Poder dual

Editorial de eju.tv

Como indicó Carlos Valverde, “Arce debe definir si es su tiempo o el de Evo Morales”. Lo cierto es que Bolivia parece encaminarse hacia un poder dual, una cohabitación Arce-Evo, uno desde el gobierno formal y otro desde un poder fáctico, ejerciendo respectivamente los roles de policía bueno y policía malo.

Descontrol electoral



Entre denuncias de fraude y escasez de pruebas, lo que va quedando algo más claro es que el fallo de los comicios no estuvo en la cibernética ni en la estadística, sino en la ausencia de los delegados partidarios en las mesas de sufragio.

Que en 150 municipios el Movimiento Al Socialismo haya logrado más del 80% de la votación, podría ser un indicio contundente de que no hubo control electoral suficiente de parte de la oposición, ni por asomo. O, más bien, que se dio un “descontrol electoral”.

Que eso nos lleve a reflexionar sobre la ventaja competitiva de tener partidos estructurados y con amplia presencia territorial. Mientras tanto, sobre las elecciones del 18 de octubre, corresponde auditar para tener certezas.

Instrucciones de Maduro

El misterioso viaje relámpago de Evo Morales a Caracas ha tenido el efecto de radicalizarlo en sus declaraciones, así como en su intención de retornar a Bolivia. “Meterle nomás” parece haber sido la instructiva de Nicolás Maduro.

Ahora, Morales pretende dictarle al TSE qué hacer sobre el proceso de fraude del 2019 y sugiere un eventual regreso al Chapare en la “simbólica fecha” del 11 de noviembre (aniversario de su fuga a Buenos Aires). Para variar, el ex mandatario descarga responsabilidades en las bases y dice que “las seis federaciones del Trópico de Cochabamba lo están evaluando”.

Minorías o mitades

Luis Arce Catacora lanzó una frase poco feliz para un presidente electo, que debería apuntar a gobernar para todos. “Una minoría, y una minoría bien minoría”, fue su forma de referirse a la oposición al masismo, aunque el resultado electoral en realidad muestra a un país dividido en dos mitades, ante lo cual tendrían que reforzarse los gestos de unidad.

Vendetta selectiva o generalizada

Esta parece ser la disyuntiva entre las alas del “nuevo” y viejo MAS. La dosificación de los procesos o la “tierra arrasada” a la que apuntaría Morales. Por lo pronto, la ALP pisa el acelerador para enjuiciar a las figuras más relevantes del gobierno de transición, llevándose por delante las normas del debido proceso. Mientras que en el campo económico, una propuesta aparentemente benévola de Álvaro García Linera escondería el verdadero propósito de establecer un control de capitales.