Una empresa española está detrás de la compra de respiradores chinos

El intermediario que adquirió los 324 ventiladores con un supuesto sobreprecio es una sucursal, con un solo socio, de una compañía con sede en España.

Fuente: Página Siete

 



Sergio Mendoza / La Paz

La empresa que figura como intermediaria en la compra de 324 respiradores chinos es una sucursal de una compañía con sede en España. Página Siete intentó conversar con el representante de esta firma en Bolivia, sin embargo, fuentes ligadas a la empresa señalaron que esto sería imposible, ya que él se encuentra delicado de salud.

Por otro lado, el Ministerio de Salud una vez más guarda silencio con relación a la adquisición de estos equipos médicos que supuestamente fueron adquiridos con un millonario sobreprecio.

De acuerdo con los anuncios de autoridades del Ejecutivo, esta compra se  hizo de forma paralela a la de 176 respiradores españoles (abril y mayo) y forman parte de los 500 ventiladores que el Gobierno prometió llegarían a Bolivia. En el caso de los 176 respiradores también se investiga un posible sobreprecio con un intermediario que también es de España: IME Consulting.

En el caso de los 324 respiradores, el intermediario fue identificado como el Grupo AGEM Ingeniería y Proyectos S.A.U., una sucursal del Grupo AGEM, registrado en España y en cuya página web se reconoce su presencia en Bolivia y su participación en la adquisición de equipos médicos para la pandemia.

Quien está a cargo de la sucursal en Bolivia es Eduardo Díaz, cuyo nombre también figura como partícipe de otras empresas en España junto al actual presidente del Grupo AGEM.

Aunque los documentos revelados por el portal Detrás de la Verdad señalan que las oficinas en La Paz se encuentran en la zona de Sopocachi, los registros en Fundempresa y la versión de una persona que trabaja para la misma señalan que en realidad las oficinas están en Calacoto.

Por otro lado, la empresa contratada por el Ministerio de Salud para adquirir los respiradores es de un único socio y figura como “una sociedad constituida en el extranjero”.

Según la información del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes) el Grupo AGEM participó y adjudicó otras compras en Bolivia anteriormente; sin embargo, en los registros públicos no figura el contrato con relación a los 324 respiradores, lo mismo ocurrió con los 176 respiradores  que nunca funcionaron en el país y cuyos documentos sólo se conocieron una vez que fueron filtrados a la prensa.

Después de aquel episodio, el Gobierno abrió un sitio web exclusivo para transparentar la información de las compras de insumos médicos durante la pandemia; pero en el mismo nunca se colgó la información prometida.

En la misma línea, hasta el cierre de esta nota el Ministerio de Salud no dio información sobre las acusaciones de sobreprecio y las circunstancias en las que se adquirió estos 324 respiradores chinos. Las llamadas y solicitudes de información no fueron contestadas.

  Llegaron sin publicidad y denuncian sobreprecio

La llegada de estos 324 respiradores chinos a Bolivia no se anunció públicamente, como se lo hizo con los 176 respiradores españoles, los cuales le costaron al Gobierno denuncias de corrupción, sobreprecio, negligencia y arrestos de autoridades.

Además de que ambas compras se hicieron a través de intermediarios con vínculos españoles, en ambas se denunció supuestos sobreprecios. En esta última adquisición, de acuerdo con documentos obtenidos por el portal Detrás de la Verdad, el sobreprecio sería  aproximadamente de seis millones de dólares.

Debido a la falta de información y transparencia, en el actual Gobierno no se pudo comprobar las características de la compra. No obstante, la denuncia señala que por los 324 respiradores se pagó casi 30.000 dólares al intermediario, cuando en realidad el precio por cada uno, desde la fábrica, era de 8.900 dólares.

Esto implicaría que el precio total desde fábrica (pero sin contar transporte y otros gastos) sería de 2,8 millones de dólares. Pero el monto total pagado ascendería a alrededor de 9,5 millones de dólares.

Por otro lado, el Ejecutivo tampoco explicó por qué se decidió acudir a un intermediario, al igual que ocurrió con el caso de los 176 respiradores, y si la compra podía haber sido hecha de forma directa.

Página Siete consultó ayer a la Agencia de Infraestructura en Salud y Equipamiento (Aisem) sobre esta adquisición de ventiladores, y desde allí se explicó que la misma no fue realizada por esta agencia, sino por otra unidad que depende directamente del Ministerio de Salud.