Evo, el huésped que inquieta y tensa las relaciones del país con Argentina

La Cancillería de Bolivia y el TSE emitieron notas de protesta por el tema de injerencia en el proceso electoral. En tanto, las denuncias de estupro contra Evo Morales pasan desapercibidas en el vecino país.

Fuente: Página Siete

 



Yolanda Mamani Cayo / La Paz 

 

 

El expresidente Evo Morales, que solicitó refugio en Argentina, empieza a inquietar en ese país  debido a que legisladores opositores a la Casa Rosada pidieron información sobre su estatus. Aquello se da en medio de unas relaciones diplomáticas cada vez más tensas entre ambos gobiernos debido principalmente al “factor Morales”.

En la última semana, un tuit de un funcionario del gobierno de Alberto Fernández sobre los comicios generales venideros, y un comunicado de su Cancillería  respecto al reciente informe de Naciones Unidas respecto a la situación de los derechos humanos después de las elecciones fallidas del 20-O merecieron respuestas oficiales de parte de Bolivia.

Un tuit y una protesta 

El tema cobra vigencia a raíz de un tuit que difundió el 22 de agosto el subsecretario de Obras Públicas argentino, Edgardo Depetri, quien  publicó un mensaje y una fotografía con Morales y otros  integrantes  que conforman “Es Tiempo de Igualdad”.

“Nos reunimos con Evo Morales. Nos comprometimos a fortalecer la participación de migrantes bolivianos en la elección presidencial, para que Bolivia vuelva a ser un país libre y democrático”, se lee en el tuit.

“Es Tiempo de Igualdad”, que se creó este mes, es una corriente política que forma parte del partido Frente de Todos, con el que Fernández llegó al poder. Esa tendencia está conformada por funcionarios públicos como Depetri. También lo integran Victoria Donda, directora del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo y el subsecretario de Políticas de Integración y Formación, Daniel Menéndez, entre otros.

A raíz de ese tuit, el 24 de agosto la Cancillería, a través de la Embajada de Bolivia en Argentina, envió al gobierno de Fernández una nota de protesta. En ese documento se “solicita los buenos oficios del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto para que se evite este tipo de manifestaciones y posibles injerencias en las elecciones generales del 18 de octubre”. No obstante, la nota no obtuvo respuesta.

“Ya éste es el quinto reclamo a través de notas diplomáticas enviadas al Gobierno argentino. Las cuatro primeras notas fueron en virtud del acoso y de la provocación generada desde tierra argentina por parte del expresidente Evo Morales. Sin embargo, el Gobierno argentino no ha tenido la gentileza de responder ninguna de estas notas”, lamentó la canciller Karen Longaric a En Portada, programa de Página Siete, Los Tiempos y Asuntos Centrales.

Un día después, el 25 de agosto, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, envió una carta al encargado de negocios de la Embajada Argentina en Bolivia, Diego Alonso Garcés, para expresarle su extrañeza ante la “injerencia por parte de autoridades argentinas en el proceso electoral boliviano contrario a las normas y buenas prácticas electorales internacionales”.

En la nota, el TSE le pide al gobierno de Fernández “evitar cualquier tipo de acciones, actividades o declaraciones que influyan sobre la orientación del voto de los ciudadanos bolivianos”.

El informe y  el comunicado  

El 25 de agosto, la Cancillería argentina emitió un comunicado en el que se refiere al reciente informe de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (Oacnudh) sobre la situación de derechos humanos en Bolivia tras las fallidas elecciones del 20 de octubre de 2019.

“El informe revela, asimismo, la utilización de municiones letales, algo negado por el gobierno de facto de la exsenadora Jeanine Añez, en operaciones conjuntas entre la Policía y las Fuerzas Armadas, el 15 y el 19 de noviembre en Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), con el saldo de 19 muertos”, se lee en ese  pronunciamiento.

El 26 de agosto, la Cancillería de Bolivia emitió un comunicado al respecto. “El comunicado de prensa de la Cancillería argentina es intencionalmente engañoso y pretende reflejar ante la comunidad internacional una situación diferente a la que señala Oacnudh en su informe”, se lee en el pronunciamiento nacional, en el que se reitera la preocupación y molestia por las declaraciones de funcionarios argentinos sobre las elecciones bolivianas.

Inquietud de legisladores 

En tanto, en la Cámara de Diputados de Argentina, legisladores de la bancada opositora al gobierno de Fernández  solicitaron informes sobre la situación legal de Morales en ese territorio y sobre el tema de una presunta injerencia en los comicios venideros.

El diputado de UCR Álvaro Héctor de Lamadrid solicitó información sobre si se está tomando acciones para garantizar las condiciones electorales transparentes, libres y justas de los bolivianos residentes en Argentina. A esa consulta, según El Deber, se suman peticiones de informes de la posición imparcial de Fernández en el proceso eleccionario en Bolivia y si las más recientes acciones del Ejecutivo no pueden considerarse una injerencia en asuntos internos del vecino país.

Una denuncia y la agenda 

La denuncia en contra del expresidente  Morales sobre  la presunta comisión del delito de estupro no tuvo una alta repercusión en Argentina.

“Aquí trascendió mínimamente la noticia y no ha tenido mayor difusión ni impacto en la opinión pública. Yo diría que la opinión pública ignora la cuestión de las denuncias. No se lo ve con relevancia prácticamente en  ningún medio. Es decir, casi cero repercusión”, comentó a Página Siete el destacado periodista Miguel Wiñazki.

El periodista Jorge Pailhe, de la agencia de noticias Télam, afirmó que no hubo ningún tipo de reacción sobre el tema y que como medio estatal se enteraron por unas declaraciones de un funcionario del Ministerio de Justicia de Bolivia, pero consideran que es una “denuncia muy floja”.

“Hablamos con la gente de Evo Morales acá (en Argentina) y preguntamos si había algún tipo de reacción y dijeron que no respondían a trascendidos”, indicó Pailhe, quien prevé que el gobierno de Fernández no emitirá ningún pronunciamiento al respecto, por lo menos hasta que haya una sentencia  comprobada. Mientras tanto, el hecho es visto “como un juego de palabras en medio de una campaña electoral”.

Los periodistas Gonzalo Sánchez y Francisco Martínez coincidieron al afirmar que “el tema no está presente” en la agenda noticiosa de Argentina, ya que existen temas urgentes como la pandemia de la Covid, la reforma judicial y la crisis económica.

El periodista y residente boliviano en Argentina Rolando García afirmó que gran parte de los connacionales y los argentinos tienen simpatía hacia el exmandatario. Explicó que esa visión se construyó desde el enfoque que le dieron los medios argentinos a los hechos ocurridos en Bolivia después de la renuncia de  Morales.

“Dicen que lo que ha pasado en Bolivia es un golpe de Estado y todos quieren perjudicar a Evo Morales, que es el mejor presidente de la historia. Ese es el preconcepto que se tiene. Entonces, esas denuncias de estupro no tienen impacto”, comentó García, quien  agregó que todas las denuncias que llegan contra el exmandatario son asumidas  como “calumnias de la derecha”.

Desde Bolivia, el diputado oficialista Amilcar Barral informó a Página Siete que pedirá que se conforme una comisión parlamentaria para que viaje hasta el vecino país, llevando pruebas de las denuncias de estupro contra Morales. Los documentos, dijo, también serían presentados a los diputados argentinos que han pedido informes sobre la situación de Evo Morales.