Choquehuanca marca distancia de Evo, Arce funge como delfín

En entrevistas recientes, el excanciller expresó criterios contrarios al entorno de Morales. En cambio, Luis Arce no apunta al expresidente ni a su círculo.

Fuente: Página Siete

 



Pablo Peralta M.  / La Paz

 

Mientras Luis Arce es el “heredero” de Evo Morales, David Choquehuanca es considerado como un líder “sobreviviente”, y quien, en plena campaña, marca distancia con el exmandatario y su  entorno.

En varias entrevistas recientes en distintos medios,  Choquehuanca expresó criterios contra el círculo  de Morales, y subrayó, además, que ese entorno  no debe volver al poder. El excanciller   hasta hizo una estadística sobre aquello: “Hemos estado con el hermano Luis  en varios lugares y en todas las reuniones, yo no sé, si tenemos 20 reuniones, en 19 nos dice eso”.

Pero no sólo marcó distancia de esa forma, también tomó una postura disímil a la del MAS en torno a las denuncias contra Morales por la presunta comisión del delito de estupro. Choquehuanca  manifestó que si hay certeza de que una persona  cometió ese delito, debe someterse a la ley y necesita ayuda psicológica, aunque dijo  que no hablaba  de alguien en particular.

En cambio, Arce no apunta  a Morales ni a su entorno. Esta semana manifestó que, de llegar al Gobierno, otorgaría salvoconducto a las siete exaltas autoridades que están en la residencia de la Embajada de México. Contra ellas pesan denuncias que están enmarcadas en causas  que van desde el caso  fraude hasta el de terrorismo.

Pedro Portugal, director de Pukara, considera que Choquehuanca está en una “cruzada” interna, en lucha contra el entorno que en su momento logró excluirlo. El analista sostiene que si bien Choquehuanca está alejado del entorno, lo tomaron en cuenta como candidato a la vicepresidencia por el MAS porque era el único de los indígenas cuyo liderazgo  “sobrevivió” dentro del partido, a diferencia de otros originarios que en un momento dado tuvieron una gran proyección, pero sucumbieron a causa de  “traspiés”.

“El único indígena que logró salvar y tener una vigencia, fue casi inamovible como Canciller, fue  Choquehuanca. Eso en vez de provocar una unión entre indígenas, una causa común, provocaba un antagonismo cada vez más fuerte entre Evo y David hasta que finalmente fue excluido”, indicó.

Portugal percibe que Choquehuanca está en una “cruzada” contra “todo aquello que significaron los sectores que le han perjudicado, ese entorno que llama ‘criollo’, y    Evo Morales directamente”.

En cambio, considera que la vigencia del liderazgo de Arce  “depende del visto bueno” de Morales, que está en Argentina, país donde solicitó refugio.  “Es posible que Choquehuanca vea a Arce como un elemento más del entorno que lo perjudicó, y que a él conviene desestabilizar para poder tener una vigencia, no cambiar el esquema que inauguró  Evo Morales, sino reemplazarlo: ser el único indígena rodeado de todo un aparato criollo para poder tratar de tener una influencia de Gobierno en Bolivia”, sostuvo.

Román Loayza, fundador del MAS, hoy apartado de esa fuerza, expresó  que en Argentina Morales optó “ciegamente” por Arce, y que en Bolivia se completó el binomio con Choquehuanca, “pensando -dijo-que el pueblo los apoyará al 100%, pero no será así”.

Loayza manifestó que Choquehuanca es aymara, “muy creyente en la Pachamama”.  Respecto a Arce, manifestó que representa a sectores conservadores.

Eduardo Maldonado, exsenador del MAS, explicó que la postura que asumió Choquehuanca puede entenderse en el marco de las contradicciones internas en las que ingresó el partido azul tras los sucesos de octubre y noviembre.

“El MAS está viviendo un momento de contradicciones internas y de pronto afloran en el escenario político estas contradicciones. Muchas de ellas que se las tenía de alguna manera ocultas a la opinión pública”, aseguró.

No obstante, Maldonado subrayó que, pese a ese panorama, está claro que las decisiones se toman en Argentina. “El MAS sigue actuando como una maquinara estructurada en función de los intereses de Evo Morales Ayma y de su entorno, de la cúpula del masismo que acabó siendo el entorno palaciego. Por lo tanto, el MAS sigue siendo digitado por Buenos Aires, más allá de las voces contradictorias que puedan a momento ser evidentes”, agregó.

Maldonado expresa que cuando ahora se observan algunas voces disidentes, habría que poner el lente sobre ellas porque aparecen “extemporáneas y no son del todo creíbles”, puesto que en su momento hubo quienes cuestionaron al MAS desde  adentro y de manera pública, pero  sufrieron rigores del embate político.