Hay quienes aseguran que el Gobierno actuó con mano blanda con los responsables de los más recientes escándalos,que a juzgar por las mismas lenguas, le hicieron pasar una semana de pesadillas al presidente Morales, que en otras ocasiones hubiera “cortado cabezas a diestra” y siniestra. Nos referimos principalmente al caso de la banda y la medalla presidenciales, que le costó el cargo a un general y la carrera militar a un teniente, pese a que en la cadena de errores de ese episodio concurrieron al menos dos ministerios.
El poder suele ser misterioso, pues frecuentemente se lo usa para encubrir, otras veces para designar chivos expiatorios, aunque siempre se llega a la conclusión, sobre todo cuando se trata de regímenes autoritarios, de que todos los caminos llevan a un mismo nombre, tal como muy bien lo ha apuntado un reconocido comentarista haciendo alusión al escándalo de corrupción que sacude a Argentina y que apunta directamente a la ex presidenta Cristina Fernández.
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