Derecho a la paz y tranquilidad

Podrá parecer extraño demandar el derecho a la tranquilidad que debería ser protegido por el Estado. Cuando la sociedad boliviana ha pasado por un clima ajeno a la paz, la calma, la quietud y el reposo, debido al factor político de un régimen que todos los días no se cansó de atizar las más bajas pasiones, el odio, el encono, la intriga, la permanente confrontación para mantenerse en el poder.

Este derecho inherente a la persona humana cobra fuerza para que el hombre, la mujer puedan desarrollarse en un ambiente sano, digno y tranquilo en que realizar sus actividades sin tener molestias engendradas nada menos que por instituciones creadas para hacerle la vida imposible. A los factores económico-sociales hay otros la falta de empleo, los despidos masivos, los bajos salarios tanto como la inseguridad social, la violencia, el desplazamiento de campesinos a los centros poblados y las consiguientes preguntas, qué va a suceder mañana, ¿qué futuro nos aguarda?



Suman las demandas en las universidades y núcleos humanitarios para proteger cualquier amenaza que atente contra la paz y la tranquilidad recordando al Estado su servicio a la comunidad, promoviendo la prosperidad general y garantizando los principios y deberes marcados en la CPE. Repasar las tesis tramitadas en México, Colombia, El Salvador, Perú sobre esta materia puntualizando la forma más eficaz de evitar las guerras de un derecho que nos permita vivir, disfrutar del tiempo libre, descansar para gozar de un mundo equilibrado.  Principio próximo a la dignidad humana que conlleva a la paz individual.

Referirnos puntualmente al cambio de actitud del colectivo que se expresa en las redes sociales, que exhibe un notable cambio después de la inhabilitación definitiva del “candidato a senador” por un alto tribunal de Justicia. Ha retornado la tranquilidad y los ciudadanos lo están mostrando, de pronto el tono casi agresivo por ejemplo del Facebook está mostrando un rostro apacible cercano a la paz y tranquilidad que han sobrevenido al fallo que descarta aquella indeseada postulación.

Gozamos así de un claro ejemplo de cómo una sentencia judicial en el marco de la legalidad y la Justicia pueden promover la Paz a los ciudadanos, que con mayor firmeza aguardan la fecha de las elecciones generales para expresar su voto, ya sin la presión cotidiana de una candidatura repelente por las temidas consecuencias de generar inseguridad, discordia, amenaza latente contra la Paz y la Tranquilidad del colectivo boliviano.