Por qué los primeros minutos de un ACV son claves para disminuir su impacto

En el marco del Día Mundial de la primera causa de incapacidad en el mundo, a qué debe estar atenta una persona y por qué es vital conocer el diagnóstico y cómo prevenirlo

Un ataque cerebral se produce cuando una parte del cerebro deja de recibir sangre por la oclusión de una arteria
Un ataque cerebral se produce cuando una parte del cerebro deja de recibir sangre por la oclusión de una arteria

Fuente: infobae.com

En la Argentina, se produce un accidente cerebrovascular (ACV) cada nueve minutos, según datos arrojados por el estudio Prevista (Programa para la Evaluación Epidemiológica del Stroke en Tandil), publicado en la revista Stroke en 2016. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que 15 millones de personas sufren un evento vascular cerebral al año en todo el mundo. De este grupo, 5 millones mueren y otros 5 millones sufren una discapacidad de por vida.



Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del ACV con el objetivo de conocer más sobre el padecimiento que afecta a miles de personas. Un accidente cerebral se produce cuando una parte del cerebro deja de recibir sangre por la oclusión de una arteria. Sin oxígeno, las células cerebrales pueden sufrir daño o morir, causando diferentes efectos según en qué parte del cerebro se produzca.

El ACV es la principal causa de discapacidad y cuarta causa de muerte en Argentina, y actuar con velocidad es esencial ya que por cada minuto de su evolución se pierden 2,03 millones de neuronas. Se calcula que uno de cada cuatro adultos podría sufrir un ACV en algún momento de su vida.

En Argentina se registran entre 40.000 y 60.000 ACV por año, así como cerca de 18.000 muertes asociadas a esta enfermedad
En Argentina se registran entre 40.000 y 60.000 ACV por año, así como cerca de 18.000 muertes asociadas a esta enfermedad

Datos obtenidos de los estudios SIFHON y EstEPA realizados por Fleni, revelaron que en Argentina se registran entre 40.000 y 60.000 ACV por año, así como cerca de 18.000 muertes asociadas a esta enfermedad. Además, se estima que cerca de 340.000 personas viven con secuelas de un ACV.

De acuerdo a Juan Manuel Baldovino, médico neurocirujano y divulgador Científico de Grupo Medihome, el ACV puede ser de dos tipos: isquémico, donde se obstruye la circulación de sangre al cerebro, o hemorrágico, donde se genera una hemorragia en el cerebro por ruptura de un vaso. Los isquémicos son los más frecuentes (85%), los hemorrágicos los menos (15%) y para estos la hipertensión arterial es la causa más común. De los hemorrágicos, casi el 10% se deben a rupturas de aneurismas o malformaciones vasculares.

El ataque cerebrovascular se puede prevenir ya que el 90% de ellos están vinculados a factores de riesgo que pueden evitarse a través de conductas saludables.
El ataque cerebrovascular se puede prevenir ya que el 90% de ellos están vinculados a factores de riesgo que pueden evitarse a través de conductas saludables.

En cuanto a las formas de presentación clínica existen distintos signos y síntomas variados, a diferencia del ataque cardíaco donde son menos y más específicos. Así surgen las “5C”. La aparición brusca de cualquiera de ellas requiere de una consulta médica urgente: en la caminata, súbita alteración del equilibrio para caminar; ceguera, pérdida repentina de la visión o visión doble; confusión, aparición de problemas para hablar o entender; en el cuerpo, sentir un lado débil, dormido o paralizado en la cara, brazo y o pierna; dolor de cabeza muy intenso que no se va con analgésicos comunes.

En caso de identificar alguna de estas señales, hay que acostar a la persona para que no se caiga, teniendo la precaución que sea sobre uno de sus lados; llamar rápidamente al servicio de emergencias, no administrar ninguna medicación y recordar la hora de inicio de síntomas para informársela a los profesionales.

Cómo prevenir un ACV

El ataque cerebrovascular se puede prevenir ya que el 90% de ellos está vinculado a factores de riesgo que pueden evitarse a través de conductas saludables. Los especialistas recomiendan realizar estrictos controles de la presión arterial, diabetes y enfermedades del corazón, abandonar el cigarrillo y hacer dieta y ejercicio físico bajo supervisión médica como las principales medidas de prevención.

