¿Cómo estás y dónde estás?

Ciro Añez Núñez – eju.tv

Ciro Áñez Núñez

En estos tiempos con un mundo agitado, desesperado, loco, atónito, lleno de pérdidas, intrigas, vilipendio, manipulación, denigración y miedos, el camino de solución es el observar bien y mantener la calma.



Veamos siempre algo positivo dentro de esta crisis sanitaria y sus secuelas.

No solo veamos al Covid-19 como problema sino como solución de muchas cosas, como ser: el estar agradecidos por «la vida» y por «el tiempo» que aún tenemos asignado en este mundo; y, no andar nada más quejándonos de todo, por las cosas que nos falta.

Disfrutemos más de lo mucho que tenemos y no suframos mucho de lo poco que nos falta.

Hay que entender el tiempo de las cosas. Aprender a abstenerse un poco (no es para siempre). Hasta que la tormenta mengüe.

Los «hechos» en mecánica cuántica dependen del observador. Mira, observa. Todo depende del observador, depende de lo que ves.

Si lo ves mal, desatas tu ira, tu pánico, abres la boca y/o actúas producto de la desesperación, de los miedos, etc., por ende todo va mal y se puede dañar todo alrededor; mientras que si lo ves bien (es decir, observas bien las circunstancias que vives), todo va a estar bien.

Desde una perspectiva cristiana, quien observa al observador es Dios, cuya visión es universal y particular.

Tengamos más opción de ver las bendiciones que tenemos en nuestra vida.

Valoremos lo que tenemos y sepamos abstenernos de la desesperación, entendamos que son tiempos de templanza, de forjar el carácter.

El punto es esperar un poco pues vamos a ganar mucho, por ejemplo: obtendremos un mayor  y  mejor aprendizaje significativo de calidad para nuestras vidas.

Escojamos la vida y el bien, no la muerte y el mal.

Sintámonos bien y ubiquémonos en el lugar adecuado, observando apropiadamente.

Estamos contentos porque elegimos ser felices. La vida es una serie de decisiones. Las decisiones que tomemos, son con ellas con las que viviremos por el resto de nuestra vida. La verdadera felicidad permanece a pesar de las circunstancias.

La percepción de cómo nos vemos en el interior determina las acciones. Podemos ver lo malo o ver lo que produce felicidad en nosotros, cómo nos vemos a nosotros mismos. Cuando no vemos lo bueno de las cosas, tenemos una actitud negativa de la vida. La negatividad evita que avancemos en la vida. Siempre debemos buscar lo bueno.

Cada vez que tengamos un problema debemos tener una lista de sugerencias de cómo solucionarlo. Debemos tratar siempre de buscar soluciones a todo lo que vemos, no enfocarnos en los problemas.

No perdamos el optimismo realista y las emociones positivas. La felicidad no está centrada en nuestras emociones, condiciones, apariencias, experiencias o situaciones de la vida. Se centra en nuestra voluntad.