Estrategas de campaña, entre las nuevas RRSS y la vieja guerra sucia

El MAS promociona a Arce como el hábil economista, CC a Mesa como el sólido estadista y Creemos a Camacho como el valiente renovador. No aprovechan el potencial de las redes, según expertos.

Nacional



domingo, 4 de octubre de 2020 · 00:20

Fuente: paginasiete.bo

Liliana Carrillo V.  / La Paz

No sólo por su duración -prácticamente dos años- sino también por  el  riesgo que implica la pandemia, esta es una campaña electoral altamente compleja. En cada frente político hay un equipo de estrategas que además de promocionar a su candidato deben adecuarse al nuevo escenario virtual y lidiar con los medios tradicionales en medio del fuego cruzado de la  vieja guerra sucia.

En esencia, la campaña no ha cambiado. Se trata de “vender” las fortalezas: el MAS promociona  a Luis Arce como el  hábil  economista, CC a Carlos Mesa como el sólido estadista y Creemos a Luis Fernando Camacho como el valiente renovador.

 Lo que sí han cambiado son las circunstancias  y los escenarios. “No hay campañas en redes sociales cuando crees que se trata únicamente de poner la imagen del candidato,  colores,   eslogan y promesas en futuro: haremos, diremos, seremos, crearemos. Eso es sólo un amplificador que lo podrías hacer en cualquier medio: en televisión, radio, en una valla”,  evalúa  Marcelo Durán, experto en tecnología y docente.

CC: La solvencia del candidato 

  Ilya Fortún es uno de los estrategas de la campaña de Comunidad Ciudadana. Comunicador de profesión, analista y columnista, entró en la arena política después del 21F, y ya trabajó con el candidato Carlos Mesa en los comicios de 2019.

“Los pilares de la campaña de CC en términos generales han sido la ventaja de tener un candidato muy sólido, que ha aguantado dos años de guerra sucia y  sigue manteniendo intactas sus capacidades en términos electorales que son: la capacidad, la preparación, la honestidad, la transparencia. Esos valores no los ha podido derribar nadie y nos han permitido superar nuestro primer objetivo estratégico que era dejar claramente establecido que en esta elección hay dos contendores; Mesa con CC y Evo Morales con el MAS”, asegura Fortún.

Tras la pandemia, las apariciones de Mesa han sido pocas; tampoco ha encabezado caravanas ni encuentros masivos con su militancia. Ello -según el estratega- no significa que haya sido menos audaz en la campaña.

“Hacer campaña en la calle abrazando sin barbijo no es audaz, es temerario e irresponsable en medio de la pandemia.   El país está pasando una  triple crisis  -económica, de salud y de corrupción- y no necesita un espectáculo de políticos ignorando la norma. Mesa y CC tenemos la costumbre de apegarnos a la ley”, enfatiza Fortún.

  Asegura que CC lleva adelante una  agresiva campaña: “Carlos Mesa ha hecho  400 entrevistas desde que se ha  iniciado la cuarantena, más de 100 zooms con miles  de bolivianos y  más de 80 cápsulas con  mensajes que muchas veces se han convertido en propuestas de gobierno. Tenemos una intensa y nutrida agenda electoral pero que no hace alarde de violar la ley: hay que respetar la vida y la seguridad de la gente”.

El desafío, explica Fortún, consiste en comprender las nuevas claves del marketing electoral mundial. “Somos un equipo de  bolivianos, que ha podido lograr una campaña muy rigurosa, sistemática, disciplinada con base en la investigación. Estamos con mucha presencia en internet renovando los formatos en Zoom, en  Facebook life  paralelamente a la  presencia física de nuestros candidatos, dentro de   las normas fijadas por el TSE. Es una combinación sana y responsable entre campaña virtual y presencial”.

El estadista    es la imagen que se refuerza de Mesa.

MAS: Dar soluciones a la crisis

“La campaña  del MAS es una estrategia colectiva que  fue diseñada por la dirección nacional” , asegura Sebastián Michel, exembajador y vocero de partido de Evo Morales. “Proponemos planes concretos para recuperar la economía, crear fuentes de trabajo y achicar las brechas a partir de bonos de acceso directo a la sociedad civil”, añade.

