Los incendios forestales se descontrolan en 4 municipios de la Chiquitania boliviana

Autoridades de los municipios de Roboré, San Matías, San Ignacio y Charagua confirmaron, por separado, que pese a los esfuerzos por aire, con descargas de agua, y tierra, con bomberos y voluntarios, el fuego se salió de control, lo que se agrava con la temperatura alta, la falta de humedad y los vientos.

Los incendios forestales se descontrolan en 4 municipios

Roboré. Las consecuencias de las quemas en Yororobá.
Roboré. Las consecuencias de las quemas en Yororobá. Foto: Alcaldía de Roboré
  

El fuego no da tregua en la Chiquitanía y avanza impulsado por vientos de hasta 90 kilómetros por hora en cuatro municipios de la región. En las últimas horas arrasó con una docena de casas. La energía eléctrica retorna, mas no el agua de consumo.

Autoridades de los municipios de Roboré, San Matías, San Ignacio y Charagua confirmaron, por separado, que pese a los esfuerzos por aire, con descargas de agua, y tierra, con bomberos y voluntarios, el fuego se salió de control, lo que se agrava con la temperatura alta, la falta de humedad y los vientos.



“En casi todo el territorio del municipio de San Matías hay incendios; estamos peleando pero ya no podemos porque la fuerza del fuego es demasiada, ya no hay caso de continuar. Son más de 200.000 hectáreas quemadas, además de 10 casas totalmente destruidas, a Dios gracias sin víctimas”, dijo el alcalde Fabio López.

De igual manera, el director de Planificación del municipio indígena campesino de Charagua, José Ávila, explicó que los vientos de 70 a 90 kilómetros causan “que el fuego se desborde y avance más al sur, donde está el Parque Nacional de Kaa Iya (Chaco). Esperamos que con el ingreso del frente frío las llamas se apaguen”.

Si bien en Roboré y San Ignacio de Velasco intervienen con más fuerza las aeronaves que descargan agua, el alcalde ignaciano, Moisés Salces, indicó que el fuego persiste en sectores como el cerro Manomó, San Martín y Pailitas. “Estamos peleando contra el fuego; si no se cambia de estrategia, habrá peores consecuencias”.

De la misma manera informó el secretario general de la Alcaldía de Roboré, Carlos Ragone, quien explicó que, producto de la expansión del fuego, en la comunidad de Ipías se quemaron dos casas y otras dos fueron afectadas. Recordó que ya fueron evacuadas 20 personas de Yororobá. “Falta apagar el fuego que está en la montaña porque con el viento puede bajar y arrasar con todo a su paso, cerca de las comunidades de Yororobá, San Lorenzo Viejo, Santiago y Quitunuquiña”.

PÉRDIDAS. La región de la Chiquitanía soporta desde julio incendios forestales de magnitud y con latente riesgo de reavivarse en zonas controladas. El fuego ya consumió 2,1 millones de hectáreas, entre bosques y pastizales.

Tras la declaratoria de “desastre departamental”, que emitió la Gobernación de Santa Cruz el 17 de agosto, el Gobierno nacional alquiló el Supertanker, el avión más grande del mundo, además de helicópteros y otras aeronaves.

Las autoridades municipales aseguraron que son varias las familias afectadas, sobre todo con la pérdida de animales, por lo que solicitaron que el Gobierno las ayude “por lo menos” durante seis u ocho meses con alimentos.

“La mayoría de las familias de la Chiquitanía vive de la ganadería y sus cultivos de arroz, maíz y otros, pero por los incendios no podrán cultivar y no tendrán recursos, por lo menos en seis meses”, indicó Ragone, tras pedir al Gobierno que dentro del plan de postincendio se tome en cuenta esta necesidad.

Sobre los servicios básicos, las autoridades indicaron que la falta de agua es lo que más afecta a las comunidades y, en menor impacto, la energía eléctrica, que se restablece de a poco.

La Razón / Wilma Pérez / La Paz