Los discursos del poder de paz y unidad… el país ardiendo y dividido

 

La democracia no se reduce al solo hecho de votar.



Exigen elecciones el 6 de septiembre, y atentan a los valores y principios de la democracia.

La democracia es más que esos 5 minutos en el ánfora. Es un proceso de construcción en el ejercicio de nuestras libertades y derechos.

Bloquean en democracia, atentando los derechos de los otros que se desplazan por trabajo, enfermedad o turismo.

El Tribunal Supremo Electoral en medio del fuego cruzado. El MAS y el Gobierno lo desprestigian. Se lavan las manos.

Peligroso encerrarse en este círculo vicioso, a no ser que el objetivo de ambos extremos sea seguir destruyendo la institucionalidad democrática, que fuera rescatada luego del fraude electoral del 2019.

La una habló de paz, con su cara compungida, y sus compañeros destruyen carreteras, saquean camiones, incendian bosques, golpean a periodistas. La presidenta del Senado, Eva Copa, luego bloqueó el informe de gestión gubernamental. Quieren aparecer ante el mundo, como las víctimas y los no violentos.

La otra pidió unidad, con un tono desafiante, y su candidatura resquebrajó en pedazos las esperanzas de sus simpatizantes. La presidenta transitoria, Jeanine Añez, no presentó un informe, sino slogans de su campaña electoral.

Un 6 de agosto –día de la fundación de la República- con los poderes enfrentados, distanciados, enojados y que se están poniendo obstáculos a cada momento.

Así está Bolivia entre campañas, pandemias, masivos despidos y bloqueos rumbo a las elecciones del 18 de octubre.

Nos quedan a cada uno de los bolivianos ser protagonistas del proceso electoral y actuar como ciudadanos de la democracia.