Proyecto hídrico peruano que amenaza al lago Poopó «moviliza» a la Cancillería

La sequía del lago Poopó se convirtió en una verdadera tragedia para los pobladores de las áreas circundantes / Archivo LA PATRIA

El Ministerio de Relaciones Exteriores boliviano, por medio de varias notas manifestó su preocupación por el proyecto hídrico Vilavilani II que amenaza al lago Poopó. Tras tres reuniones bilaterales, las obras en el territorio peruano prosiguieron hasta agosto.

“Bolivia no fue consultada para la realización del proyecto o de alguno de sus componentes”, afirmó la canciller Karen Longaric al diario Página Siete.

“La Cancillería de Bolivia manifestó en reiteradas oportunidades su preocupación por los presuntos actos de Perú sobre la Cuenca del Río Mauri, que no pueden afectar los legítimos derechos que corresponden a Bolivia. Se remitió a la Embajada de la República del Perú en Bolivia, y a la Cancillería peruana, múltiples notas por las cuales se solicitó brindar información sobre el proyecto y se recordó los acuerdos, declaraciones y compromisos asumidos por ambos países, en los encuentros presidenciales y las reuniones de los ministros de pasados años”, explicó Longaric.



El proyecto peruano Vilavilani II consiste en un trasvase de aguas transfronterizas del río llamado Mauri en Bolivia y Maure en Perú, afluente que llega hasta nuestro territorio para desembocar en el sistema hídrico denominado TDPS (Titicaca-Desaguadero-Poopó-Salares).

Los trasvases son obras hidráulicas cuya finalidad es la de incrementar la disponibilidad de agua en una población, para lograr su cometido adicionan agua desde una cuenca o río vecino.

En el país, comunidades de la cuenca Poopó y varias organizaciones demandan al Gobierno Nacional que tome acciones y recaudos urgentes. En tanto en Perú, habitantes de Tarata y Puno anuncian un paro y endurecen las protestas contra el proyecto hídrico.

BOLIVIA NO FUE CONSULTADA

Karen Longaric explicó que el Perú no puede realizar acciones unilaterales de trasvase sobre esta cuenca, en tanto los estudios de demanda y aprovechamiento de las aguas no se definan a nivel bilateral. Esto ante el riesgo de causar daño tanto al ecosistema peruano-boliviano, como al sistema TDPS.

“Bolivia no fue consultada para la realización del proyecto o de alguno de sus componentes”, afirmó Longaric. Indicó también que en reuniones realizadas el 7 de febrero, el 5 de marzo y el 30 de julio de este año se expresó la preocupación boliviana sobre los avances de este proyecto hídrico.

“Como resultado de las gestiones, la Cancillería del Perú, en nota de 14 de agosto de este año, comunicó por escrito a nuestra embajada en el vecino país que el proyecto está detenido por el lapso de 45 días y que en ningún momento este proyecto pretende comprometer la estabilidad del sistema TDPS. Se reiteró a través de notas la importancia del cumplimiento de los compromisos establecidos entre ambos países y que, por tanto, estos proyectos sean consensuados a nivel binacional previamente al avance de cualquier obra”, manifestó la Canciller.

A pesar que los trabajos debían detenerse, éstos continuaron hasta la primera semana de agosto cuando más de 2.000 pobladores peruanos de Tarata, Ticaco, Puñeros y Maure tomaron el campamento de las obras demandando la paralización. Los manifestantes apedrearon maquinaria y quemaron otros bienes pese al resguardo policial.

DIRIGENTE PERUANO

El presidente de la comunidad campesina Maure de la provincia Tacna al Sur de Perú, Marcial Laura, informó en contacto con el diario que el pasado martes se logró iniciar una reunión con un representante del Gobierno del Perú. Acordaron la instalación de una mesa técnica en un plazo de 48 horas. De no haber respuesta los habitantes endurecerán sus medidas de protesta y manifestación.

“Creemos que en esta mesa podemos salir airosos, pero somos conscientes de cómo se manejan estas situaciones acá. Hay temor, pero también expectativa de que podamos llevar esta mesa a instancias y peritos internacionales. Si no hay respuesta entraremos en un paro indefinido junto con los vecinos de Puno”, manifestó Laura. Añadió que, ante el conflicto, en este momento las obras están suspendidas. El dirigente peruano manifestó que el proyecto Vilavilani tiene un primer componente que es el canal de Villachuallani y un segundo que es la planta de bombeo de ojos de Copapujo, que también es afluente del Mauri. “Definitivamente esto afecta mucho a mi comunidad y como a todas las comunidades de la parte baja de Bolivia”, indicó Laura.

Fuente: La Patria