Los secretos de la nueva tabla de surf motorizada que causa furor en Estados Unidos

El dispositivo reinventa a las tablas de surf tradicionales al ofrecer las prestaciones de una moto de agua

Justo cuando parecía que ya no quedaba mucho más por inventar, una firma con base en las afueras de la capital croata de Zagreb, busca revolucionar el mundo de los deportes acuáticos con un producto que se presenta como un híbrido entre una tabla de surf y una moto de agua.



Bautizado con el nombre de «JetSurf», el artilugio cuenta con un motor a chorro de agua similar al utilizado en los ya tradicionales «Wave Runners» que abundan en ciudades como Miami o Cancún, pero con la particularidad de ser de un tamaño mucho más reducido, lo que permite mantener un bajo peso sin perder prestaciones sobre el agua.

El gadget extremo, que recuerda a la patineta voladora utilizada por Marty McFly en «Volver al Futuro», es parte de una nueva tendencia a nivel mundial, donde ya existen torneos específicos de los que se conoce como «MotorSurf».

Las tablas cuentan con distintas configuraciones que permiten que sean utilizadas tanto por principiantes como por expertos en la materia. Su motor de dos tiempos de 100 centímetros cúbicos le brinda una velocidad máxima cercana a los 60 km/h, en su configuración de mayor performance, y permite realizar piruetas aéreas similares a las que se pueden lograr mediante la práctica del kitesurf, pero con una demanda energética mucho menor para quien la monta.

Construidas enteramente en fibra de carbono y diseñadas con tecnología heredada de la categorías máximas del automovilismo y motociclismo, la Fórmula 1 y la MotoGP, las tablas pueden ser usadas en la mayoría de los cuerpos de agua presentes alrededor del mundo.

Con un peso promedio que se ubica en torno a los 18 kilogramos, la tabla puede registrarse como una maleta más a la hora de volar en avión, lo que brinda la posibilidad de explorar distintos destinos al mando del dispositivo motorizado.

«Elimina todo lo complicado del surf y permite montar las olas sin tener que crear ese impulso con el propio cuerpo y la tabla « compartió el vocero de la compañía, Philipp Wolf. Por obvios motivos, la tabla no puede ser utilizada en competencias tradicionales de surf, pero ha generado un submundo paralelo en el que están apareciendo verdaderas figuras internacionales de la nueva disciplina.

Sus fabricantes afirman que un tanque de gasolina permite montar la tabla durante aproximadamente una hora, pero aun los más expertos aseguran que resulta casi imposible resistir tal nivel de exigencia a bordo de la tabla por dicho período de tiempo.

El hecho de que alcance una velocidad tan importante y que las piernas del surfer sean las que deban tolerar todo el peso del cuerpo en condiciones extremas, hace que se convierta en una actividad física no apta para personas fuera de estado.

Además del potencial de poder volar por el aire en mares con presencia de olas considerables, la tabla también puede ser utilizada en ríos y lagos con el simple objetivo de recorrer grandes distancias con fines recreativos, al igual que con una moto de agua.

Su precio en los EEUU comienza en los USD 8.900 para el modelo UltraSport, destinado a principiantes y fabricado 100% en fibra de carbono, alcanza una velocidad máxima de 40 km/h.

El modelo FactoryGP de nivel intermedio tiene una mayor velocidad máxima de 55 km/h y se comercializa por USD 10.900, mientras que el modelo Race, pensado para las competencias, alcanza los 58 km/h y presenta un valor promocional de USD 11.900.

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Fuente: infobae.com