Denunciante de racismo está «encargada»; el agresor no trabaja, pero recibe sueldo

La denuncia contra el docente Juan Carlos Herrera de la Facultad de Derecho de la UAGRM no avanza porque el agresor está internado en un psiquiátrico y se declaró no apto para presentarse a las audiencias.

Han pasado siete semanas desde que Wendoly Jiménez, estudiante de Derecho de la UAGRM, denunció por racismo y discriminación a uno de sus docentes. Hoy, enfrenta las consecuencias por haberse atrevido a no callar. Pide garantías a la universidad. “Sólo quiero estudiar”, dice.

El pasado 2 de abril, a través de un audio difundido en las redes sociales se reveló  un caso de discriminación y racismo en el interior del a Universidad Autónoma  Gabriel Rene Moreno (UAGRM) de Santa Cruz. El involucrado fue  identificado como Juan Carlos Herrera, abogado y docente de la carrera de Derecho. Tras la denuncia, otros   casos similares salieron a la luz.“Te la/lo encargo a fulana/o”, es la expresión que suelen usar los docentes cuando le advierten a otro colega sobre algún estudiante que “causa problemas”. Así lo afirma  Gloria Bravo, exestudiante de la UAGRM.  Añade que una vez que “te encargan” nada vuelve a ser lo mismo. Nunca.La prueba del delito Wendoly Jiménez es estudiante de segundo año de Derecho en la misma casa superior de estudios de la que se graduó Bravo. El 29 de marzo fue a la sexta clase de Derecho Administrativo que dictaba Herrera. Era jueves, hacía mucho calor y el reloj marcaba las 11:00 de la mañana. Como ya era habitual, minutos antes de empezar la clase, Wendoly activó la opción de “grabar” en su celular. Esta pequeña acción precautoria le generaba confianza. Es que luego llegaba a casa y podía volver a oír lo aprendido. No había premeditación.“Que se den cuenta toditos, que son los collas e’mie… los que nos roban a nosotros los cambas”. Es uno de los enunciados que se registraron aquel día en la clase, en la que el docente empezó a alzar la voz  con términos racistas y discriminatorios. Todo quedó grabado. Hasta la risa cómplice de aquellos alumnos que no se incomodaron. “Son unos collas e’mierda, hijos de puta, toditos, carajo…” (risas).Emergieron entonces  algunas voces disidentes. Eran tres estudiantes  que aún sin ser amigas confluyeron en un mismo lugar de indignación. El docente se puso a la defensiva e intentó sacar  del aula a una de ellas, Wendoly.“Se me va de aquí”, grita Herrera, molesto. Wendoly no se va y enfrenta con altivez la respuesta:  “entonces, dejate de tus huevadas, dejate de joder”.La clase terminó y no pasó ni 24 horas para que las declaraciones se hicieran virales y hayan sido oídas por más de medio país. Condena en las redes sociales. Noticia central en los noticieros. Tema de charla en la calle.Varias autoridades repudiaron  ese acto a través de Twitter.  Y así empezó aquella historia que luego sería un boomerang para la denunciante, para Wendoly.Varios antecedentes“‘O sos paco, o sos hijo de paco. Todos en este curso son unos collas, raza maldita…’. Así nos decíael Dr. Herrera. Por eso pedimos su destitución. No lo destituyeron, pero a nosotros nos cambiaron dedocente para la materia. Era Introducción al Derecho. Estábamos en primer año, pero no tuvimos miedo. Es que nos apoyamos entre todos. Hicimos una carta y la firmamos junto a nuestro número de registro. Yo fui la representante del grupo, por eso quedé “encargada” y sufrí las consecuencias hasta el último día de clases. Cuatro años tormentosos de los que no me voy a olvidar”, testifica Gloria Bravo, ahora abogada y exalumna del Dr. Herrera.



