El gremio de maestros y otros empleados estatales ponen fin a los paros, de 90 días, al no poder detener la reforma fiscal del Gobierno de Carlos Alvarado
Satisfacción gubernamental
Carlos Alvarado (Partido Acción Ciudadana) gobierna junto a representantes de otros partidos menos proclives al poder del Estado y con el apoyo de un grupo de diputados opositores que aportaron los votos suficientes para aprobar la reforma fiscal. Aunque celebraron la entrada en vigor de la reforma fiscal —que prevé un alza en los impuestos y topes al gasto público—, admiten que es insuficiente porque solo aporta en el primer año el equivalente al 1,5% del PIB. Por eso, creen necesarias reformas más profundas en las leyes que rigen a los trabajadores estatales —el 14% de la fuerza laboral—, con unas condiciones contractuales mejores, en promedio, que las de los empleados privados. Los sindicatos del sector público anuncian un 2019 igual de conflictivo a estos meses de 2018 transcurridos desde que Alvarado tomó el poder, en mayo.El ministro de Educación, Édgar Mora, dijo sentirse satisfecho por el fin de la huelga, aunque lamentó los daños que esta causó a la educación pública, cuya importancia “es quizás el único consenso nacional en este país en medio de discusiones sobre el rumbo del país”. Un número no menor de trabajadores de puertos, hospitales y energía también participaron en la huelga en sus primeros compases, pero poco a poco volvieron a sus funciones ante la determinación de Alvarado y los suyos para sacar adelante los cambios tributarios y ante la censura popular contra las medidas de presión recogida por varios sondeos. Los estudios de opinión también mostraban un apoyo escaso para el Gobierno y su proyecto, pero Alvarado —que ganó las elecciones hace solo nueve meses— comparó su reforma con una medicina desagradable, pero indispensable para la salud financiera del país y para evitar una crisis como la de principios de los años ochenta.Con la reforma fiscal ya vigente, el riesgo país de Costa Rica ha disminuido. La ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, aspira, en este nuevo entorno, lograr financiamiento en mejores condiciones para estabilizar la deuda —que ya equivale al 54% del PIB, un nivel alto para los estándares del mundo emergente— y, de manera más urgente, atender los gastos del cierre de año. Este año, la primera semana de diciembre terminará sin que el Gobierno pague el aguinaldo a sus trabajadores —incluidos maestros—, algo inédito en muchos años. Aunque el Estado aún tiene tres semanas para cumplir el pago de ley, este viernes todavía no estaban disponibles los recursos.
Fuente: elpais.com