Después de 14 años en el poder, Morales es amado y odiado, un arma de doble filo para la campaña.  “La gente que lo rechaza es la misma que lo ha acusado, humillado durante los últimos 20 años. Es la gente que ha estado en contra de la nacionalización, de la Constitución, de la inclusión y está en todo su derecho de hacerlo en democracia”, sostiene Michel.

La estrategia masista no apunta a ese sector, sino a los  indecisos. “Este es el momento de comparar, la gente sabe  lo que es el manejo de la economía en manos del MAS y en manos de la derecha que nos ha llevado a una crisis que Bolivia jamás pensó llegar. Este Gobierno ha mezclado una conducta antidemocrática similar al garcíamezismo y un manejo económico similar al de la UDP”, asegura el portavoz.

El mensaje del MAS apunta a “presentar soluciones a  problemas reales”. “Cuando la familia se junta en su casa, no está hablando de los masistas sino de que el papá ha perdido el trabajo, que el hijo debe dejar de estudiar porque no hay plata, de que se puede perder la casa por no pagar al banco. La gente se está preguntando cómo aliviar la crisis y  nosotros damos soluciones”, dice.

Michel asegura que la campaña virtual es fuerte y que se complementa con la presencial.  “Estamos cuidando las medidas de bioseguridad. El candidato está permanentemente con alcohol, con barbijos, así como  el equipo y toda  la militancia”.

Consultado sobre la negativa del candidato Arce a participar en debates, asegura que asistirá a aquellos que garanticen que abordarán “lo que la gente está esperando:  cómo vamos a salir de esta crisis, cómo vamos a conseguir más empleos , cómo vamos a volver a la estabilidad que vivimos por 14 años.  No irá a los que  sean una chacota o un festival de guerra sucia que insulte y ofenda  al partido del pueblo”.

El renovador, así es el Camacho que lanza su frente.

Creemos: Decir la verdad

Hace apenas tres semanas, el partido de  Camacho perdió a su jefe de campaña  Ronal MacLean. “Luis Fernando  ha adoptado una estrategia que lo sitúa más bien en el oriente y eso le impide llegar a la presidencia porque no se puede llegar a ganar  sin una presencia fuerte en occidente”, declaró entonces el exalcalde paceño.

 Ahora, la estrategia de Creemos, que ocupa el tercer lugar en  encuestas,  es diseñada por “grupos de jóvenes voluntarios que estuvieron en la lucha democrática de 21 días en octubre y noviembre y es coordinada por  Mario Aguilera”, explica Ricardo Eid, coordinador nacional del frente.

Dice que en principio tuvieron asesores  del exterior, “pero ya se fueron”. “Nuestra campaña se basa en decir la verdad a los bolivianos sobre la situación del país y sobre lo que nos jugamos en las elecciones del 18 de octubre, además de presentar nuestras propuestas para construir una Bolivia productiva, con buena salud, con educación de calidad y empleo para los jóvenes”, añade.

 Eid rechaza que haya sesgos regionalistas en su candidato. “Camacho es un cruceño que ya unió al país en la lucha de los 21 días para sacar a Evo Morales y recuperar la democracia y la libertad. Su discurso está dirigido a todos los ciudadanos porque contamos con un proyecto de transformación de Bolivia” asegura.

Las estrategias  han cambiado por la pandemia. “Combinamos acciones presenciales a través de caravanas con la difusión por las redes sociales de nuestro plan de gobierno, así como sesiones virtuales para explicar el mismo en mayor detalle y conocer sus necesidades”, dice Eid.

El economista  es la imagen de Arce que  el MAS promueve.

Fuego cruzado en  tres frentes 

CC asegura que no responderá a los ataques “furiosos” a su candidato. El MAS, que no se distraerán ante provocaciones. Creemos, que apelan “a la verdad histórica, aunque esto incomode a  masistas y mesistas”.

