Incitación al odio



Algunos están asombrados por las incitaciones al odio y el racismo que se hace desde la cúpula del Gobierno, pero aquello no debería sorprender a nadie, puesto que esa conducta ha sido precisamente el arma de batalla del “proceso de cambio”. Los mismos que pronosticaron que el sol y la luna se ocultarían si triunfaba el “No” en el referéndum del 21 de febrero, andan con el verbo emplazado hacia la confrontación y cada vez que tienen la oportunidad, buscan hervir la sangre de campesinos e indígenas en contra de los odiados “colonialistas”, “vendepatrias”, “explotadores”, “oligarcas”, “imperialistas”, etc. etc. “No hay nada nuevo bajo el sol”, ni siquiera el objetivo que se busca con esas provocaciones, que en su momento desataron el cerco a Santa Cruz (2008) y la violencia en Cochabamba (2007) con un saldo lamentable en heridos, muertos y violencia fratricida. De hecho, en los últimos días, junto con toda esa violencia verbal de los grandes jerarcas, se ha mencionado la amenaza de sitiar nuevamente a la capital cruceña. Lo novedoso, lo llamativo y asombroso, es que ni siquiera los movimientos sociales más aguerridos parecen llevarle el apunte a los promotores del odio.

Fuente: eldia.com.bo