“Es importante saber que el ACV es una emergencia y que debe actuarse rápido. No hay que esperar a ver si los síntomas mejoran. La mayoría de estos ataques puede prevenirse con buenos hábitos de vida. Además, en caso de que ocurran, los mismos tienen tratamiento. La elección de la terapéutica dependerá del tiempo transcurrido entre el episodio y la atención médica hasta que es atendido, el tipo de ataque y las condiciones de salud generales del paciente. Pero es importante resaltar que cada vez hay más opciones de tratamientos y las secuelas pueden rehabilitarse. La persona puede recuperarse y continuar su vida luego de un ataque cerebral. Hay mucho que se puede hacer para disminuir su impacto”, explicó Gabriel Persi, neurólogo especializado de INEBA.

Por último, el tratamiento varía según el tipo de ataque cerebral, edad, estado de salud y el tiempo transcurrido. El más común son los anticoagulantes y antiplaquetarios y su efectividad depende de que sean aplicados dentro de las tres primeras horas de presentados los síntomas, tratando de disolver el coágulo o controlando la hemorragia. Luego, se requiere rehabilitación para ayudar a las personas a superar las secuelas causadas por el derrame.

Debido al contexto actual el Hospital Italiano realizó una campaña de concientización: “Que el ACV no se quede en casa” para ratificar la importancia de realizar consultas médicas a tiempo ante la presencia de cualquier síntoma compatible con el accidente cerebrovascular, informando que el hospital cuenta con circuitos seguros para que los pacientes continúen realizando los controles aún en este marco de pandemia

La importancia de moverse

Según un estudio científico publicado en la revista Stroke and Vascular Neurology el ejercicio aumenta la aptitud cardiorrespiratoria y en consecuencia reduce en un 68% las chances de sufrir un ACV. El estudio contempló a un grupo de 16 mil personas las cuales que practicaban actividad física de manera regular.

En este sentido, la Clínica La Sagrada Familia, el Instituto Médico ENERI junto a la Asociación Argentina de Ataque Cerebral y la Fundación FENERI invitan a la campaña “Unite al Movimiento” con el objetivo de demostrar que realizando ejercicio físico se reducen notablemente las posibilidades de padecer un ataque cerebrovascular.

Por este motivo, desde el Jardín Japones se transmitirá a partir de las 15hs por medio del canal de YouTube de ENERI y redes sociales de la Clínica La Sagrada Familia y el Jardín Japonés, un evento contra el ACV donde además de una entrevista abierta al Dr. Pedro Lylyk, reconocidas personalidades se unirán contra el ACV y realizarán una clase abierta de actividad física con ejercicios breves y sencillos que permitirán no sólo ejercitar el cuerpo sino fomentar la respiración y relajación.

Actuar con velocidad

El tratamiento varía según el tipo de ataque cerebral, edad, estado de salud y el tiempo transcurrido
El tratamiento varía según el tipo de ataque cerebral, edad, estado de salud y el tiempo transcurrido

En el marco del Día Mundial del ACV, desde el jueves 29 de octubre y hasta el domingo 1ro de noviembre el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, la Floralis Genérica y el Monumento a los Españoles se teñirán de rojo y se iluminarán con mensajes como parte de la campaña Actuá Con Velocidad.

En las cercanías de cada lugar se instalarán banners informativos, reforzando conceptos como factores de riesgo: diabetes, sedentarismo, consumo de alcohol, alimentación no saludable, tabaquismo y estrés, entre otros. También se difundirán mensajes orientados a tomar conocimiento de cuáles son los síntomas de un ACV ya que su identificación es primordial para saber cómo actuar.

El doctor Alberto Crescenti, director del SAME, afirmó: “El objetivo del SAME es maximizar la operatividad entre la emergencia y el referente hospitalario en el menor tiempo posible para mejorar el pronóstico del paciente que enfrenta esta situación”.