Transportistas y gremiales ven un «infierno fiscal» por los descargos

El presidente de la Cámara Nacional de Transporte Boliviano Internacional, Gonzalo Valdiviezo, y el secretario de relaciones de la Confederación Nacional de Gremiales de Bolivia, César González, denunciaron ayer que sus afiliados no pueden realizar descargos fiscales con facturas de alimentos, salud, educación e indumentaria.

Debido a ello informaron que deben pagar multas de hasta 12 millones de bolivianos. La situación de ambos sectores se agrava, porque algunos rubros afines a la actividad económica de sus asociados que pueden emitir facturas válidas son informales, como los talleres mecánicos y tiendas de repuestos.    



Valdiviezo explicó que el sistema impositivo boliviano para los trabajadores que están bajo el régimen simplificado o general sólo permite presentar facturas relacionadas a la actividad económica del contribuyente, depurando cualquier otro rubro no vinculado de forma directa.

“No toman todas las facturas de salud, educación, vestimenta y alimentación para descargados impositivos, cómo otros sectores públicos tienen estos beneficios. Este tipo de discriminación enseñamos a nuestros hijos al no pedir facturas relacionados al transporte”, señaló.

Detalló que los transportistas sólo pueden descargar facturas de llantas, repuestos, lubricantes y algunos accesorios relacionados al camión como carpas y cinturones de seguridad.

Igualmente, advirtió que el criterio fiscal no considera la vida familiar del afiliado y deja afuera los gastos generados en concepto de educación o salud de sus esposas e hijos.

“No hay un solo mecánico que nos extienda factura. Y nosotros constantemente vivimos día a día en un taller para arreglar los caminos, son costos muy elevados que no podemos descargar, porque el mecánico no tiene NIT, trabaja ilegalmente”, indicó.

Por otra parte, detalló que cada llanta cuesta 300 dólares, pero si se exige factura se eleva hasta los 350. Como ejemplo, detalló que el mantenimiento habitual que realizan los transportistas es la  modificación de los remolques, que tiene un precio de 10 mil bolivianos. Valdiviezo calificó la situación como “terrorismo tributario”.

Mientras tanto, González coincidió con Valdiviezo y aseguró que la limitación de descargo con facturas es un problema que atraviesa a diferentes sectores de contribuyentes.

“En todos los rubros, inclusive hay noticias que nos dicen que Bolivia es considerada como un infierno fiscal, tiene la política impositiva más dura”, cuestionó González.

Lamentó que los afiliados a su sector deben afrontar multas impositivas que van desde los 450 hasta los 12 millones de bolivianos.

“El problema es complejo, como sector se afrontan cuantiosos valores que también se trasladan a los horarios de los abogados que piden entre el 5 al 10 por ciento sobre el monto, cuando todavía no se ha ganado”, detalló González.

 

12 millones de bolivianos. Es el monto máximo de multa percibido por los afiliados a la Confederación Nacional de Gremiales. 

 

LA PRESIÓN TRIBUTARIA DE LOS ÚLTIMOS 12 AÑOS ALCANZÓ EL 19,4% EN BOLIVIA

El viceministro de Política Tributaria, Jhonny Morales, explicó ayer que Bolivia tuvo un promedio de 19,4 por ciento de presión tributaria durante los últimos 12 años, frente al 26,6 de los países de la región.

La información fue difundida ayer en una conferencia de prensa en respuesta a un estudio publicado por el Banco Mundial que posiciona al país por encima del promedio tributario de los países vecinos.

Según Morales, la presión tributaria es un indicador económico que permite identificar el valor del dinero de los ingresos que se perciben y se destinan al pago de impuestos.

“La presión tributaria a lo largo de los 12 últimos años ha estado en el promedio de 19,4 por ciento, ustedes advertirán que este promedio está muy por debajo del nivel de presión tributaria que se señala en este estudio del Banco Mundial, de 26,6” por ciento, sostuvo.

Además detalló que en los últimos dos años, la presión tributaria se ubicó en un promedio del 18, 3 por ciento.

Con este cálculo ejemplificó que de cada 100 bolivianos generados en la economía del país 18 se destinan al cumplimiento de las obligaciones impositivas.

Además, destacó que la presión tributaria en la región es superior a lo que se registra en Bolivia, donde su principal arancel es el Impuesto al Valor Agregado, que asciende al 13 por ciento frente al 22 de Uruguay, 19 de Chile o Brasil y el 18 de Perú.

Afirmó que las empresas de Bolivia registraron un incremento de utilidades en los últimos 12 años. En 2017, éstas alcanzaron los 27,76 millones de bolivianos frente a los  6,7 de 2005.

Fuente: lostiempos.com