Niños de Tapacarí asumen roles de sus padres ante la migración

En Tapacarí, a más de 56 kilómetros de la ciudad, muchos escolares ven interrumpida su niñez por el abandono o fallecimiento de sus padres. También porque sus familiares se marchan y los dejan al cuidado del hermano mayor.La niñez es difícil en este municipio de 24 mil habitantes, unos 4 mil en etapa escolar. Los estudiantes de las comunidades alejadas deben caminar hasta cuatro horas para poder llegar a sus unidades educativas todos los días.Los niños que están en cuarto y quinto de primaria, de 10 y 11 años, se convierten, por diversas circunstancias, en la “cabeza de la familia” y deben hacerse cargo de sus hermanos menores y, a la vez, asistir a la escuela con ellos.“Los papás siempre están viajando a Cochabamba, esto obliga a abandonar a sus hijos, son niños que se quedan a cargo de otros niños. En este lado del departamento existe bastante abandono por parte de las autoridades”, manifestó Mariel García, profesora de la escuela multigrado de Kullko.La maestra contó que otro motivo de abandono es el abuso sexual, lo que en su mayoría se dan entre personas del mismo círculo familiar.“Por ejemplo, el año pasado había una violación. Luego que pasó el problema, el papá y la mamá de la menor de edad abandonaron a sus hijos, ahora están a cargo de su hermana mayor, de 9 años”, señaló.Comentó que no es el único caso que se conoce. El abandono de las autoridades y de la Policía, además de las dificultades económica de los padres, hace que ningún proceso por abuso sexual sea sancionado.El director de la unidad Chivirancho, Johnny Siles, manifestó que un estudiante de 12 años fue abandonado por su mamá, quien migró a la ciudad, dejando a su hijo al cuidado de sus vecinos.“Hacemos todo lo posible para dotarle material escolar. Como a nuestro hijo le vemos, le damos de comer y estamos pendientes de él”, dijo. Siguió: “Los vecinos también se turnan para invitarle almuerzo. Existe mucha pobreza en este sector, es realmente difícil la situación por la que atraviesan los niños”.EnfermedadesLa falta de acceso a la atención médica y el mal estado de los caminos que comunican a las distintas comunidades son otras de las carencias que afrontan los pobladores, los más afectados son los niños.Ante al descenso de la temperatura, varios estudiantes tienen tos, fiebre, dolores de cabeza y la nariz congestionada. Además, la falta de cuidado de los padres y la ropa delgada y desgastada que visten provocan que la situación de salud de los escolares empeore.“Mi hermanito no pudo venir a la escuela porque está muy enfermo, está en cama con temperatura muy alta”, indicó una estudiante de la unidad educativa de Kullko.El único centro de salud que tiene ambulancia está en Chivirancho y está a cargo de una enfermera, porque no hay ítems para médicos. Según el testimonio de padres y de la Mancomunidad Andina, el único medicamento que hay es el paracetamol.El camino que une Aransaya y Chivirancho es inaccesible, situación que impide el ingreso de la ambulancia. Vecinos de la comunidad Aransaya contaron que cuando tienen enfermos de gravedad los sacan en caballos para que reciban atención médica.“De vez en cuando viene un enfermero a la comunidad y hace algunos controles, pero, por el mal estado del camino, las autoridades y médicos ya no quieren venir”, contó un comunario.Las personas que viven en esta comunidad sólo hablan quechua; los niños y jóvenes son tímidos con los recién llegados.“Es difícil para nosotros como maestros, el hecho que sean tan cerrados. Nos cuesta entablar confianza con ellos”, dijo un educador.



Niñas estudian en el patio de su escuela en Wacaplaya.
GABRIEL CALISAYA – VOCES LIBRES

MÁS DATOSEl machismo rige en las comunidades“Las mujeres a la cocina y cuidado de ganado y los hombres a la agricultura”, esa es la concepción con la que son educados por su familia los niños de varias comunidades de Tapacarí.El profesor de la unidad educativa de Lorocachi, Humberto Avilés, manifestó que en algunas actividades dentro de la escuela la actitud de los niños denota machismo. “Nosotros no queremos tejer chulos, eso es de mujeres”, es el argumento que usan los niños, dijo el profesor.Avilés dijo también que, en la comunidad donde trabaja, lo que más salta a la vista son la pobreza y el abandono.MÁS DATOSInternados y comedoresEl municipio de Tapacarí cuenta con 87 escuelas, de las cuales 26 son centrales, es decir que tienen acceso a todos los niveles y beneficios.El responsable de Desarrollo Humano de la Alcaldía, David Pérez, informó que cuentan con ocho internados, cinco del municipio y tres de iglesias. De igual forma, dijo que existen buses escolares, pero, debido al estado de los caminos y la distancia, no llegan a todos los niños.“Algunos niños se quedan en el internado de lunes a viernes, pero otros se van a sus casas pese a la lejanía”, informó.

Las mochilas que se entregaron a los niños en Tunas Vinto, en Tapacarí.
GABRIEL CALISAYA – VOCES LIBRES

Voces Libres colabora con mochilas y materiales

Carmen Challapa CabezasLos TiemposLa organización Voces Libres, en convenio con la Mancomunidad de la zona Andina y el municipio, entrega mochilas y material escolar a estudiantes de las comunidades más alejadas.La responsable nacional de Voces Libres, Mercedes Cortez, informó que hicieron un convenio para llegar a las personas más necesitadas.“Las mochilas fueron confeccionadas por costureras cochabambinas capacitadas en nuestra fundación, el material es resistente”, explicó.Siguió: “El aporte por estudiante que recibe la mochila escolar es de 20 bolivianos, por ese monto recibe material escolar muy didáctico y útil”.Pero no sólo se hace la entrega del material escolar, sino también de ropa e insumos de limpieza dental, esto sobre todo a las familias más necesitadas.Con el objetivo de llegar a más familias “vulnerables” la fundación habilitó una campaña solidaria vía WhastApp. Las personas que deseen hacer aportes pueden contactarse con el teléfono 769-72636. Se necesita ropa y material escolar.

Fuente: lostiempos.com