Mañaneros advierten que el miércoles saldrán a vender

Por otro lado, la feria de invierno aguarda el permiso de la Alcaldía para instalarse durante un mes en Alto San Pedro. Están dispuestos a cumplir los protocolos de bioseguridad

Juan Manuel Ijurko Comerciantes atiende en el Alto San Pedro. Foto: Ricardo Montero

Son 400 familias que aguardan el permiso para vender en la feria de invierno. Durante tres meses, de diciembre a febrero, confeccionaron prendas de todo precio que, ahora, esperan vender en esta época de frío. Han conversado con la Alcaldía y confían que pronto salga el permiso que les permita instalarse en el Alto San Pedro.

En los alrededores de la Feria de Barrio Lindo también están inquietos. Los mañaneros aglutinan a unos 1.800 vendedores que llevan más de tres meses sin trabajar. “No hay economía que aguante” reclama el dirigente René Troncoso. El reclamo es común en muchos otros comerciantes que se ven urgidos por generar sus propios recursos “porque tenemos que mantener a nuestras familias”, persiste Troncoso.



Para los mañaneros, la paciencia tiene un límite. Ya se han cansado de enviar cartas y sostener reuniones con la Alcaldía y esperan la aprobación para salir este miércoles. De todas maneras, la decisión está tomada. “Es nuestro derecho social”, anteponen como principal razón para salir este miércoles.

Lucio Colque Quispe muestra un talante más conciliador. Como presidente de la Federación Departamental de Ferias Estacionarias y Ramas Anexas de Santa Cruz, apela a la comprensión de las autoridades municipales para que les permita instalar la feria de invierno. “Somos 400 comerciantes que tenemos todo listo para salir”. Don Lucho, así es conocido en los mercados y calles, explica que los feriantes tienen empeñado su capital y aguardan estas ventas para cubrir sus créditos. “Tienen que entender que necesitamos trabajar, tenemos familia”, susurra al teléfono con un tono que deja sentir ya la desesperación.

La necesidad apremia y obliga a los comerciantes a salir a las calles a vender. Tanto en la Feria Barrio Lindo como en Alto San Pedro, los venteros se han instalado, de manera provisional, en las veredas. Un centenar de comerciantes atiende a los pocos visitantes que acuden a la zona del Alto San Pedro.

Mañaneros y feriales saben del peligro que supone el virusEstán dispuestos a extremar las medidas de bioseguridad con la instalación de túneles de desinfección, control de temperatura en el ingreso y el uso obligatorio de barbijos. “En 24 horas tenemos todo ordenado” ratifica Colque. Considera que, para salir a vender, solo se necesita la voluntad de la autoridad municipal.

Por su parte, René Troncoso es consciente de la importancia que supone cumplir los protocolos. “En nuestro sector, las personas mayores de 60 años y las mujeres embarazadas no podrán trabajar. Además, ya se les ha dicho que no pueden venir con sus hijos menores”. Señala que los puestos mantendrán una distancia prudencial.

Fuente: https://eldeber.com.bo