Nuevo récord de casos de coronavirus en EEUU: a más aglomeraciones más infecciones

EEUU establece nuevos registros de coronavirus. Trump lo minimiza, pero los expertos dicen que la situación es grave.    

Paciente de COVID-19 es internada en el Texas Medical Center de Houston, Texas. Paciente de COVID-19 es internada en el Texas Medical Center de Houston, Texas.

La pandemia en EE.UU. todavía no ha superado lo peor. El 24 de junio se reportaron 45.557 nuevos casos, es decir, más nuevos diagnósticos en un día que en el pico de la pandemia en abril.



Según el Washington Post, la situación es particularmente preocupante en Arizona, Arkansas, California, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Texas, donde se estableció un nuevo récord. En estos siete estados, hay más personas con COVID-19 en los hospitales que nunca antes. El aumento se remonta al descofinamiento del fin de semana del Día de los Caídos a finales de mayo, según expertos sanitarios. Muchos estados habían relajado sus restricciones a tiempo para las vacaciones, lo que tradicionalmente marca el comienzo del verano y las vacaciones en EE.UU.

Así que ahora llega la cuenta. En Arizona, las camas de los hospitales se están agotando de nuevo. Las unidades de cuidados intensivos del sureño estado tienen solo un 12 por ciento de capacidad libre. La situación en Florida es similar. Y en Texas, el número de pacientes hospitalarios con coronavirus aumentó de 2.793 a 4.389 en un año.

En contra de todas las advertencias: Trump realizó evento electoral el 20 de junio en Tulsa, Oklahoma. En contra de todas las advertencias: Trump realizó evento electoral el 20 de junio en Tulsa, Oklahoma.

Texas tira del freno de emergencia

El gobernador de Texas, Greg Abbott, sacó conclusiones al final de la semana. El jueves, el republicano anunció que la «reapertura» se detendría por el momento y que en las zonas especialmente afectadas de su estado no se realizarían operaciones en los hospitales que no fueran absolutamente necesarias. Este viernes dio un paso más. «Si el porcentaje de infecciones se elevaba por encima del 10 por ciento, el estado de Texas tomaría medidas para limitar la propagación de COVID-19», dijo Abbott.

Texas comenzó relativamente temprano con la reapertura de bares, restaurantes, cines, centros comerciales e instalaciones de recreación al aire libre. El gobernador mismo está ahora revirtiendo esas medidas. Los bares o restaurantes que obtienen sus beneficios principalmente de la venta de alcohol tendrán que volver a cerrar sus locales a los clientes, pero aún así se les permitirá entregar y vender bebidas para llevar. Las empresas que ofrecen deportes acuáticos populares durante el caluroso verano de Texas también se verán obligadas a interrumpir sus giras y alquileres de equipos.

Así, este es el primer estado en dar un paso atrás en el camino de las 4 fases de la reapertura. Si el número de casos en otras partes del país también aumenta, otros estados podrían seguir el ejemplo, o al menos introducir reglas más estrictas. «La tasa de infección actual muestra que lo que estamos haciendo no está funcionando», escribió a DW en un correo Shelley M. Payne, directora del Centro de Enfermedades Infecciosas LaMontagne, de la Universidad de Texas en Austin. «Si mantenemos las tiendas abiertas, tenemos que encontrar la manera de garantizar la seguridad de todos».

En Frankfort, Kentucky, se forman inmensas colas que duran día y noche para solicitar auxilio de desempleo. En Frankfort, Kentucky, se forman inmensas colas que duran día y noche para solicitar auxilio de desempleo.

Trump: «El aumento solo se debe a más pruebas»

«Creo que la gente está cansada de las limitaciones, y cuando no se conoce a nadie que haya tenido COVID-19, es fácil olvidar que la gente está muriendo de esta enfermedad», dice la bióloga molecular Payne. Las personas en posiciones de liderazgo podrían «ayudar haciendo anuncios claros y consistentes sobre los riesgos y estableciendo reglas y, si es necesario, restricciones», agrega.

Pero ese es exactamente el problema en Estados Unidos. Los críticos dicen que el presidente Donald Trump y los gobernadores republicanos hace tiempo que no se toman el virus con la suficiente seriedad y que, en su preocupación por la economía, han levantado las restricciones demasiado pronto, o no las han aplicado con la suficiente severidad, y ahora están minimizando los peligros de una nueva oleada. Trump escribió en Twitter que el creciente número de casos de coronavirus en EE.UU. se debe únicamente al aumento de las pruebas en el país.

Rápido aumento de los ingresos hospitalarios en Austin

Pero los expertos niegan que más pruebas sean la única razón para el nuevo repunte. «Desde que hemos ampliado nuestros esfuerzos de pruebas para incluir a personas sin síntomas, estamos encontrando más casos. Pero el aumento no se debe solo a más pruebas», dice Payne. «La tasa de positivos ha aumentado y el número de personas que necesitan ser hospitalizadas es mayor. Estos datos indican más casos». En Austin, por ejemplo, el número de hospitalizaciones por COVID-19 en abril y mayo fue de alrededor de 10 por día. La semana pasada, la ciudad informó que el número era de más de 40 por día.

En EE.UU., hasta el pasado 26 de junio, más de 126.000 personas habían muerto víctimas del coronavirus. La rapidez o la lentitud con que aumente este número dependerá también de si los políticos están dispuestos a reintroducir restricciones, y de si la gente se atiene a las pautas de «distanciamiento social» o prefiere pasar las suaves tardes de verano en las abarrotadas terrazas de los restaurantes.

(jov/vt)

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Fuente: DW