Yesterday, a 54 años de la grabación de la canción más famosa del pop

El 14 de junio de 1965, Paul McCartney dio el paso mágico para convertirse en el músico popular más importante del siglo XX

En el anochecer del 14 de junio de 1965 en el Estudio 2 de Abbey Road, a cuatro días de cumplir 23 años, Paul McCartney dio el paso mágico para convertirse en el músico popular más importante del siglo XX tras grabar una canción de 123 segundos producida por George Martin, el ingeniero y alma mater de Los Beatles.

«Yesterday» es hasta hoy, con más de 3 mil versiones alrededor del mundo, la canción más famosa de la música moderna, distinción que consta en el Libro de los records Guinness. Frank Sinatra, Elvis Presley, Joan Baez, Matt Monro, Ray Charles y Plácido Domingo fueron algunos de los grandes músicos que grabaron el tema finalmente incluído en el lado B del álbum «Help». Una encuesta realizada por la BBC en 1999 señaló a «Yesterday» como la mejor pieza de la música popular del siglo XX.



Poco tiempo después del mediodía, hace exactamente 54 años, Los Beatles ingresaban a los estudios londinenses de Abbey Road para grabar, en varias tomas, las canciones «I’ve just seen a face» y «I’m down». Después de un breve descanso y tras intercambiar opiniones con George Martin y el ingeniero de sonido Norman Smith, Paul McCartney se calzó la guitarra acústica al hombro para convertirse hoy, a cuatro días de cumplir 77 años, en una leyenda viviente de la música, siendo según la revista Forbes el autor de la canción que más recaudación obtuvo en derechos de autor y ventas de la historia.

Teh Beatles, en el estudio grabando el Album Blanco
Teh Beatles, en el estudio grabando el Álbum Blanco
Paul ha contado en numerosas entrevistas que la melodía surgió durante un sueño que tuvo en la casa de Jane Asher, su novia de entonces, tras lo cual utilizó un piano y un grabador para registrar sus primeros acordes. La letra final fue terminada a fines de mayo de 1965 durante un viaje a Portugal que Paul había realizado con su novia.

En un principio el bajista zurdo de Liverpool había bautizado a la canción como «Scrambled Eggs», aunque para asegurarse de que la pieza no pertenecía a otro artista expresó que, «lo primero que hice con la melodía fue verificar si no tenía dueño, y la gente me dijo: ‘No, es encantadora, y estoy seguro de que es toda tuya. Me tomó un poco de tiempo asegurarme que no pertenecía a alguien, pero como un buen buscador, finalmente la reclamé como mía; al principio no sabía qué letra adaptarle».

John Lennon relató que la canción, que durante varios meses no tuvo ni letra ni título definido, era motivo de discusiones y ensayos con distintos instrumentos hasta que, después de las dos tomas realizadas en los estudios de Abbey Road, George Martin decidió agregarle un cuarteto de cuerdas formado por dos violines, una viola y un cello.

 

John Lennon y Yoko Ono (Getty)

John Lennon y Yoko Ono (Getty)

En un primer momento hubo un debate entre el manager de los Beatles Brian Epstein, un joven brillante que falleciera a los 32 años en agosto de 1967, con George Martin sobre la conveniencia o no de continuar con el sello «Lennon-McCartney». A pesar de que Paul solicitó encabezar con su nombre el sello de las canciones de su creación, ni Epstein ni Martin le dieron la razón. Hasta el final de su historia en 1970, todas las composiciones de Los Beatles compuestas por John y Paul individualmente llevaron sus apellidos en los vinilos.

Durante 2002 Paul y Yoko se trenzaron sobre los derechos de la canción al punto tal que el beatle llegó a afirmar que «hubo un momento en el que Yoko ganó más dinero con Yesterday que yo». El manager de la viuda de John Lennon señaló entonces que no había dudas de que McCartney estaba queriendo reescribir la historia de Los Beatles y aconsejó a Yoko que no cediera en sus pretensiones, cosa que finalmente hizo.

A mediados de la década del ’80 Michael Jackson había adquirido el catálogo de canciones de Los Beatles en una cifra cercana a los 50 millones de dólares, hecho que McCartney consideró como una traición de su por entonces amigo junto a quien había grabado un par de éxitos comerciales. Tras batallar legalmente durante más de tres décadas, Paul pudo recuperar el legado artístico de su propiedad.

Fuente: infobae.com