“En Bolivia hay 30 pilotos despedidos, en el exterior 70”

La situación de la aviación está en su peor momento debido a la pandemia, los aviones parados y los pilotos se quedan sin trabajo. Bolivia no es la excepción.

Daniela Romero L. / La Paz

En cuatro meses de cuarentena en Bolivia por la llegada de la pandemia del coronavirus, uno de los sectores más afectados fue el de la aviación civil. Pero, la situación  es la misma, o tal vez peor, en otros países del mundo, donde ya hubo aerolíneas que se declararon en quiebra.



En esa misma situación están los pilotos bolivianos que llevan en el país casi 120 días sin trabajar y los aviones parados. En Bolivia hay al menos 30 aviadores que perdieron su empleo y en el exterior unos 70 pilotos están retornando sin trabajo, informó el presidente de la Asociación de Pilotos Civiles de Santa Cruz, Cristian Lemke.

El aviador habló con Página Siete y contó que en este momento de crisis todas las asociaciones de pilotos del país se unieron, incluso los propietarios de aeronaves para pedir al Gobierno la reactivación de este rubro así como y que se pueda quitar para siempre el arancel de importación de repuestos y otros componentes de aviones, entre otras medidas, que permitan que la aviación general vuelva a surcar los cielos.

¿Cuál es la situación de los aviadores civiles?

Estamos a punto de entrar en emergencia nuevamente,  estamos atravesando una cuarentena extremadamente rígida, lo cual limita la aviación. Para nuestro país es la vía más importante, por lo que podemos llevar la ayuda a lugares donde no se puede por temas de caminos por tierra y por las determinaciones del Gobierno por la cuarentena. Pero estamos parados.

¿Cuántos afiliados tiene la asociación?

Tenemos 120 asociados  y antes de que empiece este problema estábamos con la idea de extendernos a dueños y empresas de aeronaves, porque también existe un gran número de propietarios que no son pilotos, entonces juegan un papel muy importante porque son inversionistas del mismo rubro.

¿Todos son activos?

Todos somos activos, tenemos pilotos que están volando en el exterior que también son afiliados. Es grato para mí decir que por primera vez desde el año pasado y en esta cuarentena hemos hecho una unión muy grande con la  asociación nacional, la de Beni. Estamos haciendo un solo frente a todas las adversidades que estamos teniendo.

¿De qué forma se han reinventado en plena pandemia?

Es imposible trabajar en estos momentos, la aviación está completamente parada y, como usted podrá ver, el rubro más afectado es la aviación mundial. Están deshaciendo las aerolíneas grandes, están deshaciendo contratos con aviones, están despidiendo pilotos,

 ¿Cuántos pilotos bolivianos trabajan en el exterior?

Hay más de 120 pilotos en el extranjero, sin embargo, les están dando prioridad a los locales y ellos están retornando. Estamos viendo que hay una desigualdad muy grande de parte del Gobierno hacia BOA.

¿Qué consecuencias trae tener un avión que no vuela?

Es bastante nefasto, el 98% de los aviones está parado. Un avión parado se deteriora muy rápido, empieza a vencerse componentes, no tenemos la facilidad de importación de los componentes que son caros. No estamos trabajando, no se   está liberando a la aviación   general.

La aviación general no comprende contagios de Covid, porque no comprende más de cinco personas en el avión y es la número uno en poder llevar a los lugares más afectados donde no puede llevar una aerolínea o un vehículo terrestre. Es indispensable para el desarrollo y el cuidado de la pandemia. Sin embargo, el Gobierno la está haciendo a un lado, se está preocupando por otras cosas que no tienen nada de importancia,  que están en contra la CPE y de la ley, como es el anteproyecto de control por parte de los militares.

¿Esta paralización de labores afecta en las horas de vuelo?

Más que todo es en la economía de los aviadores, el 90% está siendo despedido de las empresas porque no hay razón de tenerlos asalariados. Todos estamos viendo una pandemia fuerte, pero una cuarentena que no es dinámica, no es buena.

El Gobierno dio un crédito de reactivación a BOA hace pocas semanas, ¿cómo han visto esto?

Excelente, porque no nos olvidemos que es la línea bandera y no podemos permitir que muera. Es la línea de todos nosotros, aunque la haya creado el MAS.

¿La aviación general pedirá lo mismo al Gobierno?

Justamente estamos elaborando una petición en la que pedimos que se abra la aviación con todos los protocolos de bioseguridad y podamos empezar a trabajar, porque no sólo es el desempleo, sino que tener un avión parado técnicamente es nefasto, no producimos repuestos, los tenemos que importar, han subido su valor y peor ahora.

Estamos pidiendo que haya un arancel cero para la importación de repuestos de aeronaves. Pedimos que esta medida sea definitiva. No es poca cosa hacer que la aeronave vuelva a volar, hay que poner repuestos, pagamos seguros, aeronavegabilidad, garaje, a los mecánicos, etc.

¿Cuántos despidos hubo desde que comenzó la pandemia?

Hay 70 pilotos desempleados en el exterior, ellos están retornando al país sin trabajo; en Bolivia son 30 pilotos despedidos.

 ¿De qué forma la aviación volverá a operar?

Va a ser muy difícil, estimamos que dos años habrá desempleo para los pilotos. Estamos volviendo a los años 90, cuando había desempleo de pilotos.

Desde hace dos años y parte de este año hubo intervenciones en las que pilotos civiles eran detenidos con droga, ¿usted conoció algunos casos?

No vemos ningún tema de narcotráfico, apoyamos la aviación lícita, coadyuvamos  a las autoridades, vivimos rodeados de países que también tienen bastante narcotráfico y obviamente  erradicarlo es una tarea difícil.

 ¿Qué acciones están tomando para frenar el proyecto de control aéreo por parte de militares?

Todas las asociaciones y entidades estamos en contra del anteproyecto que desbarata la aviación boliviana. Va a sangrar el dinero de la DGAC y Aasana para  el mantenimiento de los mismos con el control militar. Tenemos información de que lo quieren aprobar a como dé lugar. Hay una opinión de la OACI que es la que nos da la certificación uno, que nos costó sangre. Corremos el riesgo de que nos quiten la certificación y eso es grave.

Fuente: Página Siete