Añez cumple 9 meses en el poder acorralada por una crisis múltiple

Expertos ven que tuvo éxito cuando pacificó el país y llamó a elecciones, pero coinciden en que el punto de inflexión ocurrió cuando lanzó su postulación a la Presidencia de Bolivia.

Hoy se cumplen nueve meses desde que Jeanine Añez asumió la presidencia, en medio de una convulsión política social, tras las elecciones fallidas del 20 de octubre de 2019. Llegó a Palacio con dos principales objetivos: pacificar el país y convocar a nuevas elecciones.

En la actualidad, la mandataria está asediada por los bloqueos, los pedidos de que “baje” su candidatura y por la pandemia de la Covid-19.



“Aquí se está ante una sucesión constitucional originada en la vacancia de la presidencia del Estado ante la ausencia definitiva del presidente y vicepresidente, lo que significa que conforme al texto de la Constitución, como presidenta de la Cámara de Senadores, asumo  de inmediato como Presidenta del Estado, disposición prevista en el orden constitucional y me comprometo a asumir todas las medidas necesarias para pacificar el país”,  expresó Añez aquel 12 de noviembre de 2019.

En la actualidad, el escenario cambió y según el análisis de expertos en política, en el corto tiempo de  Añez en el poder atravesó por distintas fases, con aciertos y desaciertos. No obstante, coinciden en que  el punto de inflexión ocurrió cuando lanzó su candidatura.

La socióloga Sonia Montaño identifica una primera fase “luminosa”, que  transcurrió desde el momento en que Añez asumió la Presidencia, logró pacificar el país,    promulgó la Ley de convocatoria a nuevas elecciones, hasta el momento  en que designó a  Salvador Romero como vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el 25 de noviembre de 2019.

“Creo que ese fue el momento más luminoso de su Gobierno”, dice Montaño, quien agrega que después de ese periodo su gestión se vio empañada desde que decidió lanzarse como candidata a la Presidencia el 24 de enero de este año.

“Fue la peor apuesta que ella hizo y empezó el descalabro porque fruto de esa decisión se empañó toda la gestión y desembocó en el desaire del diálogo del domingo, donde  los pocos que fueron le faltaron soberanamente el respeto”, afirmó Montaño.

El analista Marcelo Silva identifica tres etapas en los nueve meses de gestión. La primera etapa -explica- es cuando Añez asume el mando del país con tres tareas fundamentales: pacificación, llamar a elecciones con un TSE independiente y asumir la administración estatal para garantizar una estabilidad económica a la población.

“Esa primera etapa de noviembre hasta enero fue una etapa bastante exitosa. Jeanine Añez hizo lo que tenía que hacer”, sostiene Silva e identifica una segunda etapa,  que arranca el día en que  Añez decidió lanzar su postulación a la presidencia.

El analista político considera que con ese acto cambió el sentido de su mandato, y su Gobierno de transición se convirtió  en un actor político en competencia electoral.

Silva sostiene que la tercera etapa está marcada por  “grandes problemas en la gestión” administrativa, porque al mismo tiempo que llega la pandemia del coronavirus, surgen varias denuncias de irregularidades y actos de corrupción, lo que termina desgastando su imagen.

Añez y Copa, cuando la primera promulgó la ley de elecciones. 

Para el politólogo  Carlos Cordero, el gobierno de transición de  Añez presenta el  mayor índice de conflictividad en relación con  gobiernos anteriores con similares características, porque su administración asumió un rol de gestión y no de transición.

“Creo que esa fue una equivocación, el pensar que es un Gobierno de gestión. Hubiera trascendido en el tiempo con menos conflictividad si la Presidenta se hubiera limitado a administrar el proceso electoral, al ponerse al margen del proceso electoral y no ser una candidata”, manifiesta Cordero.

Es decir, agrega el experto en temas políticos, que el mayor desacierto en los nueve meses de gestión  es haber lanzado su candidatura, ya que, de no haberlo hecho, el nivel de conflictos  hubiera sido considerablemente menor.

“Ella hubiera tenido la legitimidad para pedir apoyo. Los mismos políticos no saben con quién están hablando, si es con la Presidenta o candidata. Nadie quiere apoyar al gobierno de la presidenta Añez porque es como si estuvieran alineándose con el partido. Con seguridad hubiera sido un Gobierno menos conflictivo, con mayor apoyo y hubiera podido hacer mejor gestión”, afirmó.

Los tres expertos coinciden en que  Añez está “entrampada” en su condición de candidata, lo que a su vez genera una serie de descontentos, en especial de los sectores del  Movimiento Al Socialismo, que en un principio de las movilizaciones exigían que las elecciones se realicen el 6 de septiembre y ahora demandan la renuncia de Añez.

“Si Añez no hubiera estado en condición de candidata, la evaluación de la gente hubiera sido distinta”, dice Montaño. Silva agrega que si la mandataria mantiene su candidatura, “vamos a tener un Gobierno que oriente todas las decisiones en función del proceso electoral”, pero si desiste,  podrá conformar un Gobierno que garantice el proceso electoral, el  retorno a la institucionalidad y logre  la solución a los conflictos.

En cambio, Gonzalo Barrientos, diputado de Unidad Demócrata,  afirmó que en los nueve meses, Añez enfrentó el proceso de transición más complicado en la historia del país, después de que el MAS en los últimos 14 años  destruyera la institucionalidad  estatal, la  que dejó con muchas falencias, en especial en el tema de salud.

Añez,  al lanzar su candidatura en enero de este año.

El legislador subraya que la mandataria superó varios desafíos. “Asumir un proceso de pacificación  en los meses de noviembre y diciembre, ha enfrentado el tema del dengue en los meses de enero y febrero. También ha restituido el TSE y ha convocado a elecciones y está enfrentando esta pandemia que ya está más de cuatro meses en nuestro país, además de una permanente obstaculización de políticos y expresidentes que priorizan sus intereses. Podemos resumir una participación que muestra compromiso y una alta responsabilidad con la patria”, dijo.