Malpensados: Como en Venezuela

Juan Francisco Gonzales UrgelAlgún virus contagioso ha infestado la mentalidad colectiva causando una epidemia general de candidez cuya sintomatología consiste en creer que Bolivia ostenta una democracia de calidad y que encuestas, mediciones de opinión y mensajes de campaña son suficientes para predecir los resultados electorales.

Analistas, estrategas y opositores estiman que la pésima gestión y el peor tratamiento que el gobierno y sus afines otorgan al mega incendio de la Chiquitania, bastarán para frenar el ventajismo oficialista que usa los recursos humanos, materiales y financieros del Estado como insumos de campaña electoral; y en consecuencia habrá una segunda vuelta, un seguro y transparente ganador y, la resignada retirada de Evo Morles al cultivo de su cato de coca en el Chapare y de García Linera a la dictación de alguna cátedra universitaria de Matemáticas.

La ingenuidad colectiva hace caso omiso de las señales que emiten Evo Morales y el MAS, en sentido de no estar dispuestos a aceptar una eventual derrota en las urnas, de la misma manera como no aceptaron el resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016; y basta recordar los episodios del Hotel Las Américas y el Porvenir para tener claro lo que el MAS es capaz hacer por mantenerse en el poder.



En el estricto sentido del diagnóstico, los estrategas de campaña del binomio ilegal coinciden con las conclusiones de analistas, estrategas y opinadores: poco o nada pueden hacer portavoces, argumentos y discursos sin ninguna credibilidad para revertir las tendencias del 21 F fortalecidas por los efectos negativos generados por el incendio de bosques, Reservas y Parques Naturales.

Sólo que, en el gobierno no existe la candidez de los opositores, analistas y opinadores.

Justamente por ello, los malpensados creen que, de ahora en lo adelante, el binomio oficialista apuesta todo al montaje del escenario para desarrollar un gran fraude electoral.

A juicio de los malpensados, el gobierno ha encontrado en el incendio chiquitano, una tabla de salvación capaz de esconder de la vista -y la discusión indispensables- la penetración del narcotráfico en altas esferas de gobierno; el déficit fiscal; las abultadísimas deudas externa e interna; la disminución de ingresos por exportaciones de gas; la insaciable y voraz corrupción; el desempleo e informalidad crecientes; y un largo etcétera cuya ventilación pública echaría por tierra hasta al más afinado de los fraudes.

Los malpensados creen que el gobierno no hará una declaración de “desastre nacional”, pues usará la tragedia como escenario de provocación de una confrontación que le otorgue argumentos y excusas para perseguir a los líderes de la oposición en la recta final de la campaña electoral.

De paso, dicen los malpensados, se honran promesas electorales de tierra a cambio de votos; se modifica la demografía electoral; se esconden pistas clandestinas, laboratorios y factorías, además de un rosario de actividades nada sanctas; y, a mediano plazo, se ancla el poder con la presencia de un Chapare (Estado dentro del Estado) que siente soberanía sobre una ruta hacia el mercado consumidor de bienes, servicios y droga más grande de la región: Brasil.

Los malpensados hacen notar que el binomio oficial partió con la ventaja de un Tribunal Electoral parcializado y un Tribunal Constitucional dispuesto incluso a modificar. de hecho, la CPE o desconocer, con cualquier argucia legal, un eventual resultado electoral adverso (21F);En este escenario electoral, concluyen los malpensados, competir es poco menos que un “autosuicidio”.En consecuencia, recomiendan que, a iniciativa del candidato del “voto útil” ´-quien además fuera el primer inscrito como contendor del binomio ilegal- todos los candidatos de oposición, renuncien en bloque mediante documento suscrito a ser parte de la patraña oficialista y mantenerse unidos para denunciar las irregularidades, a la par de ejercer vigilancia de lo que resta de aquí a la fecha de votación, para acumular pruebas.Los malpensados, que no malpensantes, responden a quienes opinan que la renuncia en grupo sería repetir lo que hiciera la oposición en Venezuela, que a Bolivia nada salva de los problemas económicos que se encuentran a la vuelta de la esquina pues su tiempo económico es mucho más corto que la Venezuela de los 3.500 millones de barriles diarios que recibió Chávez y heredó Maduro.De igual manera, afirman que una “victoria” del binomio Evo-Alvaro, legitimada por la participación de la oposición, y respaldada con supuestos instrumentos técnicos como las encuestas por encargo, daría a Evo Morales, un segundo aire para enfrentar, con la más severa represión, los reclamos de una oposición desmantelada,Como en Venezuela, pues…