El comercio de la carne de res, madera, soya y el aceite de palma son las principales causas de la deforestación en el mundo. En América Latina, ésta va ligada a la creación de zonas de pasto para la cría de ganado.
En el país vecino, Bolivia, la situación no es mucho mejor. Según datos de la Fundación Solón, «Bolivia ocupa el séptimo lugar en el ranking de los 10 países que a nivel mundial perdieron mayor superficie de bosques en los últimos 25 años”. Asimismo, el país es el segundo lugar en Sudamérica, después de Paraguay, en emisiones per cápita. Y es que «el 81 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero son por la combustión de naturaleza viva”.A pesar de contar con objetivos de cero deforestación ilegal en 2020, según la contribución nacional al Acuerdo de París, el gobierno ha aprobado diferentes normas para legalizar y ampliar el desmonte de bosques «que está lejos de contribuir a la preservación de los bosques”, critican desde la entidad boliviana, que fue representada por su director ejecutivo, Pablo Solón.Acuerdos comerciales: ¿perjudican más que ayudan?Además de atacar la demanda, los activistas reclamaron que se aborde el suministro de estos cuatro productos básicos. «Cualquier acción climática debe desafiar los acuerdos de libre comercio que promueven la deforestación de la carne de res. El actual acuerdo de la UE-Mercosur, por ejemplo, supone peores impactos en América del Sur porque la Union Europea se está preparando para comprar grandes cantidades de carne de América Latina, lo que destruirá nuestros bosques para la cría de ganado», alertó el activista paraguayo.Asimismo, «la producción de soya, principalmente para piensos animales, está convirtiendo ecosistemas preciosos como el Cerrado de Brasil en una gran granja de soya. Muchas especies endémicas se están extinguiendo”, denunció Diana Aguilar de la organización FASE.
Por otro lado, la presión que ejercen las grandes empresas en las cumbres internacionales ensombrecen las decisiones que se toman en ellas. Un ejemplo de ello es lo sucedido con la Declaración de Nueva York sobre los Bosques de 2015, según Simone Lovera, Directora Ejecutiva de Global Forest Coalition. «Sabemos que hay muchas empresas que pasaron un año intentando de desautorizar el objetivo específico de cero deforestación en 2020 y convertirla en 2030”, criticó recordando la gran diferencia que puede suponer que se retrase una década este objetivo para países como Paraguay.Teniendo en cuenta las consecuencias medioambientales que provoca la deforestación a causa de la carne de res, «debe haber límites y regulaciones con tipos de bienes, teniendo en cuenta el impacto que tienen”, abogó Solón. Con experiencia en acuerdos de libre comercio sugirió como alternativa «traer la discusión a la mesa” presentando «un caso particular a los diferentes foros internacionales”.Autora: Judit Alonso (VT)Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |
Fuente: www.dw.com