Mesa recomienda un «paréntesis inteligente» en el tema marítimo y dice que el error en la demanda fue intentar transformar el derecho internacional

El expresidente asegura que volvería a ser parte de un equipo que intente el retorno al mar. El también candidato señala que la estrategia jurídica fue ‘impecable’

Ivan Alejandro Paredes Tamayo

Los expresidente de Bolivia en La Haya. Foto: ABI

El Deber

Carlos Mesa no duda en volver a ser parte de un equipo nacional que intente el retorno al mar y no se arrepiente de haber sido miembro del equipo asesor de este tema del expresidente Evo Morales. El ahora presidenciable de Comunidad Ciudadana (CC) sugiere un «paréntesis inteligente» en la estrategia marítima -dice que puede «ser por unos años»- y admitió que el error de la demanda, que Bolivia perdió con Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ)- fue intentar transformar el derecho internacional.



«Nos equivocamos en una cosa. En no darnos cuenta de que lo que estábamos proponiendo era una transformación del derecho internacional. El fallo de La Haya entre Chile y Bolivia, a diferencia del que hubo entre Chile y Perú, no era a propósito de una línea fronteriza, era a propósito de una concepción de nueva generación de derecho», expresó el político en una entrevista vía Zoom con Pablo Fernández para su programa La Frater.

«El criterio de los actos unilaterales de los Estados que generan una obligación jurídica era demasiado avezado porque marcaba algo importante, no solamente era válido para Chile y Bolivia, sino para Palestina, Estados Unidos, y no nos dimos cuenta de que la arquitectura internacional corría riesgos. Ahí estuvo el error de fondo, pero desde el punto de vista jurídico me sigue pareciendo impecable», detalló Mesa en la entrevista.

Recordemos que Mesa y otros expresidentes formaron un equipo asesor de la demanda marítima. Los otros exmandatarios eran Guido Vildoso, Jorge Quiroga, Jaime Paz Zamora, que se desmarcó en la parte final del proceso; y Eduardo Rodríguez Veltzé, quien fue el agente ante la CIJ. Mesa fue el vocero de la demanda y fue quien llevó a varias partes del mundo la posición de Bolivia.

El 1 de octubre de 2018, la CIJ reconoció que Bolivia y Chile «tienen una dilatada historia de diálogo, intercambios y negociaciones». No obstante, por 12 votos contra tres, el tribunal determinó que Chile «no contrajo la obligación legal de negociar un acceso soberano al océano Pacífico para el Estado Plurinacional de Bolivia«. Esa determinación fue la derrota que sufrió Bolivia y es la excusa de Chile para evitar retomar el tema bilateral.

Ante el dictamen, el expresidente Mesa sugirió un «paréntesis inteligente» en esta temática, pero exhortó a retomar la relación con Chile para tratar otros asuntos, como el comercio exterior y el libre tránsito.

«Hay que hacer un paréntesis inteligente. La causa marítima no se puede abandonar porque es una causa central del Estado y su relación exterior. Pero sería una miopía absurda no darse cuenta de que se perdió contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y que necesitamos recomponer confianza con Chile, necesitamos una relación fluida con Chile, necesitamos recuperar relaciones, por ejemplo, en temas como libre tránsito, la complementariedad económica. Un paréntesis puede ser por unos años», dijo el exmandatario.

El Gobierno de Chile se encuentra en la etapa final de la elaboración de un documento que tiene como objetivo trazar las nuevas directrices de la relación con Bolivia. El texto no menciona la agenda de los 13 puntos y sepulta la aspiración marítima boliviana. El trabajo es elaborado por diez expertos del vecino país y es diseñado por la Cancillería chilena. Además, tres expresidentes chilenos estudiaron la propuesta y enviaron sus sugerencias. Un tema caliente por ahora es el de las aguas del Silala, que tiene un proceso en desarrollo en la CIJ.

Mientras, el Gobierno transitorio de Bolivia solo tuvo acercamientos con Chile en el tema de cooperación para el paso de compatriotas en tiempos de la pandemia de coronavirus. La Moneda ayudó en instalar puestos de cuarentena en suelo chileno para ciudadanos bolivianos y se hizo cargo de la alimentación.