8 consejos para prevenir delitos informáticos

Los avances tecnológicos e Internet hoy nos permiten hacer todo desde el dispositivo móvil, desde tener al alcance las noticias en tiempo real, hasta la posibilidad de alquilar o comprar una casa sentados en el living, desde nuestro teléfono. Pero estas facilidades dejan espacio para oportunistas que intentan sacar ventajas también en el mercado inmobiliario. Podemos evitar los delitos informáticos si tenemos en cuenta sencillos aspectos que detallamos a continuación:

1) Reclamo de datos personales: Un estafador siempre pide datos claves como excusa para realizar transferencias de dinero o envíos lo antes posible. Nunca brindes documento personal, número de cuenta o número de tarjeta de crédito por mail o whatsapp. Las empresas serias jamás piden estos datos por estas vías.
2) Paciencia de pescador: Un estafador busca atrapar tu atención con un anzuelo tentador, como el  envío de una fuerte suma de dinero a cambio de un bien o servicio, por el que está dispuesto a pagar el precio que sea. Tal pago nunca se concreta y el que termina enviando dinero es el destinatario. La entrega de un premio es otra de las carnadas que suelen usarse, aunque cada vez menos debido a su escaso éxito en el engaño. La idea es que para retirar un premio debes pagar los gastos de envío y de aduana, finalmente el premio no llega nunca y tu dinero se va por el caño.

3) Documentos falsos: Es muy común que un estafador utilice credenciales falsas para brindar credibilidad. Quien te contacta envía links a webs falsas o documentación que parece real y fiable pero claramente no lo es.



4) En algún momento te piden dinero con excusas: Impuestos, gastos de envío, tasas… Cualquier excusa sirve para pedir efectivo al destinatario, supuestamente para destrabar una transferencia de dinero o el envío de algún paquete que nunca llegará.
5) Siempre hay un problema, siempre está en otro país: Quien te contacta afirma estar en otro país o en un lugar remoto. Además de hacerse pasar por alguien que no es. Es fácil de detectar: las comunicaciones casi siempre vienen de remitentes desconocidos o dudosos. En estos casos siempre desconfía.
6) Primero una cosa y luego la otra: El premio que te iba a llegar, o el dinero que ya debería estar en tus manos por cualquier tipo de transacción entre tú y el que todavía no sabes es el estafador, llegaba por una vía pero ahora finalmente lo enviará por otra; o también el interlocutor comienza a escribirnos mails desde otra dirección de correo… Este tipo de modificaciones no son frecuentes en una interacción convencional. Suelen presentarse en los casos de estafa una vez avanzado el intercambio de mensajes, y el delincuente lo hace con el objetivo de alargar la conversación y tener más tiempo para convencer a su víctima o para conseguir más dinero.
7) Una vez, varias veces: Lo usual es que cuando el estafador consigue el dinero que reclama, desaparece. También está el ambicioso delincuente que reinventa nuevos reclamos para conseguir más envíos hasta exprimir todo lo posible su nueva mina de oro: tú. No envíes dinero hasta no estar seguro, y si ya lo hiciste no envíes ningún monto extra hasta no estar seguro de que todo está en orden. Cuando las transacciones son serias, las empresas y sus empleados son los primeros en preocuparse por darte todo tipo de garantías y seguridad. Si no las tienes no des un solo paso.
8) La clave del teléfono fijo: Es de sospechar si ante el pedido de un número de línea nos dan largas excusas o eluden el tema. El estafador nunca brinda un teléfono fijo donde poder contactarlo, ya que son muy fáciles de rastrear.