Pandemia, cambio climático y nuevos sistemas productivos

 

La humanidad durante su larga historia, ha sufrido de pestes, pandemias y guerras y ha sabido superarlas gracias a que sus dirigentes y la población las enfrento con verdad y coraje. Churchill, cuando asumió su mandato, época de la Segunda Guerra, no trato de endulzar la realidad y engañar al pueblo, sino que dijo algo duro y real: “Yo diría a la Cámara, como dije a todos los que se han incorporado a este Gobierno: No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”.



Nos enfrentamos contra la pandemia viral y el cambio climático y junto con nuestros dirigentes debemos actuar para enfrentarlo, con verdad, responsabilidad y coraje.

Actualmente, la población aterrorizada por la pandemia permanece encerrada, los menos trabajan y los más escuchan en los medios propalar obsesivamente sobre miles de muertos y contagiados en el entorno y en todo el mundo, con lo que se agudiza el temor, mientras muchos esperan que el gobierno y los políticos le solucionen el problema.

La población confinada en sus hogares no está percibiendo ingresos y vive apenas de sus ahorros, si es que los tiene. Desesperadamente buscan el que comer y superando el temor salen a recibir los bonos estatales, a pedir ayuda de la familia o realizar alguna actividad precaria de comercio y servicios. Se percatan angustiados que muchos de los trabajos y negocios que conocían y practicaban normalmente están desapareciendo, y que en el entorno aumenta la irracionalidad y la violencia.

Se espera que en los próximos dos años la vacuna llegue a cada persona y que paulatinamente se pueda salir a trabajar, se reanuden las actividades productivas y de servicios y en los rubros “que aun tengan vigencia y viabilidad en esta nueva realidad”.

Entre tanto el clima se presenta cada vez más variable y extremo, y conspira contra nuestras prácticas tradicionales del trabajo y especialmente el agrícola. Sus ciclos ya no son aquellos que conocíamos y que establecían las épocas de sembrar y cosechar. A destiempo se presentan altas y bajas temperaturas, abundantes precipitaciones y sequias, vientos huracanados y plagas recurrentes de insectos y hongos que afectan nuestros cultivos y la biodiversidad y esto ocurre en los meses en los cuales no era lo usual.

USANDO LA CIENCIA NECESITAMOS ENCONTRAR UNA PROPUESTA PRODUCTIVA Y ADECUADA A LAS NUEVAS REALIDADES SANITARIAS Y CLIMÁTICAS.

Frente al cambio climático y la evidenciada fragilidad de nuestra salud ante los virus, necesitamos desarrollar nuevas alternativas económicas y tecnológicas para que las personas y los sectores productivos generen recursos para cuidar su vida, salud y alimentación. Esperanzados que esta vez se lo haga bajo un modelo de economía sostenible y en un marco de legalidad y respeto por el ecosistema.

Se asegura que una de las principales causas de este cambio en el clima, es una excesiva concentración de gases de efecto invernadero y en consecuencia algunos agricultores, aunque no los suficientes,  están optando por los cultivos transgénicos que incrementan la producción por hectárea demandando a su vez menos plaguicidas y trabajo de labranza, con lo que se evita la desforestación y se mejora el ambiente.

Igualmente se ha evidenciado, que los cultivos transgénicos son resistentes a varias plagas e insectos con lo que se reduce el uso de agroquímicos y se disminuye el uso de rociados y tractores y por ende el consumo de combustibles fósiles que emiten CO2, y todo esto beneficiando al clima.

Entre tanto muchos trabajos han venido perdiendo vigencia, mientras otros surgen. Vemos a nuestro alrededor que con la Pandemia y el aislamiento social no están funcionando actividades como hotelería, turismo, transporte, aviación, restaurantes, cines, estadios deportivos, conciertos, empleados domésticos, cuenta propistas, bares, restaurantes y pensiones, servicios de transporte y otros.

Entre los rubros que aun funcionan están: Agricultura, industria alimenticia. Servicios de salud, laboratorios, medicina y farmacia. Atención a la tercera edad. Alimentos para llevar a la casa, delivery (reparto o entrega).
Asimismo el reciclaje de plásticos, desperdicios agrícolas, manejo de residuos industriales y domésticos, la siembra de árboles, purificadores de agua, energías limpias, empresas ambientales.

Durante la pandemia se expande rápidamente la economía digital, que incorpora el Internet en la información, Internet de las cosas (IoT), la producción y comercialización de bienes y servicios mediante E-commerce, transferencias electrónicas. Tiendas online. E-learning, educación virtual por internet. Video Conferencias. Tele trabajo. Tutoría online. Mantenimiento y reparación artículos electrónicos. Impresoras 3D.

Por su vez los promotores del desarrollo sostenible, demandan la necesidad de reforzar nuestra responsabilidad con el ecosistema y con la vida, proponen un nuevo modelo de vida y del uso de la energía y esto implica: Reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles y las emisiones de carbono, usando energías limpias y equipos adaptados para esta energía. Aumentar la productividad agrícola, con lo que se reducen las áreas de cultivo y el impacto sobre los bosques. Se propone la reducción del consumismo, el retorno a la vida rural e incrementar el trabajo artesanal. Estabilizar la población. Proteger e incrementar los bosques y florestas. Reducir los envases plásticos, reducir la basura y la contaminación.
Todo esto debería estar incorporado en un plan de gobierno, en lugar del típico discurso demagógico y confrontacional.

Aunque las cosas están difíciles, la sociedad saldrá adelante pero necesitamos enfrentarlas con verdad, responsabilidad y coraje. Y no podemos permitir que en estos aciagos momentos, se use el temor de la población para beneficios políticos y económicos de los dirigentes populistas.

Es claro que el mundo ya no será como lo conocimos y que será dificultoso para los viejos adaptarse al mismo; las nuevas generaciones como siempre ocurrió en la historia, inventaran como sobrevivir y seguir adelante, pero les costara sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor.

Fuente: ovidioroca.wordpress.com