OLP celebra anulación de amistoso Israel-Argentina como ‘triunfo del derecho’

Los palestinos protestaron que Reguev promoviera la organización del amistoso en Jerusalén en lugar de en Haifa, como estaba previsto, y acusaron a Israel de haber intentado usar a Messi como herramienta política.

Lionel Messi en el entrenamiento de este martes en Ezeiza. Foto: AFP
Lionel Messi del seleccionado argentino. Foto: AFP
 EFE / Jerusalén.- La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) celebró hoy que el mundo «no se someterá al terrorismo del Estado de Israel, la extorsión, las amenazas y la intimidación», tras la cancelación del amistoso Israel-Argentina que tenía previsto celebrarse este sábado en Jerusalén.

«Gracias a Argentina y a sus valientes, así como a su distinguido equipo de fútbol, por elegir cumplir con los principios del derecho internacional y por negarse a someterse a cualquier forma de intimidación y táctica de extorsión» de oficiales israelíes y estadounidenses, agradeció el secretario general de la OLP, Saeb Erekat, en una nota.

En particular, hacía referencia a la ministra israelí de Cultura y Deportes, Miri Reguev, y a los embajadores de EE.UU. ante Israel y la ONU, David Friedman y Nikki Haley, respectivamente.



Erekat dijo que la cancelación «responde a bien a los ministros Miri Reguev y (Avigdor) Lieberman (Defensa), y otros funcionarios del actual gobierno extremista israelí, que el mundo no se someterá al terrorismo de Estado de Israel, la extorsión, las amenazas y la intimidación, todo respaldado por la Administración del presidente (Donald) Trump».

Y destacó que «la potencia ocupante israelí y su ejército no deberían ser premiados por el asesinato» de más de cien personas en Gaza durante la campaña de la Gran Marcha del Retorno (desde el 30 de marzo), e instó a que se investiguen estas muertes y se depuren responsabilidades.

El representante palestino dio también las gracias al presidente de la Asociación de Fútbol Yibril Rajoub, que encabezó una campaña para pedir a Argentina que no disputara el encuentro porque «normalizaba» la ocupación israelí de la parte Este de Jerusalén, reivindicada como capital de su Estado, a pesar de que el partido se iba a jugar en un estadio en el oeste de la ciudad.

Los palestinos protestaron que Reguev promoviera la organización del amistoso en Jerusalén en lugar de en Haifa, como estaba previsto, y acusaron a Israel de «haber intentado usar a Messi y otras estrellas de la selección argentina como herramientas políticas», en parte por el incluir el encuentro dentro de las celebraciones del 70 aniversario del establecimiento del país.

La campaña palestina para el Boicot Académico y Cultural de Israel (PACBI), dio la bienvenida a la cancelación del amistoso cuya celebración «hubiera sido extremadamente hostil a los derechos humanos», señaló Omar Barghouti, uno de los impulsores de este movimiento, en un comunicado.

«Jugar con un estado de apartheid es una forma de complicidad, magnificada por la reciente y espantosa masacre en Gaza contra manifestantes desarmados que demandan su libertad básica, dignidad y el derecho al retorno de los refugiados estipulado por la ONU», abundó.

Y denunció que el encuentro era «parte de la política de blanqueamiento a través del deporte» de Israel de «usar eventos deportivos internacionales para cubrir sus crímenes de guerra y las atroces violaciones de derechos humanos contra palestinos. El hecho de que los hinchas de Argentina y activistas de derechos humanos de todo el mundo lograran frustrarlo da esperanza».

La Razón Digital