Gloria pertenecía al grupo H1 de la Carrera de Derecho de la UAGRM y el 25 de junio de  2014 presentó una denuncia por malos tratos ante Manfredo Menacho, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas. En el documento presentado, Gloria es portavoz de su grupo y dice: “ya no aguantamos más su falta de respeto y abusos discrimatorios”,  refiriéndose a Herrera. El mismo docente con el que se encontró Wendoly, cuatro años después.Ambas se conocieron luego de que el audio se hiciera viral. Se contactaron y ahora Gloria es testigo en la denuncia que se ha interpuesto contra el docente por los delitos de racismo y discriminación. Gloria cuenta que en 2014, diez alumnos abandonaron la materia por las agresiones verbales, “uno de ellos inclusive, sufrió que el profesor le escupa”.“Entiendo perfectamente a Wendoly y ya sé lo que se le viene porque pasé por lo mismo. Las represalias las viví hasta el último día que pisé la ‘U’. Desaparecían mis exámenes, no aparecía en las listas, no me tomaban en cuenta algunos profesores, quienes por mandato del discriminador, me daban trato de ‘encargo’”.HomofobiaYerko Áñez, secretario ejecutivo del Centro Interno de Derecho, señala que tiempo atrás recibió una queja por homofobia contra Herrera. “Era un estudiante que no es homosexual pero que según el docente, este estudiante lo estaba persiguiendo a él hasta su vagoneta. Herrera le dijo que era un homosexual y que no quería que pase clases en su aula”.Áñez asegura que a lo largo de su gestión, ha recibido reiteradas quejas contra Herrera, pero aclara que son quejas, no denuncias.Al consultarle si sabe del clima hostil que está enfrentando Wendoly, dice que no. Sin embargo, acepta que se enteró que   ella pidió ser cambiada de grupo por el hostigamiento que sufre por parte de sus compañeros. “Pero  no es tan fácil hacerlo, hay procedimientos y  no me parece buena idea  en este momento porque perjudicaría la investigación”.El  argumento  pareciera un intento de encubrir, de hacer ver que el caso ya no es importante, que ya no es mediático. Ahora pareciera tratarse de  un problema personal de Wendoly.“Algo psicológico”Manfredo Menacho, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas, asegura que el pedido de Wendoly de ser cambiada de grupo no tiene sustento. “Lo que uno tiene que cambiar es al autor principal, que es el profesor, y ya lo cambiamos. Ahora es otro docente, los alumnos no deben quejarse. Yo creo que ella (Wendoly) está con algo psicológico, está pensando que el catedrático  que venga  va a hacer lo mismo”.Por este motivo, la carta del 17 de abril en la que la denunciante pide ser cambiada a otro grupo no obtuvo respuesta. Ni una nota.Si bien se ha suspendido al principal autor de la arremetida discriminatoria, ¿qué pasa con aquellos que compartieron el parecer de Herrera? Si para la institución el problema se solucionó con cambiar al docente. Para Wendoly, la realidad es otra.

Una justicia que no avanzaYa van cuatro veces que las audiencias para que el acusado rinda declaraciones se suspenden. Los argumentos están siempre relacionados con su estado de salud, ya que desde el 5 de abril está internado en un Centro Psiquiátrico. “No está en condiciones, necesita reposo, está dopado”, argumenta su defensa.Si bien ha sido suspendido, Herrera aún goza de sueldo y mantiene la relación laboral con la UAGRM.ImpotenciaA Wendoly se le escapan unas lágrimas mientras lo cuenta. Ya van siete semanas desde que todo comenzó y se siente completamente desprotegida. Ha cesado la presión mediática que hacía que las autoridades la acompañen. Muestra los mensajes en su teléfono y charlas en grupos de WhatsApp en los que  sus compañeros le lanzan indirectas sobre “la denuncia absurda contra el Dr. Herrera”, relativizando el racismo.“Cuando el profesor nuevo entró al aula, lo primero que hizo fue preguntar quién era Wendoly Jiménez. Me ubicó y ahora estoy fichada. Como si yo hubiese hecho algo malo y dañara a todos. Lo único que pido son garantías para seguir estudiando. Tengo miedo. Hay un clima hostil y de represalias contra mí. No todos los docentes son así, pero algunos  están como a la defensiva”.Pese a todo Wendoly asegura que no se dejará intimidar. “Porque  por eso las quejas no se vuelven denuncias, todo se negocia por abajo a cambio de notas. Yo sólo quiero estudiar”, sostiene.Pese a su suspensión, el acusado  recibe sueldoHasta la fecha,  Juan Carlos Herrera,  docente de la UAGRM,  no ha declarado  por la denuncia interpuesta en su contra por los delitos de racismo y discriminación. La última citación fue el lunes 14 de mayo, la que se suspendió porque su defensa alegó que no se encontraba apto.Pese a la suspensión temporal que le ha impuesto la Universidad, Herrera continúa con goce de haberes y recibe su salario normalmente. A pesar de su ausencia, la relación laboral con la Universidad seguirá hasta que el Seguro Universitario dé un diagnóstico psiquiátrico sobre él.¿Cuándo pasará esto? Es totalmente incierto, ya que las instancias que deberían deliberar en el caso, están acéfalas. La Universidad no tiene actualmente a un “defensor universitario”, ni un tribunal de apelaciones de justicia constituido y mientras esto no cambie el caso continuará sin resolución interna y el profesor seguirá recibiendo su sueldo con normalidad.“Yo no tengo dinero para pagar abogados. El catedrático goza del respaldo de sus colegas ya que los mismos profesores salen en su defensa. Yo lo único que esperaba era respeto. Me costó mucho entrar a la Universidad porque soy madre soltera. Quiero sacar adelante a mi familia, pero no puedo soportar que me humillen ni que me discriminen”, manifiesta la estudiante de Derecho y denunciante de  Herrera, Wendoly Jiménez.Condición  mental

  • Retractación.-  Tras la publicación de un audio en redes sociales, el 4 de abril,  el abogado y docente procesado por racismo y discriminación  se retractó.
  • Salida.-  Al día siguiente se  internó en un Centro de Salud Mental con un diagnóstico de depresión leve y rasgos de personalidad esquizoide, histriónica y obsesiva compulsiva.
 

Fuente: paginasiete.bo