Arce inaugura su gobierno con un polarizante y duro discurso, marcado por ataques a sus adversarios

 

Arce inaugura su gobierno con un polarizante y duro discurso, marcado por ataques a sus adversarios
El presidente Luis Arce es investido con los símbolos del poder constitucional democrático y luego emite su primer mensaje al país. Foto ABI

Fuente: Brújula Digital |8|11|20|

Raúl Peñaranda U.



El presidente Luis Arce inició su gobierno con un duro y polarizante discurso, marcado por fuertes ataques a sus adversarios y ninguna autocrítica a los actos del gobierno de Evo Morales cometidos en octubre y noviembre del año pasado. No ofreció ninguna señal de realizar un gobierno que incorpore las sensibilidades o demandas de grupos opositores.

Arce dijo en varias ocasiones que lo que se vivió en noviembre de 2019 fue un “golpe de Estado”, calificó a la gestión saliente de “gobierno de facto” y acusó a las autoridades de la gestión de la expresidenta Jeanine Añez de haber violado los preceptos de la democracia.

No realizó ninguna autocrítica a las decisiones tomadas por el MAS durante los gobiernos de Evo Morales, como haber rechazado los resultados del referéndum del 21F ni comentó los varios informes que señalan que se produjo un fraude electoral.

Varios legisladores oficialistas señalaron que Arce faltó a la verdad en numerosas ocasiones durante su discurso, como cuando dijo que el gobierno saliente pospuso los comicios electorales, cuando ello fue aprobado por la mayoría masista en el Legislativo o por el TSE. También se criticó que Arce hubiera señalado que la crisis económica se debe a la gestión del gobierno saliente, cuando claramente la pandemia es la que generó aquello, como en el resto del mundo.

El discurso de Arce contrastó notoriamente con el de David Choquehuanca, el vicepresidente electo, que llamó a la pacificación y a la unidad en una alocución marcada por llamados a la reconciliación.

El nuevo mandatario repitió varias veces la palabra “mutilación” en referencia a las acciones que les endilgó a las autoridades salientes y denunció la persecución de la expresidenta Añez contra dirigentes del MAS y movimientos sociales, “lo que se tradujo en muertos, heridos, encarcelados y exiliados”, dijo. Agregó que los sucesos de Sacaba, Senkata y El Pedregal “son prueba de la brutalidad del régimen, pero igual son muestras de resistencia”.

En esos eventos, sucedidos en noviembre de 2019, se produjeron enfrentamientos y represión militar y policial, con un saldo de una veintena de muertos.

En ese sentido, el mandatario electo agregó que el “gobierno de facto” de Añez “no cumplió con las tareas de pacificación y de convocar inmediatamente a elecciones”, ya que pospuso los comicios. Sin embargo, esas postergaciones no las decidió el gobierno saliente, como erróneamente dijo Arce, sino el Legislativo y el TSE.

También afirmó que el MAS ganó los comicios de 2019 de manera limpia y que 21 días de protestas lo que lograron fue “escamotear la voluntad popular en las urnas” y que posteriormente “Bolivia fue escenario de una guerra interna y sistemática contra el pueblo”.

Pese a todos los ataques expresados en su discurso, Arce dijo que no lo motiva “el deseo de venganza”.

Antes de su posesión, quien fuera ministro de Economía del gobierno de Evo Morales durante 12 años, prometió encabezar un gobierno sin revanchismos ni sectarismos, pero su discurso de este domingo puso aquello en entredicho.