fuente: noticiasfides.com