Caso Arce es bumerán para el MAS, pero afirman que se le debe ganar en las urnas

Expertos y líderes dicen que aplicar el criterio del “ojo por ojo” sólo es venganza, y que es fundamental derrotar al partido azul electoralmente, “precisamente porque ellos no creen en la democracia”.

 

Página Siete Digital



 

Pablo Peralta M.  / La Paz 

El “caso Arce”, sobre la difusión fuera de norma de resultados de una encuesta  en un programa de televisión, es un bumerán para el Movimiento Al Socialismo (MAS). Analistas  y líderes indican que al partido azul se le debe ganar en las urnas  y no apelando a los mecanismos a los que esa fuerza recurrió para prevalecer sobre sus adversarios.

Cuando en 2015 el TSE canceló la personería jurídica de Unidad Demócrata (UD) de Beni, esa fuerza lideraba la intención de voto y se dirigía a un inminente triunfo. En el caso del MAS, según la reciente encuesta que Mercados y Muestras elaboró para Página Siete, si bien el partido azul encabeza la preferencia electoral (24%), no triunfaría en primera vuelta y en el balotaje sería derrotado.

Radiografía del  “caso Suárez”

Ernesto Suárez, líder de UD en esa región, se encaminaba a un triunfo en 2015.  No obstante, Carmelo Lens, entonces gobernador saliente y jefe de campaña de UD, difundió datos de una encuesta ante los medios.

La acción motivó a que una candidata a concejala suplente de Riberalta por la agrupación Nacer interpusiera una denuncia contra esa agrupación política.

En aquella oportunidad, el TSE remitió el caso al Tribunal Electoral Departamental (TED) de Beni, que sancionó a UD con una multa y pasó al organismo electoral la responsabilidad sobre la inhabilitación. Fue así que el 20 de marzo de 2015, el TSE anuló la personería jurídica de UD de Beni, dejando a Suárez y a 227 candidatos fuera de los comicios.

Todo eso ocurrió a ocho días de las elecciones y cuando UD tenía el 35% de la intención de voto, tres puntos por encima del candidato del MAS  Álex Ferrier.

El artículo 136 de la Ley del Régimen Electoral establece que las organizaciones políticas que difundan resultados de estudios de opinión en materia electoral, por cualquier medio, serán sancionadas “con la cancelación inmediata de su personalidad jurídica”, además de una multa.

 

La postura del gobierno de entonces, regentado  por Evo Morales, se centró en dos ejes principales: “las leyes deben respetarse” y que “es un tema del TSE”.

Del otro lado, entre las acciones legales que tomó UD en busca de contrarrestar la determinación están: un recurso de inconstitucionalidad que interpuso ante el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) contra el artículo 136 de la Ley de Régimen Electoral, y un amparo constitucional contra la resolución del TSE, que se planteó ante un juez del municipio de  Santa Ana del Yacuma (Beni).

En el primer caso, el TCP avaló la resolución del TSE. En el caso segundo, el juez del municipio beniano si bien en una primera instancia admitió el recurso, después dio un paso atrás y revocó la admisión y lo rechazó.

Suárez también estableció junto con  otros dirigentes al menos nueve piquetes de huelga, y hasta recurrió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Con todo, el TSE no dio vuelta atrás.

El bumerán para el MAS 

Más de cinco años después, el MAS está en los zapatos de UD. Todo ocurrió cuando Luis Arce, su candidato a la presidencia, difundió a mediados de este mes los resultados de una encuesta “interna” en un programa de televisión, según la cual -expresó- ganaría en primera vuelta.

Postura del partido azul, según posturas de dirigentes y pronunciamientos, se centra en que “no se difundió ningún estudio de opinión”, porque Arce no se refirió al universo del estudio, a la muestra y cobertura geográfica, por tanto “no hubo delito electoral”.

No obstante, la candidatura de Arce y la sigla del MAS están en el limbo, puesto que Creemos, Juntos, Libre 21, además de otras organizaciones políticas y activistas interpusieron denuncias contra Arce ante el TSE, que anunció que actuará conforma a la ley.

El investigador Miguel Urioste afirmó que “es fundamental derrotar al MAS electoralmente, precisamente porque ellos no creen en la democracia”.

“Evo Morales se disfrazó de demócrata ante el mundo y utilizó el sistema democrático para imponer el autoritarismo a base de  la prebenda y la corrupción. Nos tocará a los ciudadanos bolivianos demostrar ante el mundo que Evo Morales no tiene el apoyo del país. Que su gobierno fue una impostura y además engañó a los indígenas”, expresó.

El analista Carlos Cordero aseguró que al MAS y a Morales se les debe derrotar en las urnas, con el respaldo de los ciudadanos para “expulsarlos de la historia”, como sucedió en el referendo del 21 de febrero de 2016, cuando la mayoría dijo no a la reelección. “Aplicar el ‘ojo por ojo’, sólo es venganza y no nos hace mejores que ellos. El voto nos hará libres”, manifestó.

Ronald MacLean-Abaroa, excanciller,  aseguró que cuando la victoria oculta una derrota, se la conoce como pírrica y la derrota es doblemente amarga.

MacLean-Abaroa realizó una serie de preguntas en una columna que escribió: “¿Queremos impugnar y condenar legítimamente al régimen de Morales en las urnas? o ¿queremos ganar con trampa, con la misma trampa que es parte del fraude que nos hizo Morales, y privar al 30% del electorado de optar por su preferencia electoral? ¿Sería legítima una elección sin el MAS? o ¿sería una victoria pírrica que deslegitimice la victoria limpia y diáfana de la gente que pacíficamente luchó en las calles haciendo huir al tirano? ¿Vamos a proscribir al adversario para ganarle? No quiero ni pensar en la guerra fratricida que se desataría entre los opositores si es que eso sucediera”.

Tras que se consumara la cancelación de la personería jurídica de UD de Beni, Suárez manifestó: “Les hemos ganado (al MAS en Beni) con las mejores armas que tiene la democracia, con el voto. Ahí viene nuestra venganza y tenemos la certeza de que el 29 (fecha de la entonces elección) vamos a cobrar venganza con esas armas nobles que nos da la democracia, que es el voto ciudadano”.