Vicentico y su ayuda para hoy

Carlos Valverde Bravo

“Los caminos de la vida / No son lo que yo pensaba / No son lo que yo creía / No son lo que imaginaba”, dice la dulce voz de Vicentico.



Creo que algo así piensa don Juan E., si después de “proclamar el triunfo del hermano Maduro”, contra la invasión de cuatro camionadas de medicamentos y alimentos que acabaron quemados, junto con los facilitadores del delito (los camiones), igual que cuando los militares bolivianos actúan contra el contrabando, quemando (dizque) todo lo que entra (camiones incluidos), decidió decirle a los copresidentes del foro Eurolat (Santa Cruz, febrero 2019) que sería bueno que se hiciera “un llamamiento al diálogo para la celebración de elecciones libres en Venezuela”. No lo dijo públicamente, por supuesto, eso todavía no lo va a hacer.

Resulta que don Juan E. probablemente entiende que Maduro está en problemas irresolubles, pero sobre todo que, de darse la salida del hermano sin o con elecciones libres, existe la posibilidad de que él mismo esté en el lugar de don Nicolás en el transcurso de este año y quiere dejar el antecedente de que él quiere que todo se resuelva con elecciones, claro, usando la bondad y beneficio de la democracia en su favor.

En efecto, don Juan E. plantea que Maduro (y él) participen de nuevas elecciones donde entren todos; es decir, ambos quieren elecciones en las que ellos mismos participen, después de haber roto la legalidad (usar los poderes y tribunales del Estado, violentar la CPE y desconocer, en el caso boliviano, el Referéndum 21-F), de manera tal que, permitir ‘elecciones libres’, en el caso de los violadores de la institucionalidad constitucional, es asumir una democracia sin exclusiones.

“Los caminos de la vida / Son muy difícil de andarlos / Difícil de caminarlos / Y no encuentro la salida”, continúa diciendo Vicentico y, seguramente por eso, don Juan E. -que no encuentra la salida fácil- dio otro paso en el ‘populismo Sigloveintiunero’, que no es otro que el de darle a los militares una fuerte presencia en roles que no son de su incumbencia, como las 18 radios del gobierno/Estado; ocho empresas, una mina de oro (dizque ya pagaron regalías) y, encargarles la lucha contra el contrabando, con el objetivo de ampliar su tejido político de ‘alianzas estratégicas’, para terminar de asimilar, políticamente a quienes están obligados por Constitución a mantener lealtad ‘institucional’ a los mandos democráticamente elegidos.

El poder político debe pensar que así se garantiza que, si fracasa el modelo de las elecciones con él, seguramente deberá aplicar un ‘plan B’, que es el de mantener su irreductibilidad en las calles. Para eso necesita que Maduro se mantenga el mayor tiempo posible en el poder venezolano y, de ser posible, llegue a elecciones. Y si no, que se vea lo cruento que puede ser sacarlo de otra manera, así pondrá la mira en que, “todos deben ceder”, en la perspectiva de “evitar violencia”. Quienes conocemos a Morales, sabemos que así funciona, de manera que no estamos lejos de acertar.

Esto no es nuevo, ya se hizo y sigue así en Cuba, Nicaragua y Venezuela, donde la fuerza militar trabaja en defensa del modelo Madurista contra la Constitución. Por eso no se mantiene al margen del pleito político y actúa, con los matones paragubernamentales en la defensa militante del régimen y no de su patria.

Vicentico también dice: “Por ella lucharé hasta que me muera / Y por ella no me quiero morir”.

El tiempo dirá. Me temo que no estoy lejos.

¡Feliz Carnaval!

Fuente: Facebook Carlos Valverde Bravo