Óscar Urenda, el ‘guerrero’ que luchó contra la pandemia hasta el último suspiro

El coronavirus terminó con su vida. El secretario de Salud de la Gobernación cruceña, Óscar Urenda, falleció la madrugada de este viernes 24, después de una larga lucha contra la enfermedad.

Cecilia Dorado/eju.tv

El secretario de Salud, Óscar Urenda, fue un referente para Santa Cruz y el país.

Su voz gruesa, firme y clara se apagó. El doctor Óscar Urenda se sobrepuso al coronavirus la primera vez, pero la segunda fue fatal, hoy falleció a la 1:03 de la madrugada, después de 46 días de estar internado. Este médico ginecólogo de 72 años, que hizo honor a su cargo como Secretario de Salud y Políticas Sociales de la Gobernación cruceña, fue el puntal fundamental, el hombre fuerte en la lucha contra el Covid-19 en Santa Cruz, la región más golpeada por la pandemia.



Se extrañará su discurso siempre sereno, pero frontal no solo para recordarle a la población cuánto debe cuidarse, sino también para reclamarle a quien corresponda, incluso al Gobierno nacional, lo importante que es priorizar la salud en un momento como este.

Su discurso incluso traspasó las fronteras, cuando a fines de marzo, en una entrevista con la cadena CNN en español, advirtió lo dura que sería la pandemia en Santa Cruz. Siempre habló de la llegada de la ‘tormenta’ o el ‘turbión’, refiriéndose al peor momento que se avecinaba.

 

El 5 de mayo fue la primera vez que el doctor Urenda anunció, con la voz entrecortada, que iniciaría la cuarentena de 14 días, porque se había detectado un caso de coronavirus en su equipo. La noticia conmovió al país que se sintió casi huérfano ante tremendo enemigo invisible. La propia presidenta Jeanine Áñez le envió un mensaje en Twitter de solidaridad y agradecimiento “por el gran esfuerzo” que venía haciendo por la salud de los bolivianos.

Urenda se aisló en su casa. Arropado por el cariño de su esposa y sus seis hijos, el menor de 12 años, sacaba ánimos para seguir trabajando desde su hogar vía online y recordando a los cruceños lo importante que era quedarse en casa para evitar que el coronavirus cause más estragos en la región. Por ese entonces, Santa Cruz ya tenía más del 50% de los casos en el país.

Este hombre, que llevaba 10 años como secretario de Salud, desde el 4 de junio de 2010, también fue presidente del Club 24 de Septiembre, director del Comité pro Santa Cruz en 2002 y diputado en 2005, pero fue durante la pandemia cuando más protagonismo cobró, se ganó el aprecio y el respeto de mucha gente que, desde el primer día que ingresó a cuarentena, llenó las redes sociales con mensajes de aliento y solidaridad.

Para el analista político Marcelo Silva, Urenda se había convertido en un ‘ícono’ de la lucha contra la pandemia en el país.

La gestión de Urenda fue vital en 2013, durante el proceso de transferencia de los hospitales de tercer nivel a las Gobernaciones. Se fortaleció el sistema de salud con la compra de equipos y se hizo diversos ajustes administrativos para una mejor atención.

También hizo gestiones para la aprobación de la ley del 10% del PIB para la salud y para la asignación de más presupuesto de la Gobernación a este sector.

En medio de la pandemia, llegó a anunciar la instalación de dos Domos en el hospital Japonés y fue uno de los impulsores de la construcción del hospital de tercer nivel de Montero, para su posterior apertura.

Durante su aislamiento por el Covid-19, Urenda contó que su esposa Darling Flores, con quien llevaba 20 de matrimonio, le había dicho “que si daba positivo a coronavirus, ella también quería contraer la enfermedad”.

Confesó que aun siendo médico nunca pensó que una pandemia como el Covid-19 invadiría el mundo, es más creyó que eran cosas de “películas”, porque la medicina ya ha avanzado tanto que era impensable que escenas devastadoras como la gripe española, el cólera o la peste negra se volverían a repetir.

Óscar Urenda y su esposa Darling Flores.

Entre la clínica y su casa, Urenda aguardó los resultados de las pruebas para saber si ya había vencido la enfermedad. En ese interín, confesó que había sido tentado para ocupar el Ministerio de Salud, después de la destitución de Marcelo Navajas, tras el escándalo del supuesto sobreprecio en la compra de 170 respiradores.

Pero Urenda ya tenía clara su misión como un guerrero de primera línea. “Mi trabajo y apronte es por Santa Cruz y, obviamente, no lo voy a dejar al gobernador (Rubén Costas) en una situación tan compleja que tiene la salud, porque soy parte de su equipo que ha estado trabajando en la contención y lo estamos logrando. Me debo a Santa Cruz y me quedo en Santa Cruz. No tenga la menor duda que tras que pueda salir voy a ir a trabajar donde corresponde para seguir apoyando en esto a mi pueblo”, dijo. Y así fue.

Urenda disfrutando junto a sus hijos.

Apenas superó la enfermedad retornó a su oficina en la Gobernación y se lo volvió a ver en las acostumbradas conferencias de prensa de actualización de datos de la pandemia.

Con el afán de ‘seguir salvando vidas’, pero esta vez en Beni, el departamento que estaba siendo vapuleado por el enemigo invisible, el 25 de mayo Urenda emprendió viaje a Trinidad junto con otras autoridades de salud de Santa Cruz, seis ministros y el representante de la OPS en Bolivia.

Siempre se lo vio convencido de que la única manera de frenar la pandemia era estar en el campo de batalla.

Pero el virus volvió a golpearlo, esta vez con más fuerza. El 1 de junio dio positivo por segunda vez, después de haber sido dado de alta dos semanas atrás. “Esta es una infección nueva, lastimosamente hace tres días que empecé a tener problemas respiratorios, fiebre, me tomé una prueba (domingo) y hoy (lunes) la han confirmado positivo, en realidad han recontraconfirmado tres veces”, explicó al señalar que, por lo visto, la primera vez no creó los suficientes anticuerpos.

De inmediato anunció que se internaría para estar vigilado por especialistas. “Estoy esperando con fe y con optimismo de saber que todo va a salir bien, como la otra vez”, dijo antes de ingresar a una clínica de Santa Cruz.

Cinco días después el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Marcelo Ríos, anunció que Urenda sería intubado, porque su salud había ido en “detrimento”.

Desde entonces, no presentó mayor mejoría, su salud fue ‘estacionaria’.

El gobernador Rubén Costas y el secretario de Salud, Óscar Urenda, en una de las visitas a los hospitales cruceños.

Más de una vez, el gobernador Rubén Costas expresó su aprecio por Urenda a quien calificó como un hombre que representaba un apostolado de servicio a los demás e invocó al Creador para que supere ese difícil momento.

La vida del doctor Urenda se apagó este viernes 24 de julio, después de más de un mes y medio de lucha pecho a pecho contra el enemigo invisible. Esta vez el virus atacó sin piedad a uno de los mejores hombres en esta guerra contra el Covid-19.