Libertad creadora para el desarrollo

Lavive Yañez Simon*Mi cabeza escudriña el alma de mis experiencias, y concluye que este es un mundo de marionetas con discursos ideológicos llenos de vacíos; seres, que sólo piensan el mundo sin el coraje de modificarlo, porque hacerlo, significa quedarse aislado, renunciar a la zona de confort, de lo establecido y nadie tiene el corje de perder, de arriesgar lo material por el bien de la dignidad humana, y es mejor alienarse, sin que importen los sapos que se tengan que tragar. La era de las ideologías, de las utopías por un mundo mejor concluyó, las lealtades se rinden a la economía. Producir bienes con ética dejó de funcionar, estamos en la era, de adquirir bienes a través del poder y la inversión de los valores, galardonan el cinismo de la oportunidad, como inteligencia. Una astucia zorrina desprovista de ética, práctica de quienes ostentan el poder. 

Se suman las desilusiones cuando ves que todo está corrompido y duele la juventud, que sin armas de educación ética, son lanzados a la vorágine del mercado. Usados, por los modelos desprovistos de carácter, incapaces de guiarlos hacia la libertad de la creatividad, que en tiempo y espacio, es la responsabilidad que tenemos con nuestras vidas para ser sujetos de acción y no objetos de manipulación y vicios del poder corruptor. La mediocridad política lleva a los cuasi líderes a reproducir el poder armando estructuras de prevendas para tener contentos a los inocentes que creen, una y otra vez, en los¨Robin Hood¨del mercantilismo.

Frente a esta realidad que conocemos todos, se suman la indiferencia, en unos casos, y los intereses y ambiciones en otros, de una clase media que es el sandwich, de quienes tienen mucho y corrompen conciencias, y de quienes no tienen nada, “vulnerables a la manipulación”. Esa clase media que debiera definir con determinación por la ética para el desarrollo, juega entre lo lícito e ilícito en un mercado de viveza criolla, y se razgan vestiduras, cuando toca hacer el recuento de los daños.



Hoy, vomitan la carroña que tragaron ayer y no encuentran el remedio a la enfermedad porque su ambición no les permitió formar nuevos líderes capaces de engendrar sus propias ideas de crear y ser competitivos, son repetidoras de la mediocridad que los gobierna.

Evo Morales, seguirá gobernando, mientras exista el mercado de conciencias, porque es con coraje, salud, educación y capacidad ética en la acción, que lograremos revertir una vida de corrupción y malos hábitos, que derriben el mercantilismo político para alcanzar el desarrollo.

*Ex diputada por el departamento del Beni