Augurios y presagios



La última vez que el oficialismo ganó una elección de manera contundente fue el 2014, aunque tres años antes había recibido una paliza en los comicios judiciales y lo propio sucedió el 2015 en la elección de alcaldes y gobernadores, donde perdió en la mayoría de los lugares importantes. Algunas victorias como en el Beni y Chuquisaca salvaron el honor pero fue gracias al fraude descarado. Cada vez que se convocaba a una elección el presidente Morales prometía ganar con el 70 por ciento y el 2016, en el Referéndum, dijo que aquello iba a ser “pan comido”. El primer mandatario acaba de decir en el Chapare que ganar  elecciones es cosa fácil; “ganaremos como si nada”, ha dicho, haciendo alusión al 2019. Los que creen en las cábalas, yeteras  y ese tipo de cosas ya  tienen algo para comentar. Los que desconfían del fraude y los empates técnicos, también.

Fuente: eldia.com.bo