Una de las paradojas más comunes
Sobre el destino del resto de los 4 hijos (René, Graziella, Elena y Luz Mila) no se sabe demasiado con una investigación simple, aunque lo recomendable para las familias de alto patrimonio es siempre la discreción.Sin embargo, quien ha destacado y lo sigue haciendo hoy en día de manera curiosa es la condesa Albina du Boisrouvray, hija de Luz Mila Patiño y el Conde Guy du Boisrouvray (primo de Rainiero III de Mónaco). Así como siempre hay miembros rebeldes dentro de una familia de alto patrimonio, Albina destaca de manera curiosa porque es apodada como la “la condesa roja” u “oveja negra de la familia”, habiendo sido mecenas de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Carlos Fuentes e incluso Jean-Paul Sartre, y amiga muy cercana de Plinio Apuleyo Mendoza, cuando éstos se iniciaban como intelectuales de izquierda.Pero la vida de Albina quedó marcada en 1986, cuando perdió a su único hijo, François-Xavier Bagnoud, con sólo 24 años de edad, en un accidente como piloto de helicóptero de socorro. Luego del fallecimiento de su hijo, decidió deshacerse de la gran mayoría de su riqueza para destinar alrededor de $100 millones a la filantropía contra la pobreza en honra de la memoria de su hijo, a través de FXB International, aunque -aquí surge el problema- la condesa du Boisrouvray rechaza este concepto:
I prefer not to use the word philanthropy – that’s synonymous with the British dropping food parcels in Iraq– I call it development. The former is about improving people’s circumstances temporarily without changing the root causes of the disaster; the latter, for me, is about changing people’s lives for good.
Lamentablemente, las buenas y más románticas intenciones no siempre son solución contra la pobreza. Si bien puede reemplazar el método violento de confiscación del socialismo clásico contra los más ricos, el problema con la filantropía está en que no cambia la vida de la gente de raíz realmente, sino que solamente cambia sus circunstancias temporalmente; y esto es algo que las familias de alto patrimonio deben tener muy en cuenta (parte del valor que tiene decir la verdad como asesor).Así lo han explicado ampliamente -y así deben explicarlo también los asesores de familias con alto patrimonio- Ludwig von Mises en Planning for Freedom, Henry Hazlitt en Will Dollars Save the World?, Peter Bauer en De la Subsistencia al Intercambio o El Desprecio de la Realidad, Henry Thornton en Corruption and Foreign Aid, y más recientemente, Bill Easterly en The Tyranny of Experts, entre muchísimos otros más.Más aún, puede que Warren Buffett y Bill Gates, autores de la iniciativa de The Giving Pledge, a la que se van sumando varios millonarios, sean los mejores de la historia para generar legítima riqueza a largo plazo, pero puede que sepan demasiado poco sobre pobreza. Por ejemplo, ¿quién contribuyó más a reducir la pobreza en el mundo, el Bill Gates empresario con Microsoft o el Bill Gates filántropo con su fundación?Sucede que la mejor asignación posible de recursos es a través del libre mecanismo de precios, es decir, a través del mercado y su piedra angular, la propiedad privada. Lo mejor que pueden hacer los más ricos para combatir la pobreza es generar todavía más riqueza, porque asignar recursos de cualquier manera, pero fuera del mercado, provoca que se pierdan los criterios de pérdidas y ganancias; y lo mejor que pueden hacer los pobres (no como en Bolivia) es atraerla con incentivos a través del mismo mercado, manteniendo vivo el vínculo entre sacrificio y recompensa. Caso contrario, no se sabe realmente el impacto que probablemente se está perdiendo con esos $100 millones, llevando todo esfuerzo por el caño de la frustración. Por ejemplo, Albina Bousouvray pide asesoría y consejos a Muhammad Yunus, aquel lobo con piel de cordero.Todo esto conforma una serie de lecciones en la que los asesores de preservación patrimonial internacional también deben tener en cuenta: la mejor manera de honrar antepasados no es solamente elaborando un buen testamento en vida y un buen portafolio de inversión contra las decisiones motivadas sentimentalmente y la coyuntura, que ya es bastante, sino que también se requiere de mucho trabajo pedagógico extenso y adecuado (ser rico no tiene absolutamente nada de malo) para ayudar a las familias con alto patrimonio tomar las mejores decisiones posibles para evitar la dilapidación y el arrepentimiento.
Fuente: Mauricio Ríos García