Fuente: Carlos Valverde
El informe de la CIDH y el análisis de la representante de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, es tremendamente tendencioso; adolece de una carga política muy básica y elemental; es probablemente el último de los intentos «Sigloveintiunistas» en favor de Morales. La encargada de derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, parece que se volvió evista.