Darwin perdió a su papá mientras estaba aislado, al final venció el Covid-19 y lo celebró con banda y mariachis

Su fe, su carácter jovial y el apoyo que recibió de mucha gente permitieron que Darwin Mariscal supere uno de los momentos más difíciles en su vida. Hoy dejó el albergue San Isidro de la capital cruceña, después de más de un mes de haber sido internado por coronavirus.

Cecilia Dorado/eju.tv

Darwin Mariscal se fundió en un eterno abrazo su mamá Yolanda a la salida del albergue San Isidro, mientras sonada la banda.

Hace 50 días que Darwin Mariscal dio positivo a Covid-19. Desde entonces pasó por un hospital y dos centros de aislamiento, el último fue el albergue San Isidro, donde siguió el tratamiento médico. Estuvo postrado en cama y hasta necesitó oxigenación, pero nunca pensó que en medio de todo ese viacrucis le llegue otro golpe más duro.



El 19 de junio, su papá Ángel Mariscal falleció, no pudo vencer al coronavirus. Inicialmente, él y su progenitor habían sido internados en el hospital de la Pampa de la Isla, pero su estado se agravó y tuvo que ser internado en terapia y luego murió. Darwin no pudo acompañarlo en sus últimos días de vida y eso lo devastó tanto que se descompensó y los días posteriores fueron como «empezar de nuevo» en su tratamiento.

Darwin se derrumbó por dentro, pero el apoyo de su familia, de sus amigos, del personal de salud y ocasionales ‘acompañantes’ en el albergue le permitió sobrellevar ese momento. Hoy fue dado de alta y dejó el centro de aislamiento, lo hizo al ritmo de la banda y de los mariachis que lo esperaron afuera.

Sus familiares y amigos blooministas, que siempre lo saludaban desde la calle, hoy llegaron hasta el lugar desde temprano y se apostaron en el ingreso para esperar la salida de Darwin.

También llegaron los mariachis y se sumaron al festejo en medio de aplausos de los otros enfermos y el personal de salud que celebró al nuevo ‘guerrero’ que superó el Covid-19.

El carácter jovial, pero sobre todo la fe de Darwin le permitió salir adelante. Aún estando encerrado en el centro San Isidro, siguiendo el protocolo médico, decidió registrar en sus redes sociales lo bueno y lo malo de todo lo que le sucedía día a día.

Hace cuatro días, al cumplirse un mes de la muerte de su papá y mientras él seguía internado en el centro San Isidro, le brindó un ‘banquete’ en memoria de su progenitor. Puso su foto sobre una pequeña mesa y la completó con velas y dos platos de comida, con la ‘mesa llena de comida’ como le gustaba a su verdadero ‘Ángel’. «1 mes de su partida mi Angel Guardián… Sírvase su Paella de mariscos y su ceviche que tanto le gustaba.. de parte de su Chef Favorito Darwin Mariscal», escribió en uno de los post en su cuenta de Facebook.

Darwin es dueño de la churrasquería Don Mariscal y de una carnicería, y aunque estaba muy agradecido por la atención que recibió en el albergue, contaba los días para volver a casa. Parecía un viaje interminable, cada vez que veía a los médicos reunidos en grupo, se preguntaba a quiénes darían de alta.

Hace cinco días envió un mensaje a sus amigos y familiares en el que decía «disfruten cada minuto a lado de sus seres queridos y no se olviden de agradecer a Dios por un día mas de vida que nos regala. Los saludo desde el albergue San Isidro, aquí recuperándome al 100% ya casi en la etapa final. Dios mediante la próxima semana me dan el alta y volveré a estar con ustedes. Y fue así, hoy retornó a casa.

«Fue una mezcla de emociones, por un lado la felicidad de volver a casa, pero por el otro se siente el vacío, es triste ver el sofá donde se sentaba mi papá y su movilidad que usaba… muchas cosas. Uno trata de ser fuerte, pero es difícil, son cosas del destino, la voluntad de Dios», dijo entre sollozos en un contacto con eju.tv. Aunque ya venció el coronavirus, él siente que su entorno todavía tendrá que acostumbrarse a vencer la barrera del temor natural para tratar de convivir como antes.