El fuego está a 18 km del parque Noel Kempff Mercado; Santa Cruz pide apoyo de expertos internacionales

Incendio en la Chiquitania boliviana. Los bomberos y voluntarios comienzan a agotarse y no aparece gente de recambio. En el municipio de San Matías las llamas consumieron animales de una hacienda.

El fuego está a 18 km del parque Noel Kempff Mercado

 

La Gobernación envió 300 rollos de pasto para el ganado que sufre por los incendios en El Carmen Rivero Tórrez, San Rafael y San Matías. Foto: FUAD LANDÍVAR

 



El Parque Nacional Noel Kempff Mercado, con una superficie de 1.523.446 hectáreas, es decir, 15.324,46 km2, es más grande que países como Bahamas, Jamaica o Líbano, y está en peligro. Las llamas que consumen los bosques de la Chiquitania están a tan solo 18 kilómetros de su jurisdicción, lo que alertó a la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación, que desplazó maquinaria para preservar el pulmón verde.Esta área protegida, que colinda con Brasil, fue creada el 28 de junio de 1979 como Parque Nacional Huanchaca, el cual, mediante la Ley 978 del 4 de marzo de 1988 le fue cambiado el nombre a Noel Kempff Mercado, en honor al naturalista y biólogo cruceño que perdió la vida el 5 de septiembre de 1986, en una expedición científica en su territorio. Está inscrita como Patrimonio de la Humanidad, en la categoría natural, desde el 13 de diciembre de 2000.PreocupaciónCinthia Asin, secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación, informó de que la reserva protegida está amenazada por una cortina de fuego de 45 kilómetros de largo, la cual ha avanzado hacia el límite del parque debido al fuerte viento, que en las últimas horas cambió a dirección sur.“Aparte de la amenaza al parque Noel Kempff Mercado se ha contabilizado que 2,7 millones de hectáreas de bosques y pastizales de la Chiquitania se han perdido por estos incendios, pero el Gobierno hasta ahora no declara el desastre nacional. Hace un mes la Gobernación declaró desastre departamental. Necesitamos la urgente colaboración de expertos internacionales y de mejores condiciones para enfrentar las llamas”, anotó Asin.Asimismo, la responsable medioambiental reveló que hasta ayer había 58 incendios forestales en 12 municipios, siendo el más afectado Concepción, con 14 casos; seguido de San Ignacio de Velasco, con 11; y San Matías, con 9.En cuanto a los bomberos y personas voluntarias que están ayudando a apagar los siniestros, Asin lamentó que se nota el cansancio y no hay más gente para tomar la posta.

“Una persona no puede estar más de 10 días combatiendo el fuego, ahora se ve el agotamiento, pero también la aflicción al ver que el fuego no retrocede”, acotó.En Concepción, ayer iniciaron las tareas de rociar los incendios con el compuesto químico retardador. Usaron un camión tipo cisterna, de 1.000 litros de agua, al que le colocaron 100 litros del retardador. Las llamas fueron combatidas en una hacienda cercana a Concepción y luego el equipo se trasladó hasta la comunidad de San Fermín.Hacienda arrasadaLa estancia ganadera Charleston, situada cerca de la comunidad San Miguelito, en el cantón Candelaria de la provincia Ángel Sandóval, fue consumida por las llamas, el pasado fin de semana.Las aves de corral y los animales de casa de la hacienda, de propiedad de Ricardo Semler López, perecieron bajo las llamas.“En el intento por apagar el incendio, uno de mis trabajadores se desmayó, por suerte los otros tres acudieron a auxiliarlo para no lamentar otra pérdida humana”, refirió Semler.Antonio Tacuchabá, comunitario de San Miguelito, relató que el fuego cruzó un río, alcanzando un potrero, cuyo pasto reseco ardió fácilmente. “Se quemaron las gallinas, las ovejas, los cerdos, así como las camas de las casas; los vivientes no pudieron rescatar ni su ropa”, añadió.AyudaEl gobernador Rubén Costas y sus colaboradores enviaron ayer un convoy de 10 camiones, tipo tráiler, y seis camiones de carga a los municipios de San Matías, El Carmen Rivero Tórrez y San Rafael, llevando 300 rollos de pasto para el ganado, de 450 kilos cada uno, así como 6.345 kilos de comestibles para olla común.También se enviaron 42 bebederos, de 500 litros cada uno, y 37 tanques de agua potable, de 600 litros cada uno, como parte del apoyo del Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED).“Aparte del fuego está la sequía que azota los municipios afectados, la ayuda enviada asciende a Bs 348.058. Lo que está en juego no son solo los bosques de la Chiquitania, sino uno de los pulmones de la humanidad”, acotó el gobernador.EL DEBER / Igor Ruiz / J. Pablo Cahuana