Mesa se solidariza con el CEDIB, tras arremetida del gobierno contra la ONG

La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) congeló de manera sorpresiva las cuentas bancarias del Centro de Documentación e Información (CEDIB), organismo dedicado a la investigación y esencialmente a la defensa de los derechos humanos en Bolivia.

Mesa se solidariza con el CEDIB

Hace días se conoció que la ASFI por orden judicial congeló las cuentas bancarias de la entidad.Mesa se solidariza con el CEDIBANF.- Después de que la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) congeló de manera sorpresiva las cuentas bancarias del Centro de Documentación e Información (CEDIB), el expresidente Carlos Mesa le expresó su apoyo, porque es una entidad que es parte de la memoria del país.“#AguanteCEDIB Por su tarea de tantos años, porque es parte de la memoria del país, por el derecho a la palabra. Mi apoyo a CEDIB”, escribió el exmandatario en su cuenta de Twitter.El pasado jueves el director ejecutivo del CEDIB, Marco Antonio Gandarillas, informó a ANF que el día martes 28 de noviembre esta institución fue ingratamente sorprendida cuando fue impedida de realizar transacciones bancarias.“Al consultar al respecto a nuestro banco, éste nos informó que nuestras cuentas fueron congeladas por orden judicial a requerimiento de ASFI”, dijo. La ASFI reconoció que procedió a la retención de cuentas del CEDIB pero en mérito a una orden judicial.Para la organización sin fines de lucro que tiene su sede en la ciudad de Cochabamba existe un sistemático ataque del Órgano Ejecutivo, por diferentes mecanismos para afectar el funcionamiento del centro de documentación y en esencia a su condición de defensora de los derechos humanos.Los representantes de las comunidades indígenas han responsabilizado al Gobierno del hostigamiento contra la institución y han rechazado la criminalización de las organizaciones por ser contraria al Estado de Derecho, porque vulnera derechos fundamentales.El CEDIB el año pasado fue desalojado de los predios de la Universidad Mayor de San Simón, y se vio obligado a trasladar todo su centro de documentación de miles y miles de archivos, hemeroteca y libros.Página Siete