Las personas que requieren de hemodiálisis van caminando hasta el hospital Santa Bárbara de Sucre.
Más de medio centenar de enfermos renales que asiste tres veces a la semana al servicio de hemodiálisis del hospital Santa Bárbara llega a pie y, por la actual coyuntura, la mayor parte no tiene acceso a la alimentación necesaria y pide ayuda a la población.
“Previo a la cuarentena, sus condiciones eran muy tristes porque los pacientes vienen desde Aiquile, Surima, vienen a dializarse y su estancia es de cuatro horas y luego tienen que volver hasta su casa, no tienen en que venir”, relato la médico residente Katherin Marin al solicitar apoyo en cuanto al transporte y alimentación para los pacientes.
De los 70 pacientes que asisten tres veces a la semana, el 50% llega desde provincias o localidades de departamentos como Potosí y Cochabamba. Su enfermedad les limita bastante para conseguir trabajo.
“En esas condiciones y con el estado anímico muy deteriorado caminan bastantes kilómetros para venir”, señala Marín al comentar que algunos necesitan tramitar permisos especiales para transitar y en sus domicilios ya no tienen alimentos.
Elio Durán, miembro de una Asociación de Enfermos Renales que se conformó ante tales emergencias afirma que el padecimiento es doble debido a su enfermedad y las condiciones en las cuales se encuentran durante la pandemia por lo que muchos vieron reducidas sus defensas. “Como no hay transporte se vienen caminando eso es lo que da más pena”, lamentó.
El servicio de hemodiálisis atiende desde las 5:00 de la mañana al primer turno, a las 11:00 ingresa el siguiente y el tercero a las 17:00; todas las camas están constantemente ocupadas y el 20% de pacientes que asistían antes de la cuarentena dejaron de asistir.
“Hay ingresos nuevos constantes, cada día son más”, indica la nefróloga Alison Valdez.
Las personas que quieran colaborar con transporte o alimentos pueden comunicarse con el celular 72884775.
Fuente: correodelsur.com