“El año pasado en CC tuvimos que enfrentar toda la campaña de propaganda con malversación de recursos del MAS, los ataques de Ortiz y de todos. Y este año, los ataques de la presidenta Añez hasta antes de que resignara su participación en la elección y del MAS. Creemos ha desatado una furiosa guerra sucia contra nuestro candidato, la cual no responderemos como no hemos respondido a  Morales ni a Añez  en el pasado. El tercero, que no tiene posibilidad,  pone el proceso democrático en riesgo, no sé si de manera voluntaria o funcional al MAS”, asegura Ilya Fortún, de Comunidad Ciudadana.

Sebastián Michel, del MAS, dice que no se distraerán en responder  a los ataques. “Vemos que los otros partidos están ocupados en qué cosa  inventan para desacreditar al MAS, mellar su dignidad;  pero son libres de seguir su estrategia y  hacer apología de su falta de ideas”, dice.

Ricardo Eid, de Creemos, afirma: “Mesa y el MAS son parte de la vieja política que ha hecho tanto daño a Bolivia. Vemos nerviosismo  de los otros partidos ante el evidente apoyo popular  a Camacho, y por nuestra parte no vamos a caer en la guerra sucia,  seguiremos diciendo la verdad de las cosas y explicando nuestras propuestas”.

En primera fila en las campañas

“Camacho dice la verdad al país”.
Ricardo Eid, Creemos

“CC tiene el candidato  solvente”.
Ilya Fortún, CC

“Arce ofrece soluciones reales”.
Sebastián Michel, MAS

Punto de vista
Marcelo Duránexperto en tecnología y docente

“ Hay miedo a las RRSS, nos se las aprovecha”

Considero que lo que se ha visto hasta ahora en materia de campaña electoral es en general   muy conservador, muy tradicional, muy 1990.  Creo que no se está entendiendo  el rol de las redes sociales especialmente ahora.

No hay campañas en redes sociales cuando crees que se trata únicamente de poner la imagen del candidato,  colores,   eslogan y promesas en futuro: haremos, diremos, seremos, crearemos. Eso es sólo un amplificador que lo podrías hacer en cualquier medio: en televisión, radio, en una valla.

Las redes sociales precisan sus propios formatos que dan la posibilidad de que las personas participen, se crean tendencias a través de un hashtag, se posesionan contenidos y ello no se está aprovechando. Cualquier cosa que sea copiar y pegar en otra plataforma no es una campaña  en redes sociales

 

Alguna vez hubo intentos, ejercicios interesantes al respecto, pero creo que ahora hay mucho miedo a las redes: miedo a ser descalificado, a ser insultado, a no caer bien, a ser calificado, en fin. Las redes son para divertirse, pasarla bien, compartir contenidos con tu familia, con tus amigos. La política, en cambio, está instalando discursos que la gente no quiere escuchar, le resultan desagradables. Yo creo que hay una alta correlación entre la cantidad de descontento y los que no han decidido su voto.

En Bolivia aún somos muy conservadores en la forma de entender la campaña: queremos sobreproteger al candidato para que nadie hable mal de él y sea siempre el centro de atención. Pero hoy el centro de atención está en el usuario, está en la gente. Lo que existe es algo que en la teoría se llama filtro burbuja.

El filtro burbuja es un libro escrito por Eli Pariser, donde él dice que los algoritmos de las redes sociales te muestran lo que a ti te gusta; entonces tú creas la ilusión de que a todos les gusta lo mismo. Si tú eres del partido a, b, c, vas a ver contenidos de a, b, c, pero  no los vas a ver cruzados.   Entonces, de acuerdo con  lo que veo en mi muro, yo creo que tengo la razón porque mi partido, mi candidato, es el mejor. Y si alguien me dice lo contario  yo me voy a molestar, porque estoy convencido de mi candidato,  y ahí vamos a enfrentarnos.

Eso sí existe lastimosamente en la política boliviana en redes sociales: la inflamación de los contenidos a partir del otro. Esa polarización no es porque sólo los políticos la estén haciendo, sino porque así están estructuradas las redes a partir de este principio del filtro burbuja.

En la medida en que ningún candidato sea consciente de eso y quiera transformar ese efecto en algo diferente, vamos a seguir viendo fuego cruzado con todo tipo de mensajes. Creo que ese es el tema peligroso con el que nos toca lidiar  en estas elecciones.
 

Fuente: paginasiete.bo