Qué es el miedo al dentista y cómo es la ansiedad dental

 

 Conoces el miedo a la oscuridad, a algunos animales, a viajar en ciertos medios de transporte, a los payasos… pero ¿sabías que hay gente que teme a los dentistas? Y no estamos hablando de lo que te cobran cada vez que va a arreglarte algún diente, no, sino al hecho de acudir a consulta.Es cierto que estos profesionales no son el personaje o la profesión favorita de muchos. Esta fobia conduce a un deterioro de la salud bucodental y tiene consecuencias muy graves para el organismo de una persona. Tener ansiedad dental, desde el punto de vista analítico, es el resultado del enfrentamiento del sujeto ante el peligro o como síndrome afectivo en el que confluyen emociones diversas como el miedo, al que se añaden contenidos culturales. Aunque en España no hay sufientes datos para poder hacer una estimación de prevalencia, a nivel mundial esta enfermedad ha sido muy estudiada. Puede variar desde un 4% a un 20% en EEUU y de un 3% a un 19,5% en países europeos.

Círculo vicioso

Según un estudio realizado por Paloma Pérez Prieto en la Universidad de Valencia, «las consecuencias son devastadoras y conformas una barrera de salud de dimensión universal». Evitar el tratamiento dental, las cancelaciones de las visitas y el distanciamiento entre las mismas no solo se han considerado como el resultado de la ansiedad y el miedo dental sino que han sido nombradas como factores capaces de predecir que el sujeto las sufrirá. Lo que quiere decir que es la pescadilla que se muerte la cola porque cuanto menos acudes y más temor tienes, mayor sintomatología y patología bucondental aparece.La mayoría de las personas que sufren ansiedad dental solo pueden ser tratadas con una sedación consciente, lo que genera una larga lista de esperaCuando el paciente acude al dentista, los niveles de ansiedad son muy altos, ya que espera que el tratamiento sea más doloroso y complicado. Pero no solo es así, también más extenso y caro. Todo este conjunto conduce finalmente a un aumento del miedo al que se suma la aparición de sentimientos de culpabilidad, vergüenza e inferioridad: se establece un patrón de deterioro real y autoperpetuación.Pensamientos obsesivos, debilitamiento de las relaciones sociales o disminución del umbral del dolor también son algunas de las consecuencias que pueden aparecer. Loa afectados tienen mayores miedos generalizados y en última instancia acuden al odontólogo cuando ya no queda más remedio y cuando la situación de estrés puede con ellos, repercutiendo también en el profesional.



Sedación

Un problema con estos enfermos es que solo pueden ser tratados con una sedación consciente. Solo puede ser proporcionada por dentistas que tengan la experiencia y la capacidad para este tipo de intervención. El gas o los medicamentos sedantes pueden ayudar a sentirse más relajados y tranquilos durante los procedimientos dentales. En casos más extremos, pueden ser remitidos a una anestesia general realizado en un hospital.

Los dentistas que tratan a estas personas con estas técnicas especializadas a menudo tienen una larga lista de espera, lo que conduce también a que muchos se encuentren en una situación difícil o con mucho dolor, pero se sienten demasiado asustados para seguir un tratamiento estándar.

¿Qué se puede hacer?

Una opción que ciertos hospitales y prácticas están usando en Reino Unido es la terapia cognitiva conductual (TCC) para ayudar a los pacientes a superar su fobia dental. Un estudio anterior del King’s College de Londres descubrió que esta era muy efectiva para quienes sufrían esta afección, lo que les permitía superar su miedo a visitar al odontólogo e incluso permitirles recibir tratamiento sin sedación.

Tener fobia al dentista conduce una salud más deficiente. Además, puede afectar al habla, a la forma de comer y a la sonrisa

Algo que también se investiga es la forma de ofrecer consejos más personalizados sobre higiene oral: una mejor técnica de cepillado o una guía para dejar de fumar. La esperanza es que contar con más conocimientos conducirá a que se sientan más seguros de su limpieza bucal, lo que debería ayudar a prevenir más enfermedades y reducir la ansiedad asociada a esta visita. En última instancia, cualquier fobia puede ser difícil de manejar, pero cuando se trata de una que afecta tu salud diaria y la calidad de vida, los efectos pueden ser devastadores.

 Fuente: elconfidencial.com