¿Se debe usar protector solar dentro de casa? ¡Por supuesto!

La luz del celular o la computadora pueden causar manchas en la piel. Un experto explica la importancia de usar filtro solar, aunque se lleve una vida al interior y con poca exposición al medio ambiente.

Sin duda el protector solar es un aliado fundamental en el cuidado de la piel. Aunque muchos tienen la falsa creencia que este producto solo se debe utilizar cuando se está expuesto al sol, lo cierto es que, para proteger la piel de manera efectiva, su aplicación es necesaria en todo momento y bajo cualquier clima: en exteriores e interiores, cuando hace frío y cuando hace calor.



La Dra. Denise Valdivia, especialista en Dermatología, explica que incluso cuando las personas están en lugares cerrados, la piel se expone a espectros de radiación electromagnética, en acciones cotidianas y tan sencillas como estar en habitaciones con ventanas, mirar el celular, ver televisión o estar frente a la computadora.

“Existen al menos dos tipos de rayos solares que pueden resultar dañinos para lampiel: los rayos UVA y los UVB. Por ejemplo, cuando las personas estan en interiores, aunque la mayoría de las ventanas no permiten la filtración de los rayos UVB, los rayos UVA sí pueden penetrar a través de ellas”, profundiza la Dra. Valdivia

¿Qué son los rayos UVA y UVB? los UVA componen el 95% de la radiación ultravioleta que llega a la superficie de la piel y puede penetrar muy profundo hasta llegar a las células de la dermis. Por otro lado, los UVB constituyen el 5% de la radiación ultravioleta que llega a la Tierra, pero su impacto, puede penetrar más fuerte en la epidermis ya que esta radiación es la responsable, por ejemplo, del bronceado y quemaduras solares.

Según la Dra. Valdivia, en los lugares cerrados existe otro espectro al que se conoce como luz azul, que es toda aquella radiación a la que se está expuesto constantemente y de forma inevitable: como la que entra a la casa por la ventana, la que emiten lámparas artificiales, los dispositivos electrónicos, televisores y celulares entre otros.

“Día a día las personas están expuestas a este tipo de emisión de luz, y sus efectos negativos se traducen en arrugas, hiperpigmentación focal o difusa, flacidez, tono de piel apagado, tendencia a la deshidratación y una mayor predisposición a cáncer de piel”, afirma la experta.

Fuente